Las autoridades indonesias han informado de que se han recuperado 16 cuerpos de los 162 ocupantes del vuelo QZ8531, que se estrelló en el mar de Java hace cinco días mientras cubría la ruta entre Surabaya y Singapur. Los cadáveres se han trasladado o bien hasta Surabaya –donde se reúnen los familiares de las víctimas- o en Pangkalan Bun, la localidad más cercana a las aguas donde se han encontrado los restos humanos y otros objetos pertenecientes al avión, como una puerta de emergencia, un rampa de emergencia hinchable o un chaleco salvavidas. Por el momento solamente se ha identificado a una de las víctimas, cuyos despojos ya se entregaron a la familia.
Según informó la Agencia indonesia de Búsqueda y Rescate (Basarnas), 29 barcos y 17 aviones reemprendieron hoy las tareas de búsqueda del fuselaje del avión y de las cajas negras, que deberían esclarecer las causas del accidente. “Nos centraremos en la detección submarina”, aseguró el jefe del operativo, Bambang Soelistyo. A ello ayudan un grupo de expertos franceses que llegaron a la zona este viernes con dispositivos especiales de localización de señales acústicos debajo de la superficie, como los que emiten las cajas negras de la nave. El área de búsqueda es de unos 4.000 kilómetros cuadrados.
Los trabajos han sido interrumpidos en varias ocasiones durante los últimos días por el mal tiempo, que este viernes mejoró pero las previsiones meteorológicas apuntan que volverá a complicarse en las próximas horas con olas de hasta cuatro metros. Todos los restos encontrados hasta ahora estaban flotando en la superficie y se teme que las fuertes corrientes marítimas hayan arrastrado otros hacia zonas más alejadas, por lo que los aviones peinan un área mucho más amplia.
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En el avión viajaban 155 pasajeros, entre ellos 16 niños y un bebé, además de los dos pilotos y cinco miembros de la tripulación. La mayoría de los desaparecidos son de nacionalidad indonesia (155), pero también tres surcoreanos, un malasio, un francés, un británico y un singapurense, según AirAsia. El piloto contaba con más de 20.000 horas de vuelo a sus espaldas (6.100 en la aerolínea) y el primer oficial 2.275. Unos 40 minutos después del despegue, el capitán reclamó desviarse ligeramente de la ruta marcada y pasar de los 9.800 metros a los 11.600 por malas condiciones meteorológicas.
La torre de control aprobó el viraje de forma inmediata pero le denegó momentáneamente la solicitud de subir de altitud debido al tráfico aéreo. Unos minutos después, cuando se le comunicó que solamente podía ascender hasta los 10.400, la señal ya se había cortado y el avión había desaparecido de los radares. El avión no emitió ninguna llamada de emergencia.http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/02/actualidad/1420190900_343923.html