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Libertad Digital.- Las mutaciones genéticas que pueden desencadenar un tumor son cuestión de suerte, una suerte en este caso mala, que es responsable de al menos dos tercios de los casos de cáncer registrados en adultos, según un estudio del Centro Oncológico Kimmel de la Universidad estadounidense Johns Hopkins.

Los investigadores de esta universidad estadounidense han llegado a esta conclusión después de crear un modelo estadístico que, partiendo del análisis de muchos tipos de tejidos, calcula la incidencia de cáncer causada por las mutaciones aleatorias que se producen cuando las células madre se dividen.

Los resultados del estudio, publicado en la revista científica Science, afirman que la “mala suerte” determina dos tercios de la incidencia de cáncer en los tejidos de los adultos, mientras que el tercio restante se debe a factores ambientales y genéticos.

Las personas que pese a estar expuestas a agentes cancerígenos como el tabaco no desarrollan tumores suelen pensar que es gracias a sus “buenos genes”, cuando “la verdad es que la mayoría de ellos simplemente tuvieron la buena suerte”, sostiene Bert Vogelstein, autor del estudio e investigador del Instituto Médico Howard Hughes de la Johns Hopkins.

Cristian Tomasetti, biomatemático y coautor del estudio, explica que dado que dos tercios de la incidencia del cáncer tienen su base en las mutaciones de ADN producidas durante la división de las células madre, cambiar el estilo de vida y los hábitos “puede ser de gran ayuda para prevenir ciertos tipos de cáncer, pero no todos”.

Según Vogelstein, el estudio muestra que el número de divisiones de células madre en un tipo de tejido esta “altamente correlacionado” con la incidencia de cáncer en ese mismo tejido. Como ejemplo cita al tejido del colon, que en los seres humanos se somete a cuatro veces más divisiones celulares que el tejido del intestino delgado, por lo que el cáncer de colon es mucho más frecuente que el del intestino delgado, asegura el oncólogo.

El estudio concluye así que 22 tipos de cáncer podrían explicarse en gran medida por el factor de la “mala suerte” de las mutaciones de ADN al azar durante la división celular, mientras que otros nueve tipos de cáncer analizados surgieron, presumiblemente, tras una combinación de suerte (mala) y causas ambientales o hereditarias.

“Encontramos que los tipos de cáncer que tenían mayor riesgo de lo previsto por el número de divisiones de células madre eran precisamente los que cabe esperar, incluyendo el cáncer de pulmón, que está vinculado al consumo de tabaco, y el de piel, vinculado a la exposición al sol”, dice Vogelstein.

Así, “el estudio demuestra que se puede aumentar el riesgo de contraer cáncer por fumar u otros factores de estilo de vida pobres pero muchas formas de cáncer se deben en gran parte a la mala suerte de adquirir una mutación en un gen controlador del cáncer, independientemente del estilo de vida y de la herencia”, concluye. Por ello, “la mejor forma de erradicar estos tipos de cáncer será a través de la detección temprana, cuando todavía son curables con cirugía “, advierte el oncólogo.

El estudio no incluye algunos tipos de cáncer como el de mama o el de próstata, por falta de documentación científica, según explica el artículo.