Queman a Peña Nieto en el Zócalo
La imagen habla por si sóla, es impactante, una tribu inmensa alrededor de la fogata que la une, en pleno Zócalo capitalino. En el fuego arde una escultura del presidente Enrique Peña Nieto: el deseo de un pueblo enardecido por la frivolidad, la injusticia el saqueo y los asesinatos del Estado mexicano contra sus ciudadanos.
Si hubiera sido el presidente, no sólo lo hubieran quemado, le habrian ofendido con miles, tal vez millones de groserias, lo habrían linchado y muy problablemente sodomizado.
No sería el primer funcionario linchado por ciudadanos mexicanos. Ya la gente en pueblos y ciudades de todo México ha retenido y asesinado políticos, policías y burocratas por lo mismo. Por su frivolidad, saqueos y homicidios. Incluso existen peliculas sobre el tema.
La renuncia de Peña Nieto arrastraría a México al caos o a la dictadura militar.
El presidente no debe justificar ni confundir sus reformas con las masacres.
Ciertamente, las reformas nunca debieron existir y sería mejor que Peña Nieto dé un paso atrás en ese tema o admita vivir otros cuatro años de persecución y odio por el pueblo que debería respetarlo. Nunca se lo ganó. Buscó el amor de las trasnacionales que no tienen sentimientos. Seguramente no harán nada los grandes inversionistas por Peña. Lo dejarán en las garras de masas enardecidas, que ya lo han tenido a mano pero le han perdonado la vida. Tal vez Mexico ya no tenga ganas de dejarlo ir vivo otra vez…
