Ex administrador de la DEA desmiente a Berrellez, quien afirma que la CIA mandó matar a Enrique Camarena en 1985
Río Doce.- El caso Enrique Camarena subió nuevamente de tono la semana pasada, luego de que Jack Lawn, ex administrador de la DEA durante el homicidio del extinto agente estadounidense, retara a los exagentes Héctor Berrellez, Tosh Plumlee y Phil Jordan a que presentaran pruebas que demostraran que la CIA efectivamente mató a Camarena.
“No lo harán porque no las tienen. Y francamente no vale la pena comentar sobre esas acusaciones porque, quienes estuvimos involucrados en esa investigación, sabemos que fue gente de Caro Quintero la responsable de esa muerte”, dijo Lawn durante una video conferencia realizada en Nueva York.
Berrellez, en tanto, había señalado días antes a la revista Proceso que las pruebas existen y que en su momento las hará publicas, incluso, adelantó que una de ellas es que Camarena no murió en un domicilio en Guadalajara, donde se le torturó hasta darle muerte como oficialmente dijo la DEA, sino en el lugar donde lo sepultaron.
“Murió de un barretazo en la cabeza que le dio uno de sus captores cuando descubrió que (Camarena) seguía vivo”, señaló Berrellez.
Alejandro Montano Guzmán, miembro de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional en la Cámara de Diputados, enfatizó la importancia de llegar al fondo de esas acusaciones y fincar responsabilidades contra quienes resulten implicados.
“México debe investigar si fue la CIA quien mató a Camarena, porque históricamente se nos ha dicho que fue Caro Quintero, y ahora hay acusaciones muy serias de que no, entonces se debe investigar porque bien puede tratarse de otros intereses de por medio, puesto que es raro que hasta hoy se revelen esas acusaciones”, dijo Montano.
La CIA, por su parte, continuó guardando silencio, y fuera de los comentarios que hiciera a mediados de octubre en donde calificó de ridículas esas acusaciones, dijo que no agregarían nada más.
Las contradicciones
De acuerdo con el expediente CR-87-422, la DEA habría presentado pruebas en donde se explica cómo la gente de Caro Quintero torturó hasta la muerte a Camarena, incluso, la periodista Anabel Hernández retoma parte de algunas declaraciones y las publica en su libro Los Señores del Narco (Pág. 79-88).
Es aquí donde aparece la primer contradicción, porque mientras la DEA menciona un domicilio ubicado sobre la avenida Mariano Otero, y enfatiza que fue gente de Caro Quintero quien levantó a Camarena en febrero de 1985, Lawn señaló durante la video conferencia que la casa donde había ocurrido el asesinato estaba sobre el bulevar Lope de Vega, también en Guadalajara, y que quienes habían levantado a Camarena no fueron narcotraficantes, sino agentes policiacos.
“Yo creo que esa fue una de las tragedia más grandes en el caso Camarena, que fueron agentes policiales quienes lo levantaron”, explicó Lawn, aunque no precisó si se trataba de agentes mexicanos o estadounidenses.
A pregunta expresa si, como administrador de la DEA, supo que la CIA haya estado enterada que narcotraficantes intentaban matar a Camarena, Lawn negó categórico, incluso señaló que fue tal la preocupación de la CIA por resolver el homicidio que “hasta colaboró con la investigación”.
“Esa es una realidad que poca gente sabe, que la CIA nos ayudó en la investigación para resolver el crimen de Camarena, inclusive nos facilitaron pistas y grabaciones que eventualmente nos llevaron a los responsables”, dijo Lawn, agregando que sería decepcionante si descubriera que la CIA haya estado enterada que se intentaba dañar a un agente estadounidense y que no les hubiera informado.
Jack Taylor, otro de los agentes que estuvo a cargo de la investigación desde Los Angeles, secundó a Lawn, agregando que las acusaciones de que la CIA tuvo algo que ver, eran infundadas.
“Cuando inició la Operación Leyenda para investigar la muerte de Camarena, estuvimos al tanto y agotamos todos los recursos posibles, y nunca se encontró ni una prueba de que la CIA haya tenido algo que ver con la muerte de Kiki”, dijo.
El silencio
Fueron dos entrevistas que otorgó Rafael Caro Quintero mientras estuvo preso: una a Julio Scherer García para el libro Máxima Seguridad, y otra durante conversaciones que sostuvo con Jesús Lemus, con lo que posteriormente escribiría el libro Los Malditos.
En ninguna menciona siquiera el nombre de Camarena, como tampoco lo hace en declaraciones recabadas en expedientes hechos en México o Estados Unidos.
El único que supuestamente señala que Caro Quintero mató a Camarena fue Don Neto Fonseca, y la causa de la muerte fue “porque se les pasó la mano cuando lo torturaban”.
Ese silencio ha sido emulado por Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación durante el sexenio de Miguel de la Madrid y actual senador por el PT, y por Sergio García Ramírez, entonces procurador general de la República.
“El senador (Bartlett) dice que no quiere hablar sobre eso porque dice que se desviará del tema de la reforma fiscal, que es lo que le interesa por el momento”, dijeron en su oficina del Senado de la República, en la Ciudad de México.
La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que no comentaría al respecto, lo mismo que la Secretaría de Gobernación en México.
La esperanza gringa
Más allá de las acusaciones en contra de la CIA y del silencio de agencias en México y Estados Unidos, la DEA ocupa un culpable, y por ello dijo que confía que Caro Quintero fuera reaprehendido y eventualmente extraditado a Estados Unidos.
“Cometimos un error al no solicitar su extradición en su momento, pero es que estábamos confiados porque le faltaba mucho tiempo para que fuera liberado, ahora solo nos resta confiar en que lo agarrarán de nuevo y que se aclare todo eso de que la CIA tuvo algo que ver con la muerte de Camarena”, precisó Lawn.