ADN/El País.- La violencia que desde hace tres días azota localidades de Zacatecas (centro de México) y las ciudades de Reynosa (noreste) y Culiacán (noroeste) no se ve en canales oficiales. Las autoridades guardan silencio ante los enfrentamientos que han dejado decenas de víctimas.
En Zacatecas, la prensa nacional informa de 46 muertos en tres noches consecutivas de enfrentamientos entre supuestos miembros del crimen organizado en los municipios de Fresnillo, Jerez (localidades de 200.000 y 50.000 habitantes a unos 60 kilómetros de la capital del Estado) y Valparaíso, donde viven 30.000 personas y algo más lejana. El jueves, dos convoyes se enfrentaron en Fresnillo dejando 38 muertos, según fuentes citadas por La Jornada. El viernes por la noche, una persecución de vehículos acabó con ocho muertos y cinco desaparecidos. El sábado, una transeúnte resultó herida en otro tiroteo en el municipio de Río Grande.
En la fronteriza Reynosa (Tamaulipas), cinco personas murieron y nueve resultaron heridas en enfrentamientos entre policías y supuestos miembros de redes del narcotráfico madrugada del sábado. El mismo día, ya por la mañana, al menos tres personas fallecieron en otro tiroteo con agentes federales en Culiacán. Esta ciudad es la capital de Sinaloa, un Estado pujante que a la vez es la cuna de Joaquín El Chapo Guzmán, el narcotraficante más poderoso de México, líder del cártel de Sinaloa.
El índice creciente de asesinatos que sufre México desde 2008 se frenó en 2012, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística, aunque los datos (26.037 el año pasado, 27.213 el anterior) todavía están lejos del arranque de la ‘guerra contra el narco’ del expresidente Felipe Calderón: en 2007 se registraban 8.876 homicidios.
El narcotráfico y la violencia empezaron una nueva etapa -que no necesariamente tiene que ser menos cruenta que las anteriores- el pasado 15 de julio en Nuevo Laredo (Tamaulipas), donde fue detenido Miguel Ángel Treviño, alias el Z-40. Los analistas en seguridad creen que la captura del líder de los Zetas previsiblemente va a desencadenar una batalla por el control en el que podrían participar los remanentes del Golfo y del cartel de Sinaloa.
La violencia de estos días tuvo lugar entre sombras. Los cuerpos de las víctimas de Zacatecas, según Proceso y La Jornada, fueron retirados por los distintos bandos. Ninguna fuente oficial ha informado de los sucesos, y varios de los diarios locales no lo reflejan: el pasado mes de febrero, varios medios de comunicación firmaron el acuerdo ‘Por nuestra imagen’ con el Gobierno del PRI para “mejorar la percepción” del Estado. Los medios adscritos se comprometían a no publicar en primera plana informaciones o fotografías sobre enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, actos delictivos y homicidios. Las redes sociales han tomado el relevo: grupos de Facebook como AccesoZac ilustran cada ataque con aportaciones ciudadanas.
Mientras las localidades se recuperaban del último ataque, la mañana del domingo el diario El Mañana de Reynosa hablaba en su portada digital de medicamentos genéricos, El Debate de Sinaloa, de la flota camaronera, e Imagen de Zacatecas, sobre tránsfugas y una disputa familiar por la herencia del abuelo. En el canal zacatequense de la aplicación Zello, una especie de walkie talkie para celulares, el día arrancaba con una pregunta: “¿Hay muertitos?”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/08/04/actualidad/1375640265_555094.html