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Objetivo7: Un sólo medio, un sólo hombre ha sacudido las estructuras del poder en Aguascalientes sin métodos violentos, Tan sólo con un periodismo ético y profesional, eso es, la revolución.
Objetivo7: Un sólo medio, un sólo hombre, un hombre perseguido ha sacudido las estructuras del poder en Aguascalientes.
<Columna: Cuauhtémoc Villegas Durán
Dedicado a Francisco de Asis
Alguna vez un diputado de Partido de la Revolución Democrática me dijo que yo no era revolucionario.
Esperaba verme encapuchado, armado y con consignas del pasado, precisamente con la que ellos sostienen su patraña democrática.
No, la verdadera revolución viene del alma y, como siempre la palabra con múltiples acepciones se encasilla a un movimiento armado que fue el fundamento del Estado moderno.
El sentido primario y original es muy simple pero complicado: Cambio.
Cambio de la estructuras del poder.
Cambio contra el consumismo en bien de la naturaleza.
Cambio de forma de pensar: del egoísmo a la fraternidad, de la crítica y la envidia a la comprensión y la solidaridad.
Del periodismo bajo y ruín, “banquetero”, es decir, de declaraciones al de investigación y ético, sin compromisos con todos los actores políticos. De la nota comprada a la independencia editorial en bien de la sociedad.
El Papa atina al señalar y tratar de transformar a la iglesia y es que, no son los sacerdotes símbolo de Cristo, sino todo lo contrario: aliados de los poderosos han hecho de la impunidad una regla, así, violan niños y se acuestan con señoras y entre ellos en nombre de “la moral”.
Son sus víctimas entonces y mucho más, que sin sotanas ni rasgaduras, todos los días llevan los estigmas del Señor:
Esclavitud
Persecución política, militar, judicial, criminal, de raza, de clase…
Hambre no solo de pan sino de justicia, de libertad de democracia,
Cambio donde, los políticos, criminales hasta el hastío, paguen sus cuentas, sus deudas, con cárcel, no con juicio mediático, no en función de interés de sus partidos y gobiernos sino en bien de la sociedad.
Cambio, donde la ley se cumpla escrupulosamente para llegar a ser un Estado de primer mundo.
Esa es la esencia de la perfección humana: el seguimiento estricto de las leyes terrenas y divinas, sin desviaciones, ni, perversiones…