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5319701w_sADN/Orange.- “Europa tiene el euro y Nápoles, el napo”, con este eslogan el Ayuntamiento de la ciudad italiana se ha convertido en el primer organismo institucional en Europa que ha lanzado con gran éxito una moneda complementaria, para afrontar la crisis y fomentar el consumo.

“El napo, un gesto de amor hacia nuestra ciudad, se distribuye entre las personas que hacen algo bueno por la ciudad, desde los ciudadanos que pagan normalmente los impuestos o las facturas o los turistas que visitan nuestros barrios”, explica el asesor de Comercio y Actividad Productiva del Ayuntamiento, Marco Esposito.

No se trata, como en otras iniciativas, de una moneda virtual, sino que existe en billete con denominaciones de 1, 2, 5 y 10 napos, decorados con diferentes grabados de paisajes típicos napolitanos, y con validez hasta el año 2016.

En concreto los napos permiten pagar el 10% del gasto realizado en las tiendas o restaurantes que se han adherido; un napo equivale a un euro y como descuento no está sujeto a impuesto alguno.

Existen ya varias monedas complementarias de este tipo, pero el napo es la primera lanzada en Europa por un organismo institucional el Ayuntamiento, que aunque juega con la palabra moneda prefiere llamarla bono de descuento y asegura que no quiere competir o sustituir al euro.

Desde su introducción, a finales de diciembre del año pasado, en Nápolesse oye cada vez más está frase: “¿Aceptan napos?”.

En una de las famosas pizzerías de la ciudad, la cuenta final es de 20 euros y la cliente tras conocer que aceptan la moneda “partenopea” paga al final 18 euros y 2 napos.

“Es un buen descuento. Yo con los napos pago en la peluquería o me doy algún capricho y a cada semana me ahorro cerca de 30 euros, que no es poco”, explica una napolitana que sale de la pizzería después de cenar.

También para el titular de la pizzería, los napos son bienvenidos. “Los doy a mi mujer que compra cosas para los niños, pañales, leche en polvo, ya que los aceptan en la farmacia”, afirma.

Nápoles, como todo el sur de Italia, está sufriendo con mayor gravedad lacrisis con un desempleo que se sitúa en el 18 %, respecto al 11,7 % de la media italiana, mientras que entre los jóvenes se llega al 45 % y con una bajada del consumo del 16 % que ha hecho retroceder la ciudad en 15 años, asegura el presidente de Confcommercio Napoli Pietro Russo.

El proyecto prevé la distribución de un equivalente a 70 millones de euros de los que ya se han distribuido 10 millones entre ciudadanos y turistas.

“La idea surgió para dar un impulso al área urbana de Nápoles que sufre una desertificación comercial debido a la construcción de grandes centros comerciales en las afueras”, explicó a Efe el proyectista Antonio Prigiobbo.

Hasta ahora la iniciativa prevé entregar 100 napos a cada familia que entregue una factura pagada del agua, pero podrá aumentar a 250 si en futuro demuestran que han realizado algún gesto bueno para la comunidad como el voluntariado o la recogida diferenciada de la basura, uno de los grandes problemas de la ciudad.

Pero además el Ayuntamiento de Nápoles quiere premiar a los turistas que visitan la ciudad y en los hoteles se les dará 20 napo por cada noche que pernocten hasta un total de 200 euros y también se distribuirán los napos a los turistas que llegan en los cruceros.

La iniciativa ha tenido tanto éxito que desde el Ayuntamiento explican que han sido contactados por tour-operadores chinos para que les manden los napos directamente al país.

Hasta ahora cerca de 150 tiendas ya se han sumado a la iniciativa de aceptar los napo tras firmar un reglamento que les obliga, entre otras cosas, a no aumentar los precios de sus productos.

Los dueños de negocios pueden utilizar los napos de varias maneras, pues los pueden dar de vuelta a clientes que no tienen si éstos lo desean o gastarlos a su vez en otros comercios.

La idea es que en 2016, cuando se acabe la iniciativa, los comerciantes devuelvan los billetes al Ayuntamiento, que a cambio les entregará mobiliario urbano para que embellezcan las zonas en las que están sus tiendas.Cristina Cabrejas/Agencia EFE