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ADN/Navarra Confidencial.- Cuando comenzó la crisis, fuimos arrastrados por una crisis internacional. No es que nosotros no tuviéramos desajustes del tipo de los que llevaron a los demás a la crisis (de hecho los teníamos y quizá más que los demás), pero son otros los que tienen el tamaño suficiente para desencadenar una crisis internacional. Eso sí, cuando llegó la crisis no sólo es que a nosotros nos afectó más que a los demás, sino que cuando los demás salieron de la crisis nosotros nos quedamos hundidos en la recesión. Nuestra situación era tan lamentable que incluso cuando los demás empezaron a tirar de nosotros quedamos atrás.

En realidad, para algunos observadores, el problema es que cuando nosotros empezamos a pensar que acaso quizá nos aproximamos a una endeble recuperación, el resto de países llevan años fuera de la crisis, al punto de que más tarde o más temprano volverán a tener otra crisis. ¿Qué pasaría si cuando España empieza a salir débilmente de la crisis el mundo vuelve a entrar en recesión? Lo más probable es que empalmáramos una crisis con otra y se abortara la recuperación.

Ayer las bolsas bajaron con fuerza alarmadas por la publicación en los EEUU de un dato peor de lo esperado, el Indice ISM, que cayó de 56,5 a 51,3. Se trata de un índice con el que los lectores de NC más veteranos se encontrarán familiarizados, pues periódicamente le echamos un vistazo y es uno de los que nos permitió decir que las cosas iban mal cuando hablar de crisis (o sea, decir la verdad) era antipatriota y ese tipo de cosas.
El ISM es un índice que se elabora a partir de una extensa encuesta a los gestores de compras de empresas a lo largo y ancho de los EEUU.
Históricamente es un muy buen termómetro para saber lo que está haciendo la economía y cuáles son las expectativas de las empresas. Cuando las lecturas son superiores a 50 es que la economía crece.

Es decir, que lo que ha alarmado a los mercados es la brusquedad del frenazo, aunque la economía USA sigue creciendo, que en el fondo es el hecho que nos interesa. Más allá del dato, los mercados bursátiles tienen sus propios mecanismos arcanos interpretativos de la realidad y no intentaremos extraer conclusiones de un movimiento tan puntual.

Pero por si acaso, también hemos consultado otro indicador que asimismo nos fue útil en el pasado para detectar la crisis, frente a las palabras huecas de analistas, políticos, bancos centrales,agencias de calificación u organismos financieros internacionales. Nos referimos a la curva de tipos. A la de los EEUU. La de España, no nos atrevemos a mirarla.