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El calvario por los desaparecidos

Búsquedas en canales, grupos de noticias de WhatsApp, en imágenes crudas de cuerpos abandonados, ensangrentados con mensajes intimidatorios, decapitados, embolsados, acribillados, el día a día de los familiares de las víctimas en Sinaloa

Mientras el añejo órgano resonaba, la blanca sotana del padre se ondulaba con el viento, en esta ocasión no por divinidad, sino por el claustrofóbico calor; múltiples abanicos hacían su esfuerzo por soplar. El sol estaba en su cénit y ni las enormes paredes de la Catedral de Culiacán apaciguaron la temperatura.

Aún así, cada 28 de mes, ahí están las familias. Desde que inició la encallada guerra interna del Cártel de Sinaloa, el padre brinda una misa especial por las personas desaparecidas. Con los brazos levantados, pronuncia sus nombres, aunque no todos; la crisis de violencia ha dejado cientos de ellos y las cifras, se tambalean.

Los colectivos de madres rastreadoras, como Sabuesos Guerreras y Madres en Lucha por tu Regreso a Casa A.C., exponen una cifra de 2 mil 800 a 2 mil 900 desaparecidos en casi un año de “guerra”, con todo y contemplando la “cifra negra”. Si bien el número de hombres predomina, desde junio de 2025, el rostro de mujeres se ha vuelto más presente en las cédulas de búsqueda pegadas por toda la ciudad. Sabuesos Guerreras ha registrado durante este año 45 desapariciones de mujeres.

Reynalda Pulido, líder de Madres en Lucha por tu Regreso a Casa, hace una anotación: a diferencia de los casos de hombres, las familias de mujeres desaparecidas a menudo no muestran mucho interés en buscarlas, tendiendo a resignarse. En su colectivo, de casi 100 familias, solo dos o tres casos son de mujeres y aunque se piden fichas de búsqueda, no se les da la misma importancia en la búsqueda activa.

Antes de la “guerra” —explicó María Isabel, líder del colectivo Sabuesos Guerreras— desaparecían muy pocas personas, quizás tres o cuatro al mes. Ahora, la cifra mensual oscila entre 80, 90 o incluso 120 y de los 2 mil 800 desaparecidos, señaló que aproximadamente el 40 por ciento, es decir, mil 120 personas, son menores de edad.

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) contabiliza desde el 9 septiembre hasta la fecha, mil 215 desaparecidos.

“Tenemos nosotros un trabajo permanente, un compromiso con la población y lo estamos haciendo y estos años, particularmente estos meses han sido complicados, difíciles, pero estamos enfrentándolos con toda la fuerza de los gobiernos federal, estatal y municipal”, expresó el gobernador Rubén Rocha Moya, durante una manifestación pacífica en el Palacio de Gobierno realizada el viernes.

“Hoy, la vida que me das, te invoca en mi dolor y clama ¡ven, Señor! / Ven y cambia mi existir, transforma mi penar en glorias hacia ti”.

Desde el umbral de una de las grandes puertas de la Catedral, la mamá de Ramsés Bastidas Arreola miraba con esmero la inmensidad del recinto. Ese 28 de agosto se cumplieron cuatro meses de la desaparición de su hijo. Él, junto a su amigo Ricardo Lechuga Verdugo, desapareció el 28 de abril en la sindicatura de Aguaruto, a la luz del día, en medio de la plaza principal.

La última ubicación conocida de Ramsés fue en Culiacancito, a 8 kilómetros de la Plazuela Aguaruto. Fueron —presuntamente— levantados por agentes de la Policía Municipal. Hubo testigos, la gente los vio, pero la Fiscalía General del Estado sigue sin tener datos contundentes. Cada semana tocan las puertas de la fiscalía: “No dicen nada, solamente que están investigando”. Ahí, otras mamás se acumulan en espera de poner por primera vez su denuncia.

“Cada vez que vamos, pues más lleno y más lleno de carteles, de lonas, de más desaparecidos, y pues en realidad son muy, son muy pocos los que aparecen. Pues no, en que el gobierno diga que las cosas van mejorando, la verdad que no: cada vez está peor, y pues nomás se van acumulando los casos.”.

“No lo atienden a uno bien, o de que lueguito le dan el avión a uno, y no. ‘Es que a nosotros no nos enseñan fotos, y no es que no podamos dar información’, y pues eso, en cierto modo, pues es desesperante, porque uno se queda con la duda de que a lo mejor pudiera ser, y de que el mismo gobierno los esconda, o no sé”.

Desde ese 28 de abril, ella constantemente revisa los canales y grupos de noticias de WhatsApp. De algún modo se tiene que enterar si aparecen por algún lado, aunque son imágenes crudas que se distribuyen sin dolo: cuerpos abandonados, ensangrentados con mensajes intimidatorios, decapitados, embolsados, acribillados.

“Desde entonces ha sido un calvario tener que estar al pendiente de todo. Esperemos en Dios y no perderemos la fe, de que ellos puedan aparecer pronto y que ya nos podamos olvidar de todo esto”.

Fosas sin comisión

Sabuesos Guerreras ha localizado desde septiembre hasta la fecha, aproximadamente 25 fosas clandestinas. De 11 cuerpos encontrados el pasado 22 de abril en Mezquitillo, en siete distintas fosas, solo se ha identificado uno. Lo mismo ocurre con la fosa séptica de Tacuichamona localizada el 15 de mayo, de los cinco cuerpos, solamente uno logró ser entregado.

Por su parte, Reyna Pulido comparte el número de fosas: 25 en lo que va de la guerra. Además señaló que a pesar de que se recibe mucha información de manera anónima sobre “puntos” de rastreo, la Comisión Estatal de Búsqueda no se muestra accesible y demora ocho días para coordinar la seguridad.

Esto implica que las madres de su colectivo se ven forzadas a costear los gastos de las búsquedas (gasolina, comida, agua, sueros), incluso cuando la Fiscalía les proporciona seguridad, lo cual es considerado una “burla”, dado que la Comisión tiene un presupuesto de 127 millones de pesos, subsidiado entre 2022 y 2025, según datos del Programa de Subsidios Federales para Acciones de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas (U008).

Artículo publicado el 31 de agosto de 2025 en la edición 1179 del semanario Ríodoce.