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Cortesía/Río Doce.

En las últimas dos semanas se ha disparado el número de ataques a “jugadas” en Culiacán. El Subsecretario de Seguridad Pública Estatal las describió como lugares de maquinitas para juegos infantiles, pero a los que asisten también adultos en horarios de media noche y madrugada y en los que se desarrollan, además de juegos y apuestas, otros ilícitos.

Aunque es evidente el patrón de ataques a este tipo de establecimientos, por el motivo que sea, hay quienes no dejan de asistir. ¿Qué los motiva a seguir yendo a pesar del riesgo? Una de las respuestas a esta pregunta podría ser el vicio del juego, o ludopatía.

La ludopatía es definida por la Real Academia Española como la “adicción patológica a los juegos electrónicos o de azar”. En términos médicos es un trastorno del control de los impulsos que se manifiesta en la incapacidad de resistir el deseo de jugar o apostar, a pesar de las consecuencias negativas en la vida personal, laboral, financiera y social del individuo.

Consecuencias sociales y económicas

En México, se estima una prevalencia de ludopatía de entre 1 y 3 por ciento, es decir, un máximo aproximado de 3.9 millones de personas que la padecen.

Manuel González Oscoy, docente de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó que el problema no involucra sustancias externas o del organismo para desarrollarse. La caracteriza un impulso incontrolable de seguir apostando, sin importar las consecuencias en la vida de quien la sufre.

El juego, indica González Oscoy, es una actividad normal e indispensable, ya que es la forma en que nos vamos insertando al mundo, pero cuando se pierde el control, se comienza a convertir en una enfermedad: “(…) hay cambios de humor, agresividad, intolerancia y un deseo incontrolable por jugar, lo cual repercute en lo económico, laboral y familiar”, resalta.

Las principales consecuencias que acarrea la ludopatía son:

Problemas financieros: Se suelen acumular deudas, solicitar préstamos y desatender gastos prioritarios, lo que afecta su estabilidad económica y la de sus familias.

Deterioro de relaciones personales: Puede llevar a conflictos familiares, rupturas de relaciones y aislamiento social.

Impacto laboral y académico: Tiende a provocar bajo rendimiento en el trabajo o en los estudios, ausentismo y pérdida de oportunidades profesionales o educativas.

¿Cómo es tratada?

El tratamiento de la ludopatía suele incluir terapia psicológica para identificar y modificar pensamientos y comportamientos relacionados con el juego. Los grupos de apoyo proporcionan un espacio para compartir experiencias y recibir apoyo de personas con problemas similares, por lo que también son utilizados como terapia. El tratamiento farmacológico emplea medicamentos como antidepresivos o estabilizadores del estado de ánimo para tratar trastornos que pueden estar asociados con la ludopatía.

Es fundamental que las personas afectadas busquen ayuda profesional para recibir un tratamiento integral y adecuado a sus necesidades.

Artículo publicado el 1 de diciembre de 2024 en la edición 1140 del semanario Ríodoce.

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