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La pugna entre Chapos y Mayos no ha detenido la producción y comercialización ilegal de drogas hacia EU y Europa

Cortesía/Río Doce.

Mientras en Culiacán y en otros municipios del estado de Sinaloa, integrantes de ambas facciones del llamado Cártel de Sinaloa, se siguen acabando a balazos, o bien sus colaboradores son “levantados” y desaparecidos, el tráfico de drogas a Estados Unidos y a países de Europa, continúa, incluso, reportes policiacos aseguran que la presencia y las redes de distribución de Mayos y Chapos siguen intactas.

“Aquí sigue llegando la merca; allá (en Sinaloa) se están matando, porque lo que pasó no tiene arreglo, pero como le digo, el cristal, el Fenta, la coca, y el Tusi, todo sigue llegando”, dijo un distribuidor local en Utah, que compra droga a gente asociada a la facción de Los Mayos, y quien por cuestiones de seguridad solicitó que no se revelara su nombre.

El señalamiento anterior fue un eco de otro distribuidor ubicado en el estado de Minnesota, quien dijo comprar droga, no sólo a la facción de Los Mayos, sino también de gente allegada a Los Chaposquienes indicaron que, contrario a lo que pudieran sugerir las disputas, hasta el cierre de esta edición no había ocurrido un desabasto de droga a causa de la pugna que existe en Sinaloa.

“Las líneas (para el tráfico de droga) siguen trabajando”, enfatizó uno de ellos, quien está basado en la ciudad de Minneapolis, al norte de Estados Unidos.

Pero no sólo a Norteamérica continúa llegando la droga, sino también a Europa, de acuerdo a reportes policiales de países de la Unión Europea, que confirman que mexicanos que operan de manera independiente o para gente allegada al Cártel de Sinaloa, sigue laborando de manera intermitente, aún con las disputas que existen en territorio mexicano.

Arthur Debruyne, periodista investigador en Bélgica, y autor del libro El Método Mexicano, explicó que este tipo de tentáculos que los mexicanos han logrado desarrollar en países como España, Bélgica y Holanda, tiene años existiendo, y cómo sinaloenses y michoacanos, principalmente, han establecido vínculos con pandillas y capos en Europa, y aunque mantienen la hegemonía en sus países, la parte relacionada con la manufactura de drogas sintéticas, ha sido operada por mexicanos.

“Hay presencia de mexicanos, pero no cómo cárteles con un control total, sino como narcotraficantes independientes que producen las drogas sintéticas como metanfetaminas en laboratorios rústicos, igual que lo hacen acá, pero la labor la realizan con el acuerdo de un capo que opera en la región”, explicó Debruyne.

Este tipo de relaciones pueden ocurrir en España, donde el mexicano originario de Sinaloa o Michoacán poco a poco han migrado a otros territorios, incluyendo Holanda y Alemania, donde instalan los laboratorios, y a partir de ahí empiezan a producir las drogas sintéticas que tienen demanda en esos países, como las metanfetaminas.

“Yo supe de un holandés que operaba en el mundo del narco, y quien tenía los precursores y la materia prima, y se puso en contacto con un mexicano que sabía cómo producir metanfetaminas, y así ambos empezaron a trabajar”, dijo Debruyne.

DECOMISO DE DROGA. Cargamentos asegurados en España, del Cártel de Sinaloa. Foto: AP

Apenas la semana pasada, la Policía Nacional de España desarticuló una célula de narcotraficantes que aparentemente tenían nexos con el Cártel de Sinaloa. Ello condujo a la captura de 16 personas y destrucción de dos laboratorios para drogas sintéticas.

Entre los arrestados, se lee en el comunicado de la Policía Nacional de España, se encuentra un químico que supuestamente pertenece al Cártel de Sinaloa, y quien se cree que trabajaba para el cartel de Los Chapitos.

“Esta persona habría viajado expresamente desde México para tratar de expandir sus influencias en España”, explicó el reporte de la Policía Nacional española.

Los laboratorios estaban localizados en la provincial de Toledo, y manufacturaba drogas sintéticas para su posterior exportación dentro y fuera del país.

Un operador del Cártel de Sinaloa observó que las relaciones entre narcotraficantes mexicanos, europeos o estadounidenses no es nuevo, sino que es un objetivo constante de cada facción o narcotraficante independiente de crear una nueva “línea” mediante la cual se establece un contacto en Estados Unidos, Europa o en cualquier otra parte del mundo, y de ahí una ruta para el trasiego de droga.

“Donde está el dinero es con el contacto; si uno tiene el contacto que te va a estar comprando 100 kilos de cristal, de coca o de lo que sea, uno se hace rico. Pero si no se tiene el contacto, no hay negocio, porque de nada le sirve a uno tener el producto almacenado”, explicó el narcotraficante, quien ha formado parte de células que envían droga a Australia, España, Portugal y Nueva Zelanda.

David Marcial, editor del diario El País, abundó en esa observación al señalar que la presencia de los cárteles mexicanos en España existe, según observan informes de la DEA y de la misma policía española, aunque lo que sigue sin estar claro es cómo existen, ni cuántos son, o qué tan grandes son, y sin embargo su presencia en ese país es irrefutable.

“Las redes para el trasiego de drogas sintéticas existen y tienen mucho tiempo, y hay un patrón de mexicanos que son arrestados allá, simplemente en mayo de este año detuvieron a una célula del Cártel de Sinaloa e incautaron 2 toneladas de metanfetaminas que entraban por la costa, y eso quiere decir que el tráfico por mar es como un patrón, lo cual muestra que las mismas actividades que tienen en México, las reproducen en el resto del mundo”, observó.

La investigación El Gran Salto a Europa, del organismo Organized Crime and Corruption, expone una serie de rutas que empiezan en Colombia y otros países de Sudamérica, hasta pasar por México, y seguir a España, desde donde pasa hasta otros países de la Unión Europea, cuyo esquema no sólo incluye mover droga, sino también mover millones de euros en ganancias a través de una red de empresas financieras.

“El modelo de negocio lo conformaba una especie de confederación flexible entre criminales colombianos, mexicanos, españoles y neerlandeses, trabajando codo a codo para presuntamente ocultar, transportar, procesar y vender grandes cantidades de cocaína”, se lee en la investigación.

Y sin embargo, según observa Debruyne, los cárteles mexicanos como tal, no existen como en México, donde están armados y controlan territorios enteros, sino se trata de pandillas o grupos criminales locales que compran la droga a narcotraficantes mexicanos, muchas veces independientes, y así es como se establece la relación.

“En Estados Unidos es igual”, observó el mismo distribuidor de Utah entrevistado para esta investigación. “Nosotros estamos aquí para asegurar que la droga llega bien con el comprador, pero quienes controlan el terreno son las pandillas a las que les vendemos, aunque muchas veces hay mexicanos en esas pandillas, pero eso no quiere decir que el cártel de allá (de México), sea el que controla todo”.

Artículo publicado el 24 de noviembre de 2024 en la edición 1139 del semanario Ríodoce.

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