Juan Ricardo Montoya/Cortesía: Los Ángeles Press
La tarde de este sábado 15 de abril, entre 15 y 20 sicarios de una célula delictiva aún no identificada irrumpieron en el balneario La Palma del municipio de Cortázar, estado de Guanajuato, 13 kilómetros al poniente de Celaya. Ahí abrieron fuego contra una familia que se encontraba en ese lugar. Siete personas resultaron muertas, entre ellos un niño de siete años.
Testigos de los hechos aseguran que era un grupo de entre 15 y 20 individuos que portaban armas largas quienes, a sangre fría, alrededor de las cuatro y media de la tarde, dispararon contra una familia que se encontraba ahí. Les ejecutaron en menos de un minuto, luego de lo cual se marcharon con rumbo desconocido.
Uno de los testigos, que se encontraba también en el balneario, grabó un video que subió a redes sociales inmediatamente después de la masacre. En él, se le escucha decir:
«Estuvo fuerte esto, hubo disparos, muerte en el balneario. Llegaron sicarios, como 20 cabrones. Está cabrón esto; aquí en el balneario hubo disparos, armas de fuego de alto poder», relató mientras enfocaba, con la mano temblorosa, el sitio donde yacían algunos de los cuerpos de las víctimas.
De veras que no se da crédito que uno venga a convivir y llegaron sicarios y esto fue lo que pasó. Esto es un verdadero relajo».
La Fiscalía del Estado de Guanajuato informó que abrió una carpeta de investigación en la que ya se identifica a las siete víctimas como integrantes de una misma familia. Eran tres varones y tres mujeres, además del niño de siete años. Todos eran vecinos de Cortázar, municipio ubicado a poco más de 100 kilómetros al sureste de León, la capital industrial del Bajío.
El secretario de Gobierno del estado, Jesús Oviedo Herrera, oriundo de Cortázar, pidió a la ciudadanía «tomar precauciones». El gobierno municipal de Cortázar publicó un escueto comunicado por medio de sus cuentas en redes sociales en el que asegura que el Ejército y las «fuerzas de seguridad del estado» se encuentran en el municipio, además de ofrecer acompañar a los familiares de las víctimas. El texto asegura que los agresores también se robaron las cámaras del sistema de seguridad del balneario.
El obispado de Celaya y otros grupos sociales y religiosos han guardado silencio sobre los hechos.