Cortesía Río Doce.- Juan Francisco “P”, el Quillo, fue señalado como responsable de homicidio de Javier Valdez y ubicado como jefe de célula de Dámaso López Serrano, el Minilic, durante la tercera semana de juicio oral en su contra.
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En las audiencias celebradas en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en Culiacán, testigos identificaron al Quillo como autor material del crimen y la posición que ocupaba en la estructura de Los Dámaso.
Durante la semana pasada la Fiscalía Especializada en Delitos cometidos en Contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) presentó testimonios para acreditar la responsabilidad del acusado.
Una de las personas que declaró es un testigo protegido al que en una ocasión que estaba tomando cerveza con el otro involucrado y ya sentenciado, Heriberto Picos Barraza, el Koala, y con el Quillo, éste le confesó que habían matado al periodista y le mostró una pistola que recibió como pago.
El arma tiene fotografías de Dámaso López Núñez, el Licenciado; y el Minilic, en las cachas.
El testigo afirmó que el acusado trabajaba para Los Dámaso y cuando le pidieron que ubicara al Quillo en la sala de audiencias dijo “es el de color cafecito y cubrebocas clarito”.
El titular de la FEADLE, Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, señaló que este testigo es de los más importantes en el juicio.
“Es un testigo fundamental dentro del caso porque hace el señalamiento de que el acusado participó en los hechos y nos da detalles específicos sobre la participación de estas personas, nos señala que el motivo fueron las notas que escribió el periodista, que estas notas agraviaron a la gente de Eldorado, a Los Dámaso en particular, que esta persona (el Quillo) recibió en pago un arma con ciertas características por el homicidio de Javier y nos detalla las circunstancias de qué hicieron con el vehículo, cómo lo desaparecieron y la huida de estas personas hacia Tijuana después, y los motivos por los cuales se van a Tijuana para esconderse”, dijo.
Después de ese testigo declararon peritos y policías investigadores para corroborar lo que había dicho y darle credibilidad y soporte a su testimonio.
Antes del homicidio en redes sociales, la esposa del acusado publicó fotos de un automóvil Versa gris y los peritos realizaron una comparativa técnica con el vehículo captado en las imágenes de las cámaras de vigilancia cercanas al lugar de homicidio y de la ruta de escape.
Otro testigo de identidad reservada también hizo una imputación directa al Quillo, al Koala y a Luis Ildefonso, el Diablo, como responsables del asesinato.
Esa persona habló del conocimiento que tuvo de los hechos y de la participación del Diablo en el grupo de Los Dámaso.
El Diablo también disparó a Javier y fue quien se llevó del lugar el automóvil del periodista y fue encontrado asesinado y calcinado en San Luis Río Colorado, Sonora, en septiembre de 2017.
Para corroborar los dichos del testigo un agente de la Policía Federal proporcionó información sobre el Diablo.
La FEADLE pretendía llevar a declarar a la sala a un testigo que señalaba al Quillo como responsable pero falleció de causas naturales hace algunos meses.
Durante la audiencia en la que tendría que haber rendido su testimonio, los fiscales leyeron una declaración que había dado a la Fiscalía.
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Este testigo confirma que el acusado era parte del grupo de Los Dámaso, que era jefe de patrulla del Minilic y que se dedicaban al crimen organizado.
El viernes declararon los últimos dos testigos que presentará la Fiscalía en el juicio.
Las dos personas estaban en el lugar en el que se dio la orden de asesinar a Javier y señalaron como responsables al Quillo y al Minilic.
“Hicieron un señalamiento directo respecto de la responsabilidad del acusado, en ese sentido fue positivo. Estaban en el lugar donde se dio la instrucción de asesinar a Javier”, mencionó el fiscal.
La semana pasada también dio su testimonio una persona que se encontraba cerca del lugar del homicidio.
Esta persona narró que observó cómo bajaron a Javier de su vehículo y describió que los agresores traían pasamontañas que le impidieron verles el rostro pero dio las complexiones y características físicas, que una de ellas coincide con la del Quillo.
El testigo además describió el vehículo Versa gris y cómo emprende la huida seguido por el carro de Javier.
En las audiencias desahogaron los testimonios de un perito en análisis de audio y video y uno en informática para analizar llamadas telefónicas intervenidas al Koala en las que hace referencias al acusado y a uno de los testigos protegidos.
“Se presentaron intervenciones de comunicaciones de las personas acusadas que se obtuvieron con un control judicial, en particular de Heriberto Picos Barraza, que confirman que estaban huyendo en Tijuana, esa parte es muy importante ya que la teoría del caso de la defensa corresponde a señalar que vivían en Tijuana, entonces, con esto nosotros nos adelantamos a esa teoría del caso, que permiten probar que estaban huyendo en el estado de Baja California y no que vivían allá como ellos lo están afirmando”, dijo Sánchez Pérez del Pozo.
Las llamadas telefónicas fueron incorporadas al juicio como pruebas para fortalecer la teoría de la Fiscalía.
En la sala de audiencias también declararon un agente de la división cibernética y uno de investigación sobre los videos en los que se observa la huida de los agresores.
La segunda semana de juicio la Fiscalía ya había presentado videos del escape y la semana pasada incorporó otros más que fueron captados por cámaras de negocios y del sistema de videovigilancia.
“Concluimos con los videos de la huida; se describió y se vio en la audiencia el video donde abandonan el coche de Javier Valdez y donde se baja el sujeto, uno de los implicados, quitándose los guantes de las manos y reincorporándose al Versa color gris y también se estableció a través de una especialista en la materia que ese Versa color gris concuerda con un vehículo que tenía en propiedad la esposa del acusado en fechas previas al homicidio; entonces eso nos permite concluir que el acusado tenía acceso a un vehículo con esas características”, menciono el fiscal.
Según las investigaciones la persona que baja del vehículo de Javier después de chocar y se sube al Versa, es el Diablo.
El fiscal señaló que los agentes establecieron que al automóvil Versa “le sobrepusieron una placa, donde va la placa de circulación, le pusieron una placa de los vehículos nuevos que decía 2017, de estas que te dan en las agencias, para impedir que se viera la placa de circulación que le corresponde, entonces avanzamos sobre esa parte”.
Sánchez Pérez del Pozo aseguró que todos los testigos han ayudado a confirmar y fortalecer la teoría de la Fiscalía.
“La defensa se ha opuesto a la gran mayoría de todo lo que promueve la Fiscalía, se ha resuelto en beneficio de la Fiscalía en ese sentido, no se advierte hasta este momento que hayan probado algo relevante pero la defensa apenas va a empezar su caso y es donde veremos qué presentan. Hasta ahorita vamos reforzando la teoría del caso de la Fiscalía y que el homicidio se cometió con un motivo específico, una venganza por las notas publicadas por Javier”, manifestó.
Dijo que “se llegó a lo esperado del caso de la Fiscalía; todavía tenemos que presentar nuestros alegatos de clausura, el objetivo de estos es vincular cada una de las pruebas que se presentaron de manera individual ahora entenderlas de manera conjunta, entrelazadas entre sí, pero es un balance muy positivo, concluimos de acuerdo a lo esperado y esto es algo muy positivo, esperaremos ahora el caso de la defensa a ver qué testigos logran presentar y cuál es su testimonio”.
Esta semana el juicio oral continuará con las declaraciones de los testigos de la defensa.
Entre quienes acudirán a dar su testimonio, se encuentran la esposa y suegra del acusado, con las que la defensa pretende acreditar que el día del homicidio, el Quillo vivía en Tijuana.
Artículo publicado el 23 de mayo de 2021 en la edición 956 del semanario Ríodoce.