Pruebas periciales y testimoniales permitieron a la Subprocuraduría de Procesos acreditar la participación de Jesús Luna Pozos, en los delitos de lesiones calificadas y lesiones dolosas.
Dentro de la resolución, el Juez 63 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Sur, dictó sentencia de siete años y cuatro meses de cárcel, contra el luchador profesional.
En el expediente 108/2011, quedó asentado que la madrugada del 24 de abril de 2011, un amigo del ahora sentenciado arribó a un módulo de policías, localizado en calle Jacobo de Lieja y Don Páscuale, delegación Tláhuac.
En dicho sitio, el sujeto pidió apoyo de elementos policiacos para localizar un vehículo, ya que según él se lo habían robado.
Luego de pedir apoyo a compañeros, se presentaron al lugar dos uniformados quienes comenzaron a buscar el automotor, pero al llegar a las calles Don Bartolomé de Escobedo y Don Giovanni, se encontraron con Jesús Luna Pozos, propietario de la unidad.
Los policías cuestionaron a los sujetos sobre la forma en cómo ocurrieron los hechos, lo que molestó al luchador y empujó a los policías originándose un enfrentamiento.
Luna Pozos empleó sus conocimientos en lucha libre profesional para golpear en la cara a uno de los uniformados causándole fractura orbital en ojo derecho y en el maxilar, mientras que al otro policía le causó fractura multifragmentaria de huesos nasales.
Ante estos hechos, compañeros de los lesionados arribaron al lugar y detuvieron a Jesús Luna Pozos.