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RESULTADOS DEL OPERATIVO. El FBI, el sheriff de Los Ángeles y la policía de Pomona.

Autoridades estadounidenses dieron un duro golpe al narcotráfico mexicano luego que agencias municipales, estatales y federales condujeran un operativo encubierto para desmantelar a varias pandillas del sur y centro de California, que aparentemente operaban para los Cárteles de Sinaloa y Jalisco.

De acuerdo a información de la DEA, cerca de 500 agentes del Departamento del Sheriff y de la Policía de Los Ángeles, junto con elementos de la DEA, tomaron por asalto las calles del centro de esa ciudad, en busca de pandilleros que forman parte de la Mexican Mafia (la Eme), que controla la distribución de metanfetaminas, cocaína y heroína, y mantenían nexos con el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco, principalmente.

“Estas pandillas tienen décadas controlando la distribución de drogas en las calles de Los Ángeles y trabajan para esos cárteles mexicanos (de Jalisco y Sinaloa), y han sido una de las causas principales de la violencia que viven nuestras comunidades”, dijo David Downing, agente especial de la DEA.

Algunos de los narcotraficantes que han controlado la zona central de California, que incluye Los Ángeles y el Valle Imperial, fueron Javier Torres Félix el JT, y Emilio Cázares Salazar, ambos considerados por la DEA como dos de los capos que más droga traficaron a California, según observan documentos del USDOJ.

“En este caso, se trató de una investigación conjunta para desmantelar estos grupos, y esperamos que el resultado afecte las operaciones de tráfico de droga de estos grupos”, dijo Nick Hanna, del USDOJ.

El operativo policial conjunto forma parte de la investigación denominada “Terceros Sucios” (Dirty Thirds), llevaba cuatro años siendo planeada, y el objetivo era desmantelar a la Eme, tanto en las calles como en las prisiones del estado de California, y así acabar en parte con los distribuidores de droga de los capos mexicanos.

FBI. La llama ‘la banda de las bandas’.

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La estrategia de los investigadores empezó en las cárceles del condado de Los Ángeles, y logró ubicar a 83 sospechosos, a quienes les presentaron nuevos cargos por distribución de drogas para la Mexican Mafia.

La meta de las autoridades no está enfocada a presentar más cargos a los pandilleros que ya están presos, sino que tiene como objetivo identificar, afectar el liderazgo y la coordinación que hay en la red desde dentro con los líderes de afuera en las calles, y mantienen guerras con otras pandillas, como es el conflicto entre los Sureños contra los Norteños, que ya ha cobrado cientos de vidas.

“El problema es que muchos Sureños se han mudado al norte, y ello ha provocado conflictos, sobre todo porque la Eme controla a los Sureños en 13 estados, además de tener conexiones con la MS-13, lo que les da mayor control para mover drogas por todo California”, dijo Downing.

De acuerdo a un ex convicto de California que vive en la sierra de Badiraguato, y a quien Ríodoce tuvo acceso, la guerra entre pandillas siempre ha existido, pero ahora están peleando por controlar la distribución de droga, pues ya se dieron cuenta que ahí está el dinero.

“Y si les tumban a un distribuidor allá (en Los Ángeles), afecta aquí, pues necesitan vender la droga para que la gente de aquí tenga ingresos, de otro modo, no hay dinero ni allá ni acá”, dijo el ex presidiario, quien en su momento estuvo unido a los “Norteños”.

El operativo policial sería el inicio de una serie de actividades a realizar, y tiene como objetivo detener el tráfico de droga, la violencia en las calles, y desmantelar a pandillas como la Eme, la MS13, los Norteños y los Sureños, convertidos en los principales distribuidores de drogas en la ciudad de Los Ángeles y otros municipios del estado de California.

Según documentos del USDOJ, el Cártel de Sinaloa es quien mayormente controla ese estado americano, aunque la DEA ha hecho observaciones recientes que el Cártel de Jalisco Nueva Generación ha entrado fuerte a pelear la plaza, no sólo en California, sino en los municipios fronterizos entre México y Estados Unidos, como Tijuana y Ciudad Juárez, donde los índices de violencia han aumentado.

Artículo publicado el 27 de mayo de 2018 en la edición 800 del semanario Ríodoce.