El Vaticano presentó este viernes la primera encíclica de Francisco, Lumen fidei -La luz de la fe-, en la que subraya la necesidad de recuperar la fe en una época como la actual “en la que el creer se opone al buscar y la fe es vista como una ilusión, un salto al vacío que impide la libertad del hombre”.
La encíclica ha sido escrita en un tiempo récord, cuatro meses escasos después de ser elegido Papa, y en la misma recoge algunas reflexiones sobre la fe escritas por Benedicto XVI antes de renunciar al papado y el texto se suma a las encíclica de Ratzinger sobre la caridad y la esperanza. “Es urgente recuperar el carácter luminoso propio de la fe, pues cuando su llama se apaga, todas las otras luces acaban languideciendo”, subraya el papa Bergoglio en el texto, en el que asegura que si desapareciera la fe en Dios de nuestras ciudades, “se debilitaría la confianza entre los hombres, que quedarían unidos sólo por el miedo”. “Por esta razón no debemos avergonzarnos de confesar públicamente a Dios, porque la fe ilumina la vida social”, asegura.
Francisco señala asimismo que la fe no es un presupuesto que hay que dar por descontado, “sino un don de Dios que debe ser alimentado y fortalecido”. En el texto, el papa argentino echando mano de Juan Pablo II dice que la fe y la razón se refuerzan mutuamente, que los sacramentos son fundamentales para la transmisión de la fe y que el primer ámbito que la fe ilumina es la familia.
El matrimonio y la JMJ
El pontífice subraya que el matrimonio es la unión estable entre un hombre y una mujer y les exhorta a cultivar la fe en la familia, con los hijos. También señala que los jóvenes, “que atraviesan una edad tan compleja”, deben sentir la cercanía y la atención de los padres y de la comunidad eclesial.
Destaca la importancia de las Jornadas Mundiales de la Juventud -la próxima será del 22 al 28 de julio en Río de Janeiro- y dice que son momentos en los que los muchachos “manifiestan la alegría de la fe, ya que aspiran a una vida grande”.
Francisco escribe también que la fe está unida a la esperanza y hace un llamamiento: “No nos dejemos robar la esperanza, no permitamos que la banalicen con soluciones y propuestas inmediatas que obstruyen el camino”.
La encíclica -carta solemne que dirige el Papa a los obispos y fieles católicos del mundo- Lumen Fidei fue firmada por el pontífice el pasado 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo, los patrones de la Iglesia de Roma. Está dividida en una introducción, cuatro capítulos y una conclusión y ocupa 85 páginas.
Desglose por capítulos
El primer capítulo se titula “Hemos creído en el amor”, y trata sobre la escucha de la llamada de Dios; el segundo “Si no creéis, no comprenderéis” y en el mismo el Papa demuestra la relación entre la fe y la verdad. El tercero se titula “Transmito lo que he recibido” y se centra en la nueva evangelización, ya que la encíclica se enmarca en el Año de la Fe, abierto por Benedicto XVI en octubre del pasado año y que concluirá en noviembre próximo. El cuarto capítulo, “Dios prepara una ciudad para ellos”, se refiere a la relación entre la fe y el bien común.
El texto fue presentado por el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, y los arzobispos Gerhard Ludwig Muller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe -el ex Santo Oficio-, y Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización.
Cómo evitar los robos de tu Hogar o Negocio en Verano