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Un miembro eminente de la Academia Sueca fustigó el viernes el comportamiento “arrogante y maleducado” de Bob Dylan, que ha guardado silencio desde que se anunciara su premio Nobel de Literatura el 13 de octubre.

Dylan, de 75 años, no ha respondido a las repetidas llamadas telefónicas de la Academia ni ha reaccionado de ninguna forma al anuncio de su premio, celebrado por unos y criticado por otros, y que provocó un gran revuelo en las redes sociales.

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“Es maleducado y arrogante. Él es lo que es”, dijo el académico Pär Per Wästberg, cuyas declaraciones fueron recogidas por la televisión pública SVT.

La misma noche del anuncio, Dylan ofreció un concierto en Las Vegas en el que se limitó a cantar, sin decir nada a su público. Terminó su espectáculo retomando la canción de Frank Sinatra “Why try to change me now?” (“¿Por qué intentar cambiarme ahora?”), un posible guiño a su proverbial aversión a los medios.

Su cuenta de Twitter publicó los fallos de la Academia Sueca y las felicitaciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la mención “Laureado con el Premio Nobel de la Paz” apareció en su página web cuatro días después. Sin embargo, hoy viernes, esta mención había desaparecido.

“Es una situación absolutamente inédita, pero puede manifestarse hasta la fiesta”, subrayó Per Wätsberg, refiriéndose a la tradicional ceremonia de entrega de premios, el próximo 10 de diciembre en Estocolmo.

En su blog, Anders Bárány, miembro de la Academia Real sueca de las Ciencias, que reparte los Nobel científicos, contó que Albert Einstein también ignoró a los académicos tras su premio de Física en 1921. En 1964, el escritor y filósofo francés Jean-Paul Sartre rechazó el premio Nobel de Literatura.

Pero un rechazo no cambiaría nada, el nombre del laureado seguiría grabado en el mármol del palmarés Nobel, recordó la escritora y redactora jefa de las páginas de Cultura del diario Aftonbladet, Asa Linderborg, quien opina que Dylan no acudirá a Estocolmo.

“La hipótesis de su asistencia a Estocolmo el 10 de diciembre cada vez es menos plausible, sobre todo tras las declaraciones de Pär Westberg”, escribió Linderborg.