Inaugurado por el presidente de la República y presentado como el mural más grande de América, el Macromural Palmitas prometió contribuir a la mejora de la convivencia social, disminuir la inseguridad, mayores empleos en el Estado de Hidalgo… pero, 14 meses después del acto protocolario, los supuestos beneficiarios transitan entre el pesar, la decepción y el resentimiento.
Por Emmanuel Ameth/LAP
PACHUCA, Hidalgo.- El mural más grande de América, el Macromural Palmitas (Cubitos Painting Proyect), inaugurado y promovido por el presidente Enrique Peña Nieto, encontró una fugaz relevancia mundial gracias a la cobertura obtenida en medios internacionales, e incluso, por las menciones que Britney Spears y Ashton Kutcher realizaron en sus respectivas páginas, donde más allá de su aportación artística, se destacó que el mismo contribuyó a la mejora de la convivencia social, que disminuyó la inseguridad, que su atractivo brindaría mayores oportunidades de emprendurismo a sus habitantes y hasta que habría mayores empleos en el Estado de Hidalgo. Sin embargo, 14 meses después del acto protocolario, los supuestos beneficiarios se sienten defraudados por todas las promesas que les fueron hechas.
Además de no obtener ninguno de los beneficios pactados por los organizadores, bajo su altruista propósito también se esconde un oscuro episodio sobre corrupción en la que participaron las autoridades mexicanas. Si bien la cifra podría no ser muy llamativa en cuanto a su monto –unos 300 mil USD-, dado que los políticos mexicanos se han caracterizado por fraudes multimillonarios en los últimos años, no deja de llamar la atención el aprovechamiento monetario que se hace hasta de los proyectos que mejores intenciones guardan y que ennegrecen los objetivos perseguidos.
La ingratitud y el dispendio de recursos
Tal vez el peor escenario en el que el Proyecto del Macro Mural de Palmitas pudo haber nacido es aquel en el que todas las esferas de gobierno involucradas pertenecieran al Partido Revolucionario Institucional, organización política caracterizada por su corrupción en el territorio mexicano, lo cual facilitaría la permisión de unos a otros para la obtención de jugosos beneficios, porque el registro de los recursos financieros aplicados para la realización del proyecto guardan inconsistencias que evidencian corrupción y colusión de autoridades.
Por un lado el gobierno federal destaca que mediante el Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred) se destinó la financiación de 500 mil pesos -300 mil USD- al gobierno de Hidalgo para que aplicase dicho recurso (0000400277016), en tanto que el estatal reafirma la misma operación de dicho monto a través del Consejo Estatal de Seguridad Pública (00280316).
Sin embargo, la alcaldía de Pachuca manifestó haber erogado (00280216), por su cuenta, 5 millones 455 mil 235.80 pesos -327 mil USD-, condición por la que el monto original etiquetado se habría incrementado a más de 600 mil USD en su conjunto.
Es de destacar que la pintura y el material de aplicación usados para la pintura de las 209 casas y sus respectivos 20 mil metros cuadrados de superficie fueron donados por la Fundación Corazón Urbano de Comex (https://twitter.com/PinturasComex/status/625682776499449857).
No es la primera vez que Comex, a través de su Fundación Corazón Urbano, realiza este tipo de labores en territorio hidalguense. En Tizayuca mediante el programa “Esta es tu casa” fueron donados 500 kits que incluían 20 litros de pintura, 20 litros de sellador, 1 charola, 2 rodillos y 2 brochas, por un valor en el mercado que ronda los 3 mil pesos por paquete. Para el caso de Pachuca, dados los colores usados, los paquetes otorgados a cada familia rondaron un costo unitario promedio de 5 mil pesos.
En cuanto a la mano de obra, ésta fue realizada por los mismos habitantes de la demarcación bajo la asesoría de la empresa señalada y con la dirección del Colectivo Germen Crew, por lo que el único ‘gasto’ realizado habría sido usado para el pago de 50 cursos y talleres de capacitación, 42 pláticas vecinales y 24 reuniones de intervención social, aunque, al haber sido realizadas estas por las autoridades municipales como una actividad dentro de sus funciones, no tendría por qué haber representado costo alguno excedente al presupuestal.
La ingratitud del gobierno de Hidalgo o bien, su rapaz predisposición para desaparecer recursos les llevó a afirmar en la solicitud de transparencia referida (00280316) que “La empresa Comex no tiene ninguna aportación económica dentro del proyecto, es decir, es un contrato interno entre la Empresa Contratista y la empresa Comex”, no dignándose en referir que ésta hizo la donación del material ocupado.
Respecto de este asunto en el que las autoridades niegan cualquier aportación de la empresa, Lidya Fresnedo, Gerente de Relaciones Públicas de Comex, prefirió hacer mutis y sepultar el caso –aún bajo el razonamiento de que si no es la autoridad quien mintió en uno de sus canales oficiales, lo sería la empresa que esta representa-.
¿Por qué el colectivo minimizaría y/o negaría la aportación de Comex?
Germen Crew, como se aprecia en una entrevista publicada en Planisferio, es un colectivo nacido hace 4 años, que cuenta con alrededor de diez integrantes, y que a diferencia de otros colectivos en los que existe una formación académica interdisciplinaria, el 85% de sus integrantes tiene una preparación autodidacta que se dio en la calle, es decir, pintando graffitti.
Con todo y que no son el único colectivo que existe en el país, además de las características descritas arriba, ellos recibieron directamente el llamado por parte de algún funcionario de la Secretaría de Gobernación para que estos se presentasen en Pachuca y decidieran su participación en el proyecto.
Por ello, si bien llama la atención, tampoco causa sorpresa que al igual que el gobierno del estado de Hidalgo, el Colectivo Germen Crew niegue que Comex haya hecho alguna donación (¡¿?!), además de que, según su propia versión luego de ser contactados a través de su página oficial, ellos elaboraron diagnósticos y talleres que les fueron pagados por Pronapred, en tanto que aseguran, el ayuntamiento de Pachuca hizo otro tipo de actividades en el polígono…
Lo cierto es que además de la ingratitud de negar apoyos que seguramente la empresa entregó con la mejor de las disposiciones, incluso si no hubiesen sido donadas –en un hipotético, porque la dación se hizo-, aún habría qué esclarecer qué sucedió con los restantes 9.5 millones de pesos que sobraron luego de la compra del material, es decir, si el Colectivo habría cobrado la totalidad de ese recurso, o como se vislumbra, el beneficio fue compartido con las autoridades mexicanas involucradas.
La mayor parte de los locales cerrados. Foto: Emmanuel Ameth
La mayor parte de los locales cerrados. Foto: Emmanuel Ameth
La delincuencia sigue delimitando oportunidades
Como ejemplo sobre la prevalencia de la delincuencia en Palmitas, basta señalar que en los últimos dos años, existe un Despacho Contable que pese a contar con circuito cerrado y de acompañar sus denuncias con evidencia sobre los probables responsables, son ya tres veces que ingresan al interior del inmueble para robarlo. La última ocasión los ladrones hicieron un agujero en donde todavía se pintaba el mural.
Basta realizar una visita entre semana para darse cuenta de que los beneficios tan cacareados por las autoridades mexicanas se quedaron en el discurso. Con la mayor parte de los locales en la avenida principal cerrados además de una escasa clientela en los abiertos, rápidamente se aprecia que el turismo no repuntó además que, luego de conversar con los vecinos del barrio, también fue identificada la persistencia de problemas con la delincuencia.
De acuerdo con versiones de los comercios allí instalados, ha habido quienes, incluso, decidieron abandonar los locales rentados a una semana de haber levantado su negocio, derivado de que los ladrones han ingresado para sustraer sus pertenencias.
He aquí un par de testimonios al respecto:
https://www.youtube.com/watch?v=IWqtswRRXWs&feature=youtu.be
Insertar video
https://www.youtube.com/watch?v=UD37mcHcS2I&feature=youtu.be
Mención aparte merecen las cifras alegres que proporcionaron las autoridades sobre un 35% de disminución de diversos tipos de delitos en la demarcación donde se encuentra el Macro Mural de Palmitas, por dos razones particulares.
La primera de ellas es que la contabilidad oficial que se lleva a cabo por la SNSP, aunque es actualizada cada mes por las entidades federativas, al menos dos veces al año es sujeta a dudosas modificaciones que le restan seriedad al cálculo. Incluso, la institución estadística del país por excelencia (Inegi), es objeto de reportes de delitos que carecen de veracidad por ser proporcionados a conveniencia.
La enorme focalización de la medición es la otra gran razón para dudar de las cifras, puesto que el Macro Mural no abarca ni siquiera la totalidad de la extensión del barrio beneficiado, por lo que se aprecia muy complejo, en particular para las capacidades de las autoridades mencionadas, desagregar los indicadores delictivos a nivel de calles en una zona que supone apenas el 0.018% de la extensión total de Pachuca, cuando incluso los informes públicos se presentan a nivel alcaldía.
Además de prevalecer la delincuencia, existe una sensación de resentimiento por haber sido abandonados. Y es que, previniendo las autoridades una mayor afluencia de visitantes, jamás hubo entre los talleres impartidos plática y/o capacitación alguna, que les permitiera aprovechar el flujo de personas que habrían de llegar a Palmitas para traducir el impacto del proyecto efectivamente en mayores ingresos que a su vez permitieran llevar una mejor condición de vida.
Una expresión urbana donde la protesta es acordonada
Pese a que el Street Art o Nuevo Muralismo es una actividad que si bien suele ser promovida a interés de las esferas gubernamentales, como lo hacía el muralismo tradicional -aunque no en sus edificios-, en teoría conserva la rebeldía y sentido de conciencia social del Graffitti, razón por la cual es inexplicable cómo en el acto de presentación del mismo, puede recurrirse a la mordaza y la censura como sucedió con el Macro Mural Palmitas.
Y es que cuando el presidente de México Enrique Peña Nieto realizó el acto protocolario de inauguración del mismo, manifestantes de la región que tenían la intención de realizar una marcha dado su descontento por el Sistema de Transporte denominado Tuzobús, fueron interceptados y encapsulados por las autoridades para disolver su movimiento.
Además de lo dicho, durante los preparativos de inauguración, los comerciantes y los mismos vecinos no fueron invitados por las autoridades para el evento donde se mostró al público el resultado del macromural, teniendo en cambio, una serie de molestias para poder acceder a sus propios domicilios e impidiéndoles ingresar con sus propios automóviles, cuando era el caso.
También hubo incumplimiento en cuanto a que en las fotos oficiales que circulan por toda la red, los negocios de la avenida principal fueron tapados, además de que les fue prometido volver a rotular el nombre de los mismos, lo cual nunca sucedió. Es más, ni siquiera recibieron las lonas ‘provisionales’ con las que resaltarían sus locales en tanto eran pintados como se dijo.
Las críticas vertidas en redes
Sobre el Macromural de Palmitas, las críticas en redes no se hicieron esperar al ser considerada una obra que, simplemente maquilló la pobreza de los habitantes de la demarcación.
“Suena más bien a una propuesta por parte del Estado (Ayuntamiento) Pachuqueño para disfrazar la pobreza, un proyecto para que esas casitas grises de los cerros ya no se vean tan feas. A eso se le llama maquillar la realidad, y en ese sentido ‘Germen’, perdonen que los contradiga, pero Ustedes son unos decoradores.
No es nuevo, ni ajeno que el Estado y las Naciones utilicen el arte como parte de sus programas de propaganda política. Ustedes dicen que a diferencia de los muralistas no están pintando en una institución, y eso es verdad, pero aclaremos algo, ustedes están pintando para la institución, pues es el gobierno quien los llamó y encargó dicho trabajo. Y si lo que quieren es trabajar por una vivienda digna, primero hay que asegurarse que las viviendas cuenten con los servicios básicos como luz, drenaje, agua potable, alumbrado público, pavimentación, áreas verdes, trasporte público, seguridad, etcétera.
Pero bueno, tampoco hay que ser tan duros, estoy de acuerdo que este es un muralismo nuevo, un muralismos que está por todas partes, un muralismo políticamente correcto, carente de sentido crítico, pasivo pero abundante en colores, floresitas, Fridas… formas que aluden a un nacionalismo en el que ya nadie se reconoce.
En fin, mucha suerte con su récord, nos hace falta porque como estamos bien acomplejados ya saben que nos encantan los récords: la torta más grande, el taco más grande, la rosca de reyes más grande, la selfie más grande, el país más corrupto, y por qué no, el mural más grande. Felicidades, estoy seguro que les irá muy bien y pronto estarán maquillando, perdón, interviniendo artísticamente otros barrios”, posteó Chavis Marmol.
El usuario Polo Castellanos, cuestionó el título de Nuevo Muralismo: “¿Muralismo nuevo? de nuevo no tiene nada y de muralismo tampoco. No sólo carecen de una argumentación coherente sino que encima pretenden justificar la decoración de exteriores y el maquillaje de la realidad desde una postura sin fundamento y totalmente institucional. El muralismo es una narrativa y el muralismo actual desde hace muchos años trabaja, entre otras cosas, desde la construcción colectiva y comunitaria de esa narrativa que tiene una utilidad social, no desde el circo y la imposición. Sin demeritar el trabajo que se hace como ARTE URBANO queda analizar si esta intervención en el espacio público es arte. ¿Por qué les cuesta tanto trabajo ubicarse en el contexto del arte urbano? ¿Es tanta la necesidad de reconocimiento que tienen que tergiversar otras disciplinas o de hacer creer que están inventando el hilo negro?”.