Maquiavélica, Anayely Muñoz, jefa de prensa de la campaña de Lorena Martínez quería pagarme alreddor de 30 pesos por boletín publicado cuando les apoyaba en su campaña mientras que a un trabajador que me ayudaba le oferecía 500 pesos al mes para dividir al medio: como si les pidiera limosna, no los quise y Alejandro Macias, jefe de prensa del PRI se prestó al juego sucio mientras repartían millones a sus amigos y sicarios protegidos.
El gobernador pidió a su también trabajador que me molestará y que me golpeara a cambio de seguir con su hueso y se me fue con 1150 pesos sin antes amenazarme con no dar a conocer la clase de persona que es.
Chava Flores llegó pidiéndome el voto hasta mi casa (el que por supuesto le negué) y preguntándome de qué vivía, le dije que de milagro y que este 2016 lo hacía con el dinero de la venta del rancho que mis padres me dejaron.
Hoy toca ir al Monte de Piedad, mientras a otros les regalan hasta 60 mil pesos en el municipio por medios que ni siquiera existen, pero que están apadrinados por algún panista como en los mejores tiempos de la prensa priísta.
El problema no es Objetivo7, es la población porque una prensa sicaria hace a una sociedad sicaria. En Objetivo7 no somo perfectos pero tenemos valores más grandes que muchos que andan tras los dineros lamiendo botas y echando flores a los puercos.
Si el gobernador es tan hombre que venga el solito a buscarme que al cabo como es de borracho no sabe ni lo que hace. Y si este personaje de cantina no esta en la lista de gobernadores ladrones es por que toda la prensa de Aguascalientes está bajo su manto o el de su amigo Martín Orozco. Pronto lo van a traicionar como ya lo hizo José Luuis Morales luego de que el gobernador le comprara hasta los boletos de sus eventos para que no perdiera millones el comunicador.
Entre la persecución fascista-policíaca de Toño Martín y del enano Lozano y la censura, Objetivo7 va rumbo a sus 6 años, pese a quien le pese.