La pugna territorial
por: Nelda Ortega/ Mazatlán en 25 septiembre, 2016
“El Cártel de Sinaloa está dividido, fraccionado y debilitado”: general Alfonso Duarte
Río Doce.- La pugna por el control del territorio de Joaquín Guzmán Loera mantiene a la sierra sinaloense en un conflicto que tiene perfectamente identificado el Ejército, sostuvo Alfonso Duarte Múgica.
El general que tiene bajo su mando a las fuerzas castrenses que operan en Sinaloa y Durango, indicó que están ante un Cártel del Pacífico que actualmente está dividido, fraccionado y debilitado.
Declaró que se está en la época propicia para sembrar enervantes, principalmente amapola y mariguana, por lo que nuevos grupos armados están tratando de tener el control de las fuerzas de producción.
“Anteriormente, antes de la detención del Chapo Guzmán, todo estaba en forma equilibrada, los que se dedicaban a sembrar y cosechar estos enervantes ya sabían a quién tenían que entregar la droga y recibir el recurso económico, ahora con toda esta desestabilización que hay, se están generando amenazas en contra de aquellos grupos que se resisten al nuevo control de estos grupos armados y por eso es que está habiendo algunas ejecuciones en ese sentido, principalmente en el área de La Tuna, en Badiraguato”, explicó.
Recientemente decenas de familias se vieron desplazadas por los altos índices de ataques violentos que se registran en esa zona.
“Sabemos perfectamente bien que hay un conflicto entre Alfredo Beltrán Guzmán, junto con el Guano, que es el hermano del Chapo Guzmán y que ahí ambos están disputando el control”, aseveró el comandante de la Tercera Región Militar, con sede en Mazatlán.
A Alfredo Beltrán Guzmán —hijo del Mochomo, Alfredo Beltrán Leyva— le llaman el Dos Banderas o el Dos Caras, porque precisamente su papá es medio hermano del Chapo Guzmán, dijo.
El Mochomito está identificado por las fuerzas federales como una persona aliada del grupo de los Beltrán Leyva, quienes patrullan las superficies serranas para controlar las áreas de producción que anteriormente tenían los Chapos.
El mando militar observó que el sur de Sinaloa no está exento de este tipo de reacciones entre ambos grupos.
“Ahorita, en lo que respecta al sur de Sinaloa, se pretende la plaza de Mazatlán, también está en disputa por estos grupos, es lo que se está viendo precisamente con los homicidios que están ocurriendo con personas que se dedican al narcomenudeo”, señaló.
Aquí, agregó, el grupo de los Beltrán contra gente que viene de Tepic, Nayarit, mantiene la pugna para desplazar a los grupos que se encuentran aquí del Cártel del Pacífico, que es controlado por el Chapo Guzmán.
“No es una guerra, tenemos que ver que los grupos de poder que no son legales para poderse legitimar ellos tienen que actuar de dos maneras; uno a través del “apanicamiento” de la sociedad y de las autoridades y otro a través de la corrupción; estos dos procedimientos es lo que genera impunidad para la delincuencia organizada, estas actividades aunque ellos actúan de forma innata, algunos tienen cualidades innatas para llevar a cabo estas operaciones, sin embargo, siempre están actuando al margen de la ley”, dijo.
Y lo que está ocurriendo y ha ocurrido siempre, expuso, en grupos delictivos que han crecido, los han combatido, han sido puestos a disposición o bien, han sido eliminados por parte de la misma delincuencia, entonces es un fenómeno que se recicla constantemente y que esto las autoridades, el estado tiene que llevar a cabo su intervención a fin de garantizar la seguridad del resto de la sociedad, tal como se está haciendo.
“Estamos hablando de un porcentaje mínimo del dos o tres por ciento de gente que se dedica a este tipo de actividades y que afectan las actividades de la sociedad que corresponde al 97 por ciento”, estimó.
Aunque cada vez el uso de armamento sofisticado y granadas es más común, los ataques se caracterizan por el factor sorpresa contra personas que se encuentra desarmada o en desventaja, actúan con fuerza, los levantan, los secuestran, los torturan y proceden a la eliminación, indicó.
—¿Entonces las ejecuciones que se continúan efectuando en Mazatlán y Culiacán y el resto del sur de Sinaloa, como El Rosario, obedecen a esos grupos que se están debilitando mutuamente?
—Efectivamente.
—¿Qué está haciendo la autoridad ante esto?
—Estamos llevando a cabo patrullajes constantes, igualmente las fuerzas de seguridad pública, a manera de llevar acabo la detención de todos estos elementos, cosa que se ha logrado, sin embargo todavía están sucediendo este tipo del eventos, en los cuales las labores de coordinación se lleva tiempo para poder detectar a estos grupos.
El miércoles por la mañana, el Ejército asestó un golpe a la delincuencia organizada con el aseguramiento de una avioneta procedente de Mexicali y que tenía como destino la ciudad de Culiacán.
Duarte Múgica detalló que el trabajo de inteligencia realizado por el Ejército permitió detener a la tripulación y asegurar armas, equipo de comunicación y dinero en efectivo, resultados que son parte del despliegue implementado.
Blindaje en el sur
El Ejército cuenta con información que le permite ubicar el intento de los Beltrán por ingresar a Sinaloa para apoderarse de la plaza.
“Tenemos un puesto de control militar en la carretera que une la autopista, en San Miguel de la Atarjea, donde se llevan a cabo revisiones de vehículos para detectar armas y droga con lo que se han obtenido aseguramientos”, indicó.
Se hacen patrullajes, agregó, en las inmediaciones para evitar que los grupos delictivo evadan la revisión y hasta el momento han logrado contener un poco este tipo de acción.
“Este puesto de control lo consideramos estratégico para llevar a cabo el control de todo lo que proviene del sur, principalmente de Nayarit”, explicó.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sabe que son los Beltrán Leyva quienes que están queriendo ingresar por la sierra y controlar las áreas de producción.
“Ha habido muertes, recientemente en Cacalotán, en el municipio de El Rosario se tiene ese conflicto entre los grupos armados”, expuso.
El Ejército trabaja en la observación de los conflictos familiares que históricamente se han manifestado en la sierra rosarense, de aquellos que se relacionan con grupos armados, pues éstos aprovechan esta condición para filtrarse e involucrarse, con lo que estarían ganando territorio.
En el caso de Cacalotán, precisó, se continúa la investigación.
Ante la debilidad de los grupos que anteriormente tenían el control de esas áreas, otros líderes de otras áreas quieren acrecentar sus áreas de control y es lo que está ocurriendo en estos momentos allá en San Ignacio, Dimas y San Miguel de las Cruces, Durango, sitios donde hay mayor presencia de tropa para evitar que haya más violencia.
—¿No va a parar esta situación hasta que un grupo tome el control?
—No vamos a aceptar nunca que ellos son los que ganen porque tenemos una fuerza militar suficientemente adiestrada para poder llevar a cabo el combate a todos estos grupos armados, tanto las autoridades civiles como militares han llevado a cabo acciones para debilitar a la delincuencia organizada y todo lo que está ocurriendo actualmente es producto de un proceso de debilitamiento de un Cártel del Pacífico –también llamado Cártel de Sinaloa- que actualmente está dividido, está fraccionado y está debilitado.
Definitivamente, al estar debilitándolo el que gana es la sociedad en su seguridad, consideró.
“Quieren entrar otros grupos, no los vamos a dejar y para eso contamos con el apoyo de la sociedad a través las denuncias que hacen y que ya han sido bastantes, hay mucha información porque confían en nosotros”, sostuvo.
Del Grupo de Reacción
El 6 de septiembre entró en funciones el Grupo de Reacción para brindar seguridad en dos de las ciudades que fueron calificadas entre las más violentas del país.
A la fecha, dijo, se han hecho tres reuniones, dos en Mazatlán y una en Culiacán, en las que se da seguimiento a los resultados.
Mencionó que el intercambio de información con todos los directores de seguridad pública, de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con la fiscalía federal, Cisen, Tercera Región Militar y Novena Zona Militar, permitió definir acciones para mantener la seguridad.
Existe el interés de que Mazatlán esté tranquilo por el desarrollo y crecimiento económico que está teniendo en el turismo, aspectos que obliga a las corporaciones garantizar la seguridad, añadió.
“Hubo un incremento de efectivos aquí en Mazatlán”, precisó.
—¿De militares?
—No, de policías principalmente, y esto de alguna manera, a partir del 6 de septiembre ha evitado que se sigan suscitando actos violentos, de homicidios dolosos como los que había anteriormente, estaban amaneciendo entre diez y ocho homicidios diarios en Mazatlán, están ocurriendo pero en menor cantidad y hay días en los que son saldos blancos”.
10 años de combate
A 10 años de la incursión del Ejército al combate contra el narcotráfico, labor que inició en el sexenio de Felipe Calderón, Duarte Múgica sostuvo que no hay guerra, sino el uso de la fuerza militar.
La acepción militar excluye del vocabulario la palabra guerra.
“En este caso, no es una guerra lo que nosotros estamos llevando a cabo, son operaciones, es una lucha contra la delincuencia organizada, y no es una guerra porque no estamos empleando armamento de mayor calibre, no estamos empleando otros equipamientos militares que se podrían emplear y que sin embargo únicamente estamos llevando a cabo nosotros la administración de la fuerza”, sostuvo.
Sinaloa, añadió, es cuna del narcotráfico y una entidad agropecuaria en la que además se desarrolla la actividad turística y de negocios, y sólo un porcentaje mínimo de la población es la que se dedica la producción de enervantes.
“Tenemos registradas en Sinaloa 917 comunidades rurales en las cuales nosotros hemos llevados a cabo destrucción de plantíos, es gente campesina que informa que no tiene otro medio para subsistir, pero también son explotados por la delincuencia organizada, les pagan por el producto un precio bajo”, señaló.