Diego Castañón y los sindicatos cooptados por el crimen organizado

Tulum: paraíso en guerra

Tulum, emblema del Caribe mexicano, enfrenta la violencia que desangra turismo, ingresos y vidas mientras los cárteles rebasan a las instituciones locales.

El paraíso boutique del Caribe mexicano, como se le conoce a Tulum, se ha convertido en un territorio en disputa donde la violencia del narco, el debilitamiento institucional y el declive turístico avanzan en paralelo.

Despacho 14

El violento oficio de escribir

Alfredo Griz/Los Ángeles Press

La joya del Caribe mexicano sangra turismo, dinero y vidas mientras la plaza se la disputan facciones del narco y las instituciones locales miran a otro lado.

Tulum, otrora símbolo de la “boutique paradise” mexicana —playas vírgenes, hoteles de lujo hechos de madera y bambú, y una clientela dispuesta a pagar por exclusividad— hoy exhibe un rostro distinto: balazos en colonias, líderes del crimen capturados y asesinatos de funcionarios que evidencian el grado de ofensiva que los grupos criminales han desplegado en la plaza. La disputa se cobra vidas, cierra negocios, y erosiona la principal fuente de riqueza de la región: el turismo. Los impactos ya son medibles y la responsabilidad pública tiene nombres, apellidos y fechas que no se pueden eludir.

Quiénes mandan (y pelean) “la plaza”

En los últimos 24 meses las fuerzas en disputa en Tulum se han consolidado en dos dinámicas principales:

1. Facciones afines al Cártel de Sinaloa —las llamadas células vinculadas a “Los Chapitos” y sus desprendimientos locales— han logrado posicionarse en la venta al menudeo, la extorsión a comercios y en el control territorial sobre rutas y puntos de venta. En junio de 2025 se detuvo a una célula conocida localmente como Los Compich, con aseguramiento de armas y equipo táctico; entre los detenidos está un sujeto identificado como líder regional. Ese hecho confirmó la presencia y organización de esa facción en la plaza.

2. La presencia y llegada del CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación) —confirmada por procuradurías y recogida por reportes locales— ha convertido a la región en un teatro de rivalidad entre grandes carteles y células afines. El fiscal estatal ha reconocido operatividad del CJNG en destinos como Cancún y Tulum, lo que habla de pugnas intercartelarias con impacto local.

Además, existen bandas y operadores locales —actores de menor escala, pero de alta incidencia— que funcionan como brazo operativo para cobros de piso, vigilancia de plazas y “cobro” a negocios y transporte. Estas redes locales son las que suelen ejecutar ajustes y provocar la violencia cotidiana que aterra a vecinos y visitantes.

La escalada letal: vidas que no vuelven

Los años recientes trajeron a Tulum episodios que hablan por sí mismos:

El asesinato del secretario de Seguridad municipal, José Roberto Rodríguez Bautista, atacado en la noche del 21 de marzo de 2025 y fallecido en traslado al hospital: un golpe directo a las instituciones locales que exhibe la capacidad de fuego de los agresores y el riesgo de ejercer funciones públicas en el municipio. Ese hecho ocurrió apenas días después de un ataque a las oficinas de la Fiscalía en Tulum, lo que subraya la audacia de las células que operan allá.

Por otro lado, las detenciones de líderes locales: el arresto, el 5 de junio de 2025, de José Benjamín (alias “El Cuervo”) y otros dos presuntos integrantes de la célula Los Compich (afín a Los Chapitos), con aseguramiento de armas largas, granada y droga, documenta organización y armamento de alto poder en la zona. Las capturas confirman la presencia de células con jerarquía y logística propias.

¿Qué significa esto en vidas humanas? Las fuentes abiertas y los recuentos periodísticos muestran picos de ejecuciones y homicidios dolosos en 2023–2024 y episodios de violencia de alto impacto en 2025; al mismo tiempo, estadísticas estatales recogidas por observadores internacionales registran que la entidad (Quintana Roo) tuvo una reducción relativa de homicidios en 2024 respecto a 2023 (≈740 en 2023 a 689 en 2024), lo que no contradice que en Tulum se hayan registrado picos localizados y episodios extremadamente graves (asesinatos selectivos, atentados). El dato esencial aquí es éste: aunque la cifra estatal pueda mejorar en porcentajes, Tulum ha vivido episodios concentrados y letales con altos costos humanos que afectan la gobernabilidad local.

La herida económica: el turismo y el cierre de negocios

Tulum no es sólo un municipio: es un ecosistema económico dependiente del flujo de turistas. El impacto es palpable y cuantificable en la serie de indicadores oficiales y en la constatación de actores privados:

Ocupación hotelera: los reportes oficiales de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo y los análisis periodísticos marcan una tendencia de enfriamiento en 2025. En septiembre (comparación interanual) la ocupación de Tulum cayó del 66.7% (septiembre 2024) al 49.2% (septiembre 2025) —una caída de 17.5 puntos porcentuales que representa una pérdida de demanda concentrada en meses críticos. Eso se ha traducido en cancelaciones, habitaciones vacías y presión sobre tarifas y empleos.

Visitas acumuladas: informes recientes señalaban que, en periodos interanuales, Tulum recibió cifras del orden de 1.3–1.4 millones de visitantes entre enero y octubre en determinados cortes de 2025, pero la caída de ocupación y la pérdida de turistas extranjeros (segmento de mayor gasto) erosionaron la facturación esperada. Las asociaciones hoteleras y medios especializados documentaron pérdidas sectoriales y ajustes en contratación.

Cierres y quiebras: durante 2025 proliferaron notas que documentaron cierres temporales y definitivos de restaurantes, bares y tiendas, especialmente en zonas donde la incidencia delictiva y la percepción pública de riesgo aumentaron. Reportes de la industria y columnas especializadas hablan de “hoteles vacíos y vuelos en picada” y de restaurantes que anuncian quiebra tras meses de baja ocupación.

¿Cuánto se ha perdido exactamente?

Hay datos oficiales públicos (ocupación, número de visitantes) y hay datos privados (facturación por turismo, tarifa promedio diaria —ADR—, gasto promedio por visitante) que permiten construir una estimación económica del daño. Para dar una cifra verificada y reproducible hace falta cruzar:

1. Ocupación hotelera por mes (Sedetur / Asociaciones de Hoteles).
2. Tarifa diaria promedio y estancia media (fuentes hoteleras/ASOCIACIONES).
3. Gasto promedio por turista (SECTUR / encuestas).

Con los descensos de ocupación ya documentados —por ejemplo, la caída de 17.5 puntos porcentuales en septiembre de 2025— y tomando como referencia un ADR histórico conservador, las pérdidas en ingresos por hospedaje y servicios pueden estimarse en decenas de millones de pesos mensuales durante la temporada baja o en periodos críticos. No obstante, para obtener una cifra precisa es necesario cruzar los datos de ocupación, tarifas y gasto promedio por visitante.

Sindicatos y captura: el tejido social vendido

La captura de estructuras sociales y laborales es un clásico de la estrategia criminal: controlar transporte, servicios y espacios públicos facilita el cobro de piso y la logística. En Tulum hay indicios periodísticos y judiciales de que líderes sindicales y actores del transporte han sido investigados por su vínculo con redes delictivas; al menos un caso con implicaciones ministeriales ha sido publicado en prensa regional. Esto no es una generalización: no todos los sindicatos están “capturados”; pero sí hay señales concretas de infiltración en puntos estratégicos que favorecen la operación criminal (transporte, acceso a playas, servicios). Esa captura erosiona la economía formal y crea redes de impunidad asistida.

• La inoperancia municipal: actos, omisiones y costos políticos
• La responsabilidad del gobierno municipal es central y medible en actos concretos:
• La muerte del secretario de Seguridad no es sólo tragedia: es un indicador de fragilidad institucional y de fallas en la protección de mandos y en la inteligencia preventiva. Que un miembro clave del órgano de seguridad local sea asesinado en la vía pública es una señal de que la plaza no está dominada por el Estado.

La percepción ciudadana y empresarial —documentada en notas y en denuncias públicas— pinta a la alcaldía como reactiva y de imagen, con respuestas que no han sido suficientes para contener la violencia estructural y la extorsión. Hay, además, una brecha que se abrió entre los anuncios de reducción en las estadísticas estatales y federales y la experiencia local: mientras el discurso oficial se apoya en porcentajes de baja de homicidios, la ciudadanía y los prestadores siguen viendo operativos, cierres y muertes selectivas. Esa brecha alimenta la narrativa de inoperancia.

Consecuencia política: la inacción (o la percepción de inacción) erosiona la autoridad municipal, golpea la inversión y empuja a cámaras y empresarios a pedir intervenciones estatales y federales. En la práctica, eso genera dependencia de operativos federales y pérdida de control local.

Patrón de daño: violencia → miedo → pérdida económica → retroceso institucional

El ciclo es claro:

• Violencia y ejecuciones (ajustes, atentados, asesinatos selectivos).
• Percepción de riesgo y titulares (medios nacionales e internacionales difunden hechos de alto impacto).
• Reducción de turistas y cierre de negocios (ocupación hotelera a la baja; quiebras de restaurantes y comercios).
• Erosión de recaudación y empleo (ingresos por hospedaje, alimentos, transporte y tours disminuyen).
• Dependencia en operativos fuente-exógenos y pérdida de control local (consecuencia política de la inoperancia).

Lo que revelan los números (resumen de lo más importante)

Detenciones relevantes: junio 5, 2025 — captura de tres integrantes de Los Compich / afines a Los Chapitos con armas y droga. Ese golpe confirma la estructura local y su armamento.

Asesinato institucional: marzo 21–22, 2025 — asesinato del secretario de Seguridad municipal, José Roberto Rodríguez, un hecho que desnuda la vulnerabilidad estatal.

Tendencia turística 2025: caída de ocupación significativa en 2025; ejemplo contundente: 66.7% (sept 2024) → 49.2% (sept 2025), una merma de 17.5 puntos que equivale a pérdida intensa de ingresos en un mes clave.

Estado vs. plaza: aunque Quintana Roo mostró una reducción numérica de homicidios a nivel estatal entre 2023 y 2024 (740 → 689 según reportes), Tulum registra picos y episodios que golpean localmente y generan más daño social y económico que lo que un porcentaje estatal puede encapsular.

Testimonios y escena: lo que dicen los que sufren

Periodistas locales, hoteleros y comerciantes coinciden en tres reclamos: (1) cobros y extorsiones persistentes en zonas de servicio, (2) miedo para el personal que trabaja de noche, y (3) falta de comunicación y medidas efectivas del gobierno municipal para proteger comercios y visitantes. El efecto real: reducción de jornada, despidos o rotación de personal y cierre de locales que no soportaron la baja de ventas.