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Después de morir su esposa, Rob (Nicolas Cage) se aísla de todos y comienza a vivir en una cabaña, rodeado solamente de la naturaleza, pero cuando unos desconocidos le roban su cerda, deja el bosque en el que ha pasado los últimos 15 años para ir en su búsqueda. Si bien no identifica a quienes se la llevaron, piensa que Amir (Alex Wolff), el chico que cada semana lo visita para comprarle las trufas que consigue gracias a su querida mascota, está relacionado con el hurto. A partir de ahí, juntos emprenden un recorrido por la ciudad, no sólo para seguir las pistas que pudieran conducirlos hacia su objetivo, sino con aquellos lugares y personas que, de alguna manera remueven el pasado de Rob, ese que le es doloroso recordar y que, quizás, necesita aceptar, para estar mejor.

Con una narración lenta, pero funcional, en su primer largometraje de ficción: Pig (EU/2021), Michael Sarnoski (Un lugar en silencio: Día uno, 2024) deja ver un enorme talento como realizador de películas, al entregar una historia que aborda de una manera funcional y atractiva lo complejo que pudiera resultar el perder a un ser querido, pasar por un tormentoso, doloroso y largo duelo, que obliga el aislamiento total, encerrarse en sí mismo, no querer saber de nada, estancarse al grado de sobrevivir en automático a esperar el momento de partir.

Ante una situación tan triste y devastadora, probablemente sólo haya dos caminos como “solución”: terminar con la propia vida o agarrarse de alguien/algo que represente la razón para continuar y evitar la otra opción. El personaje Cage hace lo segundo, al depositar todas sus emociones y esperanzas en su amada cerda –en realidad, para el negocio de los altamente valorados hongos subterráneos, Rob no necesita a su animal, el experto en saber exactamente dónde están es él, pero la compañía que le ofrece la mascota y el amor que siente por ella, lo llevan a darlo todo por encontrarla, porque en este caso sí puede hacer algo por el ser que ama.

En su extensa trayectoria, Nicolas Cage ha interpretado todo tipo de papeles, en diferentes niveles. Títulos como Corazón salvaje (1990), Contracara (1997) y Mandy (2018), suelen mencionarse como de los más destacados, aunque posiblemente Educando Arizona (1987), El ladrón de orquídeas (2002) y Adiós a Las Vegas (1995), sean los ejemplos que, específicamente, muestren su enorme capacidad para dar vida a un personaje. Indiscutiblemente, a este último grupo, se agrega Pig, escrita por Vanessa Block y el propio Sarnoski, y disponible en MUBI, en la que el californiano ganador del Oscar y el Globo de Oro, representa magistralmente a un extraordinario chef, retirado.

Si bien Adam Arkin y Alex Wolff no están nada mal como el padre y el hijo que también experimentan sus propios conflictos emocionales, Cage se queda con la atención al entregar una actuación cruda, de pocas palabras, pero acciones y, sobre todo, un lenguaje no verbal muy puntual y expresivo: no solamente su rostro encogido, su ceño arrugado, su mirada y sus casi invisibles gestos comunican más que cualquier diálogo, sino toda su apariencia desaliñada, el ni siquiera lavarse para retirar la sangre que provocan sus heridas, mucho menos bañarse, contribuyen a ese estoy, pero no estoy. Véala… bajo su propia responsabilidad, como siempre.