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El Informe Pascal es una investigación independiente, sin financiamiento oficial, que cuestiona las versiones de la FGR, la CNDH y el GIEI.

Por Guadalupe Parral

El 26 de septiembre se cumplen once años de la desaparición de 42 estudiantes y un militar infiltrado en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero.

Este hecho histórico ha provocado que durante más de una década se manejen diversas versiones oficiales y filtraciones, alejadas de la verdad, según consta en el Informe Pascal, entregado en exclusiva a Los Ángeles Press.

¿Qué es el Informe Pascal?

El Informe Pascal es el resultado de la investigación sobre el caso Ayotzinapa de un grupo independiente de inteligencia, conformado por ciudadanos, profesionales y activistas, sin respaldo institucional ni financiamiento gubernamental. Su investigación, basada en fuentes abiertas, reconstruyó con pruebas y precisión la operación de Estado que derivó en la desaparición de los 42 estudiantes normalistas y, posteriormente, del militar infiltrado en la Normal Rural.

Con más de 1,200 páginas, el informe documenta dos ejes centrales: el encubrimiento de evidencias y responsabilidades, y la cadena de mando policial y militar que articuló la operación.

El grupo de investigadores observa las omisiones en la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), así como de la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Su metodología

Bajo el seudónimo Pascal Bourne, los investigadores han mantenido su identidad en absoluta discreción, pero dejaron constancia de una revisión exhaustiva que contradice las narrativas institucionales y mediáticas.

Este grupo revisó con rigor cada expediente y video; peritajes y testimonios de fuentes abiertas. Su metodología fue contrastar la narrativa oficial y las conclusiones de los informes con la evidencia documental disponible en línea.

Entre los datos que el Informe Pascal destaca en la primera serie de apartados están los videos ocultos del Palacio de Justicia y la operación clandestina de la SEIDO en Iguala, Guerrero, que comenzaría el 29 de septiembre de 2014, tres días después de las desapariciones. Pero también la evidencia que Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México y quien el día de los hechos, se desempeñaba como coordinador estatal de la Policía Federal en Guerrero, encabezó reuniones de mando en Acapulco, siguiendo una línea de órdenes del entonces presidente Enrique Peña Nieto y del titular de la Defensa Salvador Cienfuegos para emboscar a los estudiantes.

El informe, claramente contrasta con lo que el GIEI presentó. Señala las omisiones, e identifica a los actores operativos, entre ellos García Harfuch, y José Rodríguez Pérez, comandante del Batallón 27 de Infantería, además de una estructura de inteligencia militar que vigiló, infiltró y dirigió el movimiento de los normalistas.

Enfoque

El Informe Pascal no busca reemplazar a las investigaciones oficiales, sino mostrar lo que éstas ocultaron. Su aporte central es evidenciar, con pruebas verificables, que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa fue resultado de una operación de Estado y no de un crimen aislado.

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El documento exhibe cómo las autoridades federales y estatales manipularon expedientes, ocultaron videos clave y reescribieron testimonios para encubrir la participación de policías, militares y funcionarios de alto nivel.

Con este trabajo, el grupo independiente detrás del Informe Pascal abre una nueva ruta de memoria y verdad, ofreciendo a las víctimas, a la sociedad y a la historia un relato fundamentado y libre de intereses políticos.

Parral informó desde Ciudad de México. La periodista de Los Ángeles Press Guadalupe Lizárraga, en el sur de California, contribuyó a este despacho.