![](https://objetivo7.press/wp-content/uploads/2025/02/oscar-maydon.png)
![](https://objetivo7.press/wp-content/uploads/2025/02/th-1.jpg)
Y la violencia causó este enorme silencio
¿A quién estamos engañando?
Pero ya ves, no soy yo
No es mi familia
En tu cabeza, en tu cabeza, están peleando
Con sus tanques y sus bombas
Y sus bombas y sus armas
En tu cabeza, en tu cabeza, están llorando
En tu cabeza, en tu cabeza
Zombi, zombi, zombi Zombie, zombie, zombie… Zombie. The Cranberries.
Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán.
El secuestro de la esposa del alcalde de Villa Hidalgo, Jalisco, dejó entrever no sólo la fragilidad del Estado y sus instituciones ante el crimen organizado sino varías aristas de un problema sociocultural y policíaco militar que todos hemos provocado pero del que muy pocos se benefician por carecer de moral y ser vánales hasta la médula: todos los miembros del Estado mexicano que por omisión y/o complicidad han ensangrentando a México, alejando al país, cada vez más la posibilidad de la paz aunque los números sobre la criminalidad disminuyan en una especie de decreto en el que desaparecen hasta a los asesinados y desaparecidos maquillando cifras para el interés de la permanencia de una clase política rapaz y ruin, sostenida por un Estado militarizado.
El problema radica en que la totalidad de la nómina de los municipios pequeños como Villa Hidalgo sirven a las organizaciones criminales que operan en todas las regiones de México. Así se explica la capacidad y poder del crimen organizado que en la realidad sustituye a las autoridades locales ya sean estas municipales, estatales y federales. Esa es la primer y más preocupante arista, el Estado solo es una mascarada, las autoridades están dioquis, arreglan asuntos administrativos pero la vida además de Dios, todos están en manos del crimen organizado.
La segunda arista es más bien táctico militar y para la gobernadora sería bueno aclarar los rumores sobre su matrimonio con un supuesto narco o beneficiario del crimen y como pudo dejar entrar al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y si no fue ella, si lo dejó fortalecerse en el Estado pues cuando yo me fui hace cinco años gobernaba el Cartel de Sinaloa “la plaza”. La gobernadora también debe aclarar los rumores de una supuesta financiación electoral desde el CJNG antes de criminalizar a periodistas y ciudadanos mientras, como en Jalisco las tienditas de droga son intocables y se eternizan por años como si nada pasara. Cómo se explica que dicho cartel haya tomado el estado de Aguascalientes pero jamás el municipio de Villa Hidalgo, único bastión del cartel de Sinaloa en el estado desde que el Matazetas después conocido como el Mencho transformó a este cartel en el de las tristemente célebres “cuatro letras”. Así Villa Hidalgo es como un barco en una tormanta en el oceano que se ha mantenido como anclado gracias aun capo local que todo lo gobierna.
La tercera arista no menos grave es la facilidad con la que el cartel jalisco opera en este en este y los otros dos estados involucrados de los que es dueño no sólo de la plaza sino de hasta gobernantes que les sirven y protegen. Como se explica que, en un estado con puertas como aduanas, entren y salgan los criminales no sólo con armas y narcóticos sino con las víctimas.
La cuarta arista es la desinformación ya que no lograban ponerse de acuerdo si fue liberada en Calvillo, Aguascalientes, Estado donde se cometió el delito para finalmente decir que fue liberada en Zacatecas, los reporteros de los medios radiales se enteraron por la gente horas después de publicado el caso en varío medios nacionales, dándolo como un hecho de última hora para enfrentar los reclamos de la audiencia.
Y la quinta arista y más grave, como el CJNG sometió al Estado logrando la renuncia del Secretario de Seguridad Pública de Villa Hidalgo.
Por sus beneficios, la violencia ha sido prohijada, enaltecida, permitida, idolatrada por una clase política bañada en sangre.