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La afirmación la hizo Harfuch luego de vincular, una vez más, la actual ola de violencia en Sinaloa al arresto de Ismael El Mayo Zambada.

“Estamos trabajando para trabajar”, dice Harfuch sobre Sinaloa
Captura de pantalla de la transmisión del 3 de diciembre de 2024.

Con Claudia Sheinbaum a su lado, Harfuch adujo una reducción de la violencia en Culiacán, gracias al despliegue de fuerzas federales.

Según Harfuch, la violencia ya no está concentrada en la zona urbana, sino en los ejidos que rodean a Culiacán, capital del estado de Sinaloa.

Cortesía/Los Ángeles Press

El gobierno federal insistió en que la situación en Sinaloa, uno de los estados más afectados por la violencia y donde han tenido su base de operaciones algunas de las organizaciones criminales más violentas y mejor organizadas de México en los últimos 40 años está en camino de resolverse.

El gobierno federal, por medio del secretario de Seguridad federal Omar García Harfuch explicó el repunte en la violencia como resultado del arresto de Ismael Zambada a principios de septiembre de este año.

Aunque no lo mencionó por nombre, García Harfuch marcó en sus intervenciones la mañana de este martes 3 de diciembre a los primeros días de septiembre como el momento en que las cosas se habrían salido de control en Sinaloa.

No es claro que ello explique la situación en todo México, pues aunque la violencia en Sinaloa es digna de la cobertura de una zona de guerra, hay otros estados en México más violentos.

La gráfica que aparece a continuación, elaborada por TResearch International de México a partir de las cifras oficiales del gobierno, así lo demuestra. Basta ver la manera en que en los últimos doce meses han ocurrido incrementos de más del 300 y 95 por ciento en los estados de Tabasco y Chiapas para darse cuenta qué tan débil es el argumento del gobierno federal.

 
Gráfica de TResearch International de México a partir de las cifras oficiales del gobierno.

El crecimiento de la violencia por estado de la república que da cuenta la gráfica previa se corresponde con una tendencia de la violencia a escala nacional que sólo es menor a la que ocurría con Andrés Manuel López Obrador, que se mantiene en índices muy parecidos a la que ocurría con Enrique Peña Nieto y que es superior a la observada en los tres sexenios previos, como se puede ver en la gráfica que aparece a continuación, también de TResearch International de México.

 
Gráfica de TResearch International de México a partir de las cifras oficiales del gobierno.

Debe destacarse, en ese sentido, que la posición del gobierno federal, la que defiende en las diapositivas que acompañaron la actividad de este martes es la de compararse sólo con lo que ocurría luego de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, como se puede ver en la diapositiva que aparece a continuación, que es una captura de pantalla de lo presentado en el Salón Tesorería de Palacio Nacional.

 
Captura de pantalla de la transmisión del 3 de diciembre de 2024.

Como sea, García Harfuch, con el aval de Claudia Sheinbaum, adujo que el gobierno “está trabajando para trabajar” como se le puede escuchar decirlo en el vídeo que aparece después de este párrafo, en el que también argumenta que la violencia es menos intensa pues ya no ocurre en la zona urbana de la capital de Sinaloa, sino que se ha trasladado a los ejidos que existen alrededor de Culiacán.

A pesar de ello, el propio García Harfuch habló también del crecimiento en el número de efectivos tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional en esa capital como de la Secretaría de Marina-Armada de México en el puerto de Mazatlán, e incluso del cuidado que, según él, se tiene en garantizar el tránsito por la carretera que conecta a esas dos, las zonas urbanas más importantes de Sinaloa.

García Harfuch todavía tuvo tiempo para señalar, respecto de las más recientes explosiones en Culiacán, que no se trató de un coche-bomba sino de un auto que tenía un explosivo en su interior.

Ello inevitablemente obliga a preguntarse si efectivamente hay una diferencia de fondo entre ambas posibilidades pues, a final de cuentas, el resultado fue similar: causar zozobra en la población civil que es ajena a los conflictos entre las facciones del así llamado Cartel de Sinaloa.

En temas relacionados, al regresar al problema de la relación con Estados Unidos y la manera en que esa relación está marcada por el problema del narcotráfico, la presidente Sheinbaum volvió a sepultar al Plan Mérida que, en teoría lleva al menos seis años muerto sin que, en estricto sentido, sea posible pensar que ha mejorado la situación en términos de violencia en México o en términos de la relación con Estados Unidos.

Las palabras que Sheinbaum pronunció en el nuevo funeral improvisado del Plan Mérida aparecen en el vídeo enlazado antes de este párrafo, en el que Sheinbaum también insiste en que el diálogo con Estados Unidos será con respeto a la soberanía de México, además de que será “de alto nivel”. El nuevo funeral del Plan Mérida ocurrió después de que la presidente insistiera en que se tendrá una buena relación con el gobierno de Donald Trump, como se le puede escuchar decirlo después de este párrafo.

Fragmento de la actividad del 3 de diciembre de 2024.

La aparente calma del gobierno de México sorprende más cuando se considera la manera en que el gobierno de Canadá se apresura a tomar medidas para garantizar el sellamiento de la frontera norte de Estados Unidos, tanto en lo que hace al tráfico de personas, como en lo que corresponde al de sustancias prohibidas.

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