Mientras Sheinbaum hablaba en México, Merrick Garland presentaba en Washington como uno de sus logros el arresto de Ismael Zambada.
Sheinbaum reconoció que eventualmente será necesario discutir una reforma fiscal, aunque no presentó detalles de lo que podría implicar.
Cortesía/Los Ángeles Press.
La actividad de este viernes 15 de noviembre en Palacio Nacional estuvo centrada en celebrar las reformas constitucionales y a leyes secundarias para garantizar la igualdad sustantiva de las mujeres en el país.
Sin embargo, acaso contra su voluntad, la presidente Claudia Sheinbaum debió adelantar la discusión de los temas económicos y fiscales que, con toda probabilidad serán los protagonistas del final de año.
Aunque el mensaje fue, en principio, de reafirmar la estabilidad de la economía mexicana en la lógica de que todo está bajo control, como se puede ver en el vídeo que aparece después de este párrafo, la realidad es que la economía enfrenta presiones que no habían estado presentes en el horizonte de la discusión pública en los últimos 30 años.
Ello llevó a que la presidente evidenciara que hay una discusión de una reforma fiscal en el horizonte del gobierno de México, como lo insinuó Ricardo Monreal en la Cámara de Diputados antier. Ello puede verse como resultado de una combinación de factores.
En primer término, está la incertidumbre derivada de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. La realidad es que no se sabe qué sucederá con la economía de su país o con la de México y Canadá si es que, por ejemplo, él decide cumplir su promesa de realizar la más grande deportación en la historia de Estados Unidos.
Si es así, ello implicaría sacar a millones de personas indocumentadas muy probablemente por medio del uso de violencia, en condiciones y con consecuencias que son difíciles de prever.
Tampoco se sabe si efectivamente impondrá aranceles a todos los productos que entren a Estados Unidos o si se respetarán las normas pactadas durante su primera presidencia por el propio Trump, Andrés Manuel López Obrador y Justin Trudeau.
Tampoco hay garantías de que el acuerdo sobreviva a la renegociación que ocurrirá en 2026 y que ha sido agravada por la manera en que los gobiernos de López Obrador y la propia Sheinbaum impulsaron la reforma judicial sin considerar las observaciones que en su momento hicieron distintos actores ajenos a su movimiento político.
Por si fuera poco, está el tema de la violencia, de sus efectos en el tránsito de mercancías y de personas, lo que cuesta incluso a pequeños negocios que, en no pocas ocasiones, son extorsionados para no ser víctimas de ataques.
También está, más recientemente, la baja en la calificación de la deuda mexicana. Sheinbaum desestimó la decisión de la calificadora Moody’s de degradar los créditos amparados por el gobierno de México, pero lo hizo en una lógica que no parece ser conducente a que esa calificadora o las otras dos mejoren las notas sobre la deuda en México.
La caída en la calificación de la deuda del gobierno de México, de la que se presenta una captura de pantalla después de este párrafo, que se puede consultar previo registro en esta página, se agrava por lo que se ve en mercado cambiario.
Ahí está la tendencia que en los últimos seis meses tiende el peso a depreciarse frente al dólar, como se puede ver en la imagen que aparece después de este párrafo tomada de Yahoo Finance.
Hace tres meses era posible aceptar la idea de que era un ajuste temporal, momentáneo y de que no había alguna relación entre esa cotización y la percepción que se tiene de la manera en que el gobierno de México ha impuesto algunas de sus medidas más notables, como la de la reforma judicial.
Es una situación difícil, que no está claro cómo se solucionará cuando es evidente que hay dificultades para que los gobiernos de México y Estados Unidos cooperen en materia de combate al narcotráfico y respecto de la relación con China.
La relación con China genera problemas por los vínculos con laboratorios que facilitan el acceso a los precursores del fentanilo y por la manera en que, en Estados Unidos y Canadá, se percibe que China usa a México para acceder a sus mercados de manera ilegítima.
Eso fue más evidente hoy porque, casi al mismo tiempo que Claudia Sheinbaum tenía su actividad en Palacio Nacional, Merrick Garland, el procurador o fiscal general del gobierno de Estados Unidos tenía una propia con representantes de la Agencia para el Control de las Drogas en la que dio cuenta de lo que su gobierno hizo para arrestar, entre otros a Ismael Zambada.
Ahí habla de Zambada, pero es notable que ni esa porción del vídeo, ni en todo el vídeo completo se hable de la cooperación del gobierno de México.
El vídeo completo, por cierto estará disponible un poco más tarde en el sitio del gobierno de Estados Unidos o en YouTube en la cuenta del Public Broadcasting System de ese país, como se puede ver después de este párrafo.
Merrick Garland y otros funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Vídeo de PBS, audio sólo en inglés.
¿Cómo podría hacerlo luego de que el gobierno de México ha insistido en que la violencia en Sinaloa en los últimos cuatro meses es culpa del gobierno de Estados Unidos e incluso han reprochado que Canadá advierta a sus ciudadanos que eviten viajes a ese estado?
Por lo pronto, ni el lunes ni el martes se celebrarán las actividades en Palacio Nacional, pues Claudia Sheinbaum viajará a Brasil a participar en la cumbre del G-20. Habrá que ver qué resulta de su intervención ahí y en qué condiciones se reanudan las actividades en Palacio Nacional el miércoles próximo.
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