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Mueren 19 presuntos sicarios pero no hay huellas de una batalla

Edwin Antonio Rubio López, alías el Oso y/o el Max, fue detenido en un supuesto enfrentamiento que dejó 19 sicarios muertos y del que no hay huellas de una batalla y por el que se abrió una investigación para determinar si se cometió algún delito militar.

Según la Secretaría de la Defensa Nacional el personal militar fue agredido y ellos repelieron, pero en la finca donde ocurrió solo hay perforaciones de balazos de adentro hacia afuera.

Los balazos solo están en el portón, el cual no está forzado; y hay tres perforaciones en la barda.

El tiroteo ocurrió la tarde-noche del lunes 21 de octubre en una finca ubicada casi al final del callejón Unión, en la comisaría Plan de Oriente, conocido como El Doce, perteneciente a la alcaldía Central.

EL PORTÓN DE ENTRADA. Solo impactos desde adentro.

Vecinos del poblado dijeron que los hombres muertos no eran habitantes de esa zona.

El secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, mencionó durante la conferencia mañanera del viernes 25 de octubre que la Fiscalía General de la República y la Fiscalía Militar iniciaron una investigación.

“Ya está investigando la Fiscalía General de la República, tomó cartas de inmediato, y también la Fiscalía General de Justicia Militar en caso de que se haya violado o se haya cometido algún delito del orden militar, y en su momento pues ellos serán los encargados de informar lo que corresponda”, indicó.

El militar mencionó que tras la detención de Ovidio Guzmán López los delincuentes son más violentos, están más armados y cuidan más a sus líderes; y con la detención de Ismael el Mayo Zambada, se detonó la violencia en Sinaloa.

“Después de la captura de Ovidio, sobre todo en Sinaloa, los delincuentes aumentaron mucho sus escoltas, sicarios muy violentos dispuestos a dar la vida por sus protegidos, por sus escoltados, más armados, mucho mayor violencia, pues. Y el personal militar que asiste a este tipo de eventos, pues gente adiestrada, capacitada, con mucha disciplina, con equipo de protección, chalecos antibalas, cascos. Y, bueno, este es el resultado, ahí se detuvo al líder por el que iban, ese fue el resultado”, indicó.

El Max, es ubicado por la Sedena como presunto jefe de una célula delictiva, afín a la facción Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa, que ha participado activamente en la reciente violencia suscitada en Culiacán.

El Max se encontraba en Culiacán, pero su área de operación era Baja California, donde era considerado generador de violencia y tenía orden de aprehensión.

La versión del Ejército señala que fueron agredidos por la célula del Max y respondieron la agresión, en la finca donde había más de 30 pistoleros y escoltas del líder del grupo, pero algunos alcanzaron a escapar.

En el sitio aseguraron cuatro ametralladoras, 17 armas largas, cinco armas cortas, un fusil Barret, múltiples cartuchos de diferentes calibres, 13 chalecos tácticos, nueve cascos balísticos y siete vehículos.

Tras su detención, el Max fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social número 1, El Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que fue imputado por los delitos de posesión de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea; posesión de cartuchos y cargadores, y contra la salud, en la modalidad de posesión, todos cometidos en pandilla.

Además, le cumplimentaron una orden de captura por el delito de homicidio calificado, en coordinación con la Fiscalía General del Estado de Baja California.

En 2022 en Baja California, la Secretaría de la Defensa Nacional dio a conocer la lista de generadores de violencia en esa región y pidió a la ciudadanía denunciarlos.

LA PARTE DE ATRÁS. Sin rastros de enfrentamiento.

En la lista se encontraba el Max, quien también es conocido como el Oso o el Cabo 100, y era señalado de tener una orden de aprehensión por homicidio calificado en 2019 y antecedentes de haber estado detenido en 2013 por portación de armas de fuego.

En 2021 el Max presentó una demanda de amparo en el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de Baja California contra una orden de aprehensión o de presentación y su ejecución.

En la demanda señala como autoridad responsable a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.

El juicio de amparo se sobreseyó debido a que el juez le solicitó hacer aclaraciones en el escrito inicial de demanda y no las hizo.

Informes de inteligencia difundidos por el semanario Zeta en 2021 indican que el Max tenía presencia en la zona este de Tijuana, además de ser designado para recuperar terreno en Tecate.

El Max es ubicado en Baja California como miembro del grupo de los Arzate, de los hermanos Alfonso y René Arzate, por quien el gobierno de Estados Unidos ofrece recompensa de 20 mil dólares.

La DEA señala que son operadores de alto nivel del Cártel de Sinaloa, específicamente de Ismael Zambada.

Los hermanos Arzate están acusados de delitos de narcotráfico en la Corte de Distrito Sur de California, desde julio de 2014.

“Los hermanos Arzate García administran las operaciones de narcotráfico en Tijuana y los municipios circundantes, además están involucrados en el tráfico de grandes cantidades de drogas ilícitas, incluido fentanilo, a los Estados Unidos. Los hermanos Arzate García son conocidos por ser extremadamente violentos, también están involucrados en operaciones tácticas como secuestro y ejecuciones para el Cártel de Sinaloa”, señala el gobierno estadounidense.

Artículo publicado el 27 de octubre de 2024 en la edición 1135 del semanario Ríodoce.