Solo así podría reducir su sentencia de 38 años de cárcel
Cortesía/Río Doce/Miguel Ángel Vega.
Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante la administración de Felipe Calderón, fue sentenciado a 38 años y 6 meses de prisión por un juez federal en Estados Unidos, y la única salida que tiene el ex funcionario para reducir esa condena, es negociar con la fiscalía estadounidense y dar información sobre políticos y militares mexicanos de alto rango que tuvieron nexos con los cárteles mexicanos.
“Para que esto ocurra, García Luna deberá dar información sobre personajes que sean igual de importantes que él, como individuos de alto rango de las fuerzas militares, jefes de policía, gobernadores, ministros o políticos de alto rango, porque sólo así podrá aspirar a que le reduzcan la condena”, dijo Mike Vigil, ex director de operaciones internacionales de la DEA en México, y quien trabajó en varias ocasiones con el ex funcionario público.
Pero lograr un acuerdo de esa magnitud, aclaró Vigil, García Luna deberá tener pruebas contundentes que corroboren sus señalamientos, tal vez involucrando a funcionarios u otros testigos protegidos que estén en poder de Estados Unidos, quienes de alguna manera puedan confirmar las acusaciones del ex secretario de Seguridad.
“No puede ser de otra manera, porque no se puede acusar a una persona con un solo testigo ni inculpar a nadie con señalamientos que la otra persona puede negar, sino que García Luna tendría que buscar o juntar evidencia, y valerse de otras personas o testigos para poder acusar a alguien, y de esa manera, aspirar a que le reduzcan la sentencia”, explicó Vigil.
La posibilidad que García Luna testifique contra Ismael el Mayo Zambada es otra alternativa, de otra manera el ex funcionario estaría destinado a pasar por lo menos 33 años más en prisión, considerando que ya tiene cinco años en una prisión federal en Nueva York, aunque con una buena conducta podría salir dentro de 17 años, es decir, cuando cumpla 74 años de edad.
La noticia cayó como balde de agua en el acusado, y pues ni siquiera su último recurso sirvió, cuando de su propio puño y letra escribió al juez Brian Cogan solicitando clemencia.
“Su señoría, con el más profundo de mis sentimientos le solicito respetuosamente me permita regresar lo antes posible con mi familia y reincorporarme a la entrañable sociedad a la cual respeto y pertenezco”, se leía en la misiva enviada al juez Cogan antes de que se emitiera su sentencia.
Al final la sentencia fue contundente, motivo por el cual la defensa de García Luna se dijo sentir decepcionada, y no estar de acuerdo, por lo que apelarían.
“Respetamos intensamente al juez Cogan, pero no estamos de acuerdo con la sentencia. Pero era muy importante que esto ocurriera, porque el siguiente paso es la apelación, la cual presentaremos 14 días después”, señaló Cesar de Castro a diferentes medios de comunicación que lo abordaron tras conocerse la sentencia.
Felipe Calderón, quien lo postuló al puesto como secretario de Seguridad, dijo a través de su red social X, que él nunca tuvo evidencia de que García Luna estuviera involucrado en actividades ilícitas, y que tampoco recibió información en ningún momento sobre el involucramiento del ex secretario de Seguridad, ni de particulares, al respecto, ni de agencias de inteligencia, mexicanas o extranjeras, que confiaban en él e incluso interactuaban con él.
No obstante, Javier Herrera Valles, quien fuera coordinador de seguridad regional de la Policía Federal, y subalterno de García Luna, asegura que el presidente sí estuvo enterado de las acciones criminales de García Luna, pues él mismo llevó una carta al mandatario explicándole las actividades del ex secretario, y cómo protegía a gente allegada al Cártel de Sinaloa.
“Yo le entregué personalmente esa carta al presidente Felipe Calderón, y él solo se quedó callado, y qué pasó después, que me detuvieron agentes de la policía federal antes de llegar a Televisa Chapultepec, y me acusaron de nexos con el narcotráfico, con lo cual digo que al expresidente Calderón sí se le informó lo que estaba pasando”, dijo Herrera Valles.
Gerardo Fernández Noroña, entonces diputado federal por el Partido del Trabajo, lo llamó “asesino”, durante una comparecencia que García Luna hizo en el Congreso de la Unión en septiembre de 2010, por lo que, contrario a lo que expone Calderón Hinojosa en sus redes sociales, los señalamientos sí existieron.
Un miembro de alto rango integrado en su momento a la facción del Ismael, el Mayo Zambada, confirmó en una entrevista hecha con este semanario y con el periodista francés Romain Bolzinger, que García Luna sí protegió a integrantes del Cártel de Sinaloa durante el sexenio de Calderón, pero que “le ganó la avaricia”.
“Nosotros le entregábamos 3 millones de dólares, pero al poco tiempo nos mandaba decir que, si queríamos seguir teniendo protección, debíamos pagar más, y ahí empezó a salir mal todo”, dijo el narcotraficante.
Esos señalamientos fueron corroborados por Jesús Reynaldo Zambada García durante el juicio contra García Luna, aunque según observó un miembro de alto rango del gobierno de Estados Unidos, esto no pudo ser posible, porque mover esa cantidad de dinero en una maleta no pudo ocurrir porque en ninguna maleta pueden caber 3 millones de dólares, ni aun con billetes de la más alta denominación.
“El Rey Zambada dijo que le pagó 6 millones de dólares en dos maletas, 3 millones en cada una, y que los entregaron en un restaurante en Ciudad de México, pero yo utilicé un millón de dólares que me entregó la CIA para ofrecerlo en una transacción, y no cabía ese dinero en una maleta, y luego dijo que la entrega se hizo en un restaurante, lo cual no tiene sentido, porque todo mundo conocía a García Luna”, dijo el funcionario estadounidense.
Una doble vida
García Luna, quien se ganó el mote de “Súper Policía”, por crear la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), y modernizar la desaparecida Policía Federal, llevaba una doble vida, según refirió en repetidas ocasiones la DEA y el mismo juez Cogan, que lo sentenció, e incluso aprovechó el momento para espetárselo en su propia cara.
“Usted llevaba una doble vida, y quizá vista muy elegante e insista que respeta la ley, y seguro usted mismo se cree eso, pero su conducta es la misma que la del Chapo (Guzmán)”, dijo antes de dictar su sentencia.
Fue el mismo juez quien había destacado en otras ocasiones la red de corrupción que encabezó el ex secretario de Seguridad, incluyendo el que hubiera tratado de corromper a otros testigos protegidos para que no testificaran en su contra, lo cual terminó por hundirlo
“Se trató de un plan muy bien orquestado por el acusado para obstruir la justicia, pues, aunque las notas y la grabación no pueden ser más incriminatorias, sin duda es un plan bien orquestado”, dijo Cogan sobre el esquema de sobornos de García Luna.
Cogan, del partido republicano y quien tiene fama de ser uno de los jueces más conservadores y duros del sistema penal estadounidense, también sentenció a Joaquín, el Chapo Guzmán a cadena perpetua durante el llamado juicio del siglo, y será quien juzgue a Ismael el Mayo Zambada una vez realizadas las audiencias preliminares previas al juicio.
“Vamos a ver qué pasa, pues mucha gente espera que, si García Luna logra convencer a los fiscales para acusar a funcionarios mexicanos, uno de ellos pudiera ser Felipe Calderón, pero no creo que tenga evidencia para acusarlo y los fiscales es lo primero que van a pedir; ahora que si él tiene evidencia contundente, eso podría cambiar”, dijo Vigil.
Mientras tanto Fernández Noroña no lo piensa dos veces para señalar que, dentro de esta novela policiaca, el único que falta que caiga es precisamente Calderón Hinojosa.
“Sólo falta Felipe Calderón”, dijo el senador.
Artículo publicado el 20 de octubre de 2024 en la edición 1134 del semanario Ríodoce.