Para justificar la reforma judicial, Ebrard dijo que prevalecía el nepotismo en el Poder Judicial y que no se habían tomado medidas para reducirlo, cuando sí las hubo.

Ambos minimizaron las críticas que hacen funcionarios del gobierno de Estados Unidos, así como empresarios de aquel país ante los riesgos por la reforma judicial en México.

Cortesía/Los Ángeles Press

La mañana de este martes 15 de octubre, el gobierno de Claudia Sheinbaum insistió en la defensa del modelo de reforma judicial que promovió su antecesor en el cargo.

La defensa es más relevante porque ocurre en momentos en que hay serios cuestionamientos al modelo que se ha seguido, porque tiene el riesgo de evitar mayores inversiones y, de manera más general, porque la reforma se impulsó a partir de falsedades.

La más notable fue la relativa a que México tenía uno de los poderes judiciales más caros del mundo, lanzada hace poco más de un año por Andrés Manuel López Obrador.

Todavía este martes, Marcelo Ebrard, que fuera secretario de Exteriores de López Obrador, insistió en exagerar las razones para haber procedido contra el Poder Judicial en la manera que lo hicieron.

Dijo que en el Poder Judicial prevalecía el nepotismo y que no había tomado medidas para reducirlo, cuando hay evidencia de que sí se tomaron medidas para reducir el número de familiares que estaban contratados, según un reporte dado a conocer el 9 de septiembre de este año, titulado Reforma integral al sistema de justicia en México: Desafíos y propuestas y disponible aquí.

En dos años, de 2022 a 2024, el Poder Judicial redujo la proporción de personas con alguna relación de parentesco del 49 al 37 por ciento. En el entendido, además, que entre los más notables clanes judiciales en México está el de la familia de Olga Sánchez Cordero, quien fuera secretaria de Gobernación de López Obrador en los primeros años de su gobierno.

En todo caso, Ebrard estaba más interesado en preparar el terreno para la participación que Sheinbaum tendrá un poco más tarde hoy en el así llamado CEO Dialogue.

CEO son las siglas en inglés de Chief Executive Officer, un cargo que frecuentemente aparece en la estructura de distintas empresas y cuyo equivalente remoto en español sería el de gerente general.

El CEO Dialogue es una reunión en la que participan funcionarios de empresas clave en distintos ramos de la economía, así como titulares de distintas dependencias de los gobiernos de diferentes países.

Las afirmaciones hechas esta mañana por Ebrard apuntaban, en ese sentido, a minimizar las críticas hechas a la reforma judicial en México y a despertar alguna confianza en las decisiones que se están tomando en ese contexto.

Ebrard dijo que no debería preocupar a los empresarios de Estados Unidos el que México recurra a la elección de jueces, pues en aquel país se elige a los jueces “desde hace más de cien años”.

Ello es cierto, aunque también es impreciso, pues aunque algunos jueces se eligen en Estados Unidos, sobre todo los de primera instancia en el equivalente al fuero común en México, ese no es el caso en los tribunales de segunda y tercera instancia y no lo es en el ámbito federal, que es una de las características más preocupantes del modelo que, contra viento y marea, impuso López Obrador.

También es impreciso en el sentido de que en Estados Unidos no son sólo los cargos de los jueces los que se eligen. Se elige a los fiscales y se elige a los responsables de los departamentos de policía.

En lo que hace a los fiscales, sólo los estados de Alaska, Nueva Jersey y el Distrito de Columbia no someten ese cargo a un proceso de elección popular. Todos los otros 48 estados de Estados Unidos sí lo hacen.

La vicepresidente y candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, por citar el ejemplo más cercano en la actualidad, ganó su cargo como fiscal de distrito para la región de la Bahía de San Francisco, California en una elección en 2003 y luego de ello, ganó la elección para el cargo estatal en 2010, elección que volvió a ganar en 2014, luego de lo cual optó por buscar ser senadora de ese estado en el Congreso general de Estados Unidos.

Eso es algo que López Obrador y Sheinbaum eluden considerar cuando se trata de dialogar con ellos sobre las características de la reforma judicial mexicana, que es más similar a la impuesta por Evo Morales en Bolivia a principios de este siglo que a la que existe en Estados Unidos desde finales del siglo XIX.

Ebrard desestimó otras críticas contra el modelo seguido por el gobierno de México durante su participación.

En otros temas, Sheinbaum se dijo favorable a que se investiguen las acusaciones de agresión sexual contra el exgobernador de Morelos y actual diputado federal por su partido, Cuauhtémoc Blanco.

También reconoció que Genaro García Luna tenía derecho a pedir usar ropas de civil durante la audiencia en la que se le impondrá lo que con toda probabilidad será una severa sentencia a purgar en cárceles de Estados Unidos.