A los medios, AMLO les reprochó la cobertura de las protestas por Ayotzinapa. También hubo reproches a España, a Estados Unidos, así como al PAN.

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Los Ángeles PressViernes, 27 Septiembre, 2024

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AMLO negó que haya orquestado masacres, aunque su gobierno se despide con más de 198 mil homicidios. La mayor cifra en la historia de México.

También negó AMLO que ordenara el asesinato de periodistas, aunque han muerto más del doble de periodistas que fueron asesinados durante el gobierno de Vicente Fox.

Cortesía/Los Ángeles Press.

Las actividades matutinas de la presidencia de la República llegaron a su fin tal y como empezaron, con Andrés Manuel López Obrador implacable en la presentación de sí mismo como víctima de una vasta conspiración en su contra.

López Obrador reprochó el que algunos medios hayan dado cobertura ayer a la marcha encabezada por los familiares de las víctimas de lo que, con toda probabilidad, fue una masacre en las calles de Iguala el 27 de septiembre de 2014.

Lo hizo, además, sin que en estricto sentido se haya logrado algún avance tangible en la investigación de lo que oficialmente se presenta como la “desaparición” de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, sin que haya alguna expectativa real de que el gobierno federal vaya a aceptar las consecuencias de llegar al fondo de esa investigación.

Ese asunto, como muchos otros, seguirán engrosando la lista de los pendientes que los gobiernos de México se han rehusado a esclarecer en los últimos 24 años a pesar de las muchas promesas que hicieron tanto Vicente Fox Quezada como el propio López Obrador de esclarecer las violaciones de derechos humanos de gobiernos previos.

Ambos, a pesar del odio mutuo que se profesan, eludieron ir al fondo de las averiguaciones de episodios de la historia reciente de México, como la masacre del 2 de octubre de 1968 o el zafarrancho y masacre del Jueves de Corpus Christi, el 10 de junio de 1971, entre otros muchos, que uno y otro, sin importar las etiquetas que, como dardos se tiran mutuamente, optaron por enterrar en una montaña de impunidad que es difícil suponer que algún día se vaya a poder desmontar.

López Obrador cargó una vez más contra la monarquía española, sin reconocer que, aún cuando España cometió abusos aquí y en toda América Latina, México ha sido una nación independiente por 203 años sin que hayamos sido capaces de resolver los problemas de la relación con los pueblos originarios.

Basta ver, en ese sentido, la manera en que la violencia azota con especial ira a comunidades de mayoría indígena en Chiapas y otros estados de la República para advertir que, si se tratara de hacer justicia a los pueblos originarios, así como, de manera más general, a las comunidades rurales de distintas regiones del país, México podría haberlo hecho sin necesidad de esperar a España.

López Obrador también aprovechó el día para reprochar a los legisladores del Partido Acción Nacional el que el presidente de ese partido haya propuesto que “actos ilegales o criminales se consideren como terrorismo”.

Según López Obrador eso abriría la puerta a que pudieran intervenir en México las autoridades de Estados Unidos. Como hizo repetidamente a lo largo de su sexenio, insistió en los lugares comunes que presentan a México como víctima de la intervención de las agencias de policía de Estados Unidos, sin recordar que el único logro real de su gobierno en materia de combate al narcotráfico y la corrupción, el arresto y juicio de Genaro García Luna, se logró únicamente gracias a la intervención de instancias del gobierno de Estados Unidos con el Buró Federal de Investigaciones o la Agencia para el Control de las Drogas, la DEA por sus siglas en inglés.

López Obrador le reprochó a Marko Cortés, el presidente del PAN, el que hubiera hecho esa propuesta a la que comparó con otras que han hecho, entre otros, Donald Trump, sin reconocer que fue Trump quien le devolvió al gobierno de México a Salvador Cienfuegos.

Hacia el final de la actividad en Palacio Nacional, López Obrador defendió la ampliación del decreto para regularizar vehículos comprados fuera de México en los estados de la frontera con Estados Unidos.

López Obrador insistió en que su gobierno “no masacró a nadie” aunque, como se puede ver en la gráfica que aparece a continuación, la cifra de homicidios que su propio gobierno reconoce es ya de 198,796 casos, cuando todavía faltan tres días de su gobierno, por lo que no sería difícil que se rebase la barrera de los 199 mil asesinatos.

López Obrador también insistió en que su gobierno no ha matado periodistas aunque, en estricto sentido, en ese rubro, López Obrador cierra su sexenio empatado con el gobierno de su predecesor, Enrique Peña Nieto, que cerró con 47, con uno menos que Felipe Calderón Hinojosa, que lo hizo con 48.

Cierra, sobre todo, con más del doble de los ocurridos en el sexenio de Fox, que cerró con 22 casos, como se puede ver en la gráfica que aparece después de este párrafo que, como la previa es de TResearch International de México. La primera gráfica se hizo a partir de los datos oficiales del gobierno de México. La segunda a partir de los datos de Article 19.

Article 19 es una organización global de defensa de los derechos de los medios y de los periodistas que monitorea los efectos de la violencia sobre los periodistas en México desde hace varios años.

Respecto del llamado que hacen distintas comunidades de Guerrero y Oaxaca afectadas por el paso del huracán John, López Obrador negó que sea necesaria la declaratoria de emergencia pues, según él, el Ejército ya está ahí ayudando a las personas.

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Antes, por ahí de las ocho y media de la mañana, López Obrador había insistido en que él no será un caudillo, que se retirará de la vida pública, aunque en esta ocasión no quedó claro si el retiro será definitivo o sólo por tres años como señaló a principios de este mes.

Celebró a su movimiento y dijo que “lo logrado hasta ahora es producto del trabajo, la fatiga y la confianza de millones de mexicanos, todo se ha hecho con el pueblo, no es la obra de una persona o un dirigente”.

También celebró el que, según él, “no haya cometido demasiados errores”.

El próximo lunes, último día de su gestión, no habrá preguntas ni respuestas en la actividad en el Salón Tesorería de Palacio Nacional y este fin de semana, López Obrador realizará su última gira como presidente del país.