En rueda de prensa, los abogados del narcotraficante Miguel Ángel Treviño, identificado como “Z40″ argumentaron presuntas violaciones al debido proceso.
Cortesía/Los Ángeles Press/Guadalupe Lizarraga.
La extradición de Miguel Ángel Treviño Morales, se sustenta en pruebas documentales de inteligencia y en la cooperación internacional sobre el combate al narcotráfico, apunta agente federal mexicano.
Por Guadalupe Lizárraga
En una reciente conferencia de prensa, los abogados de Miguel Ángel Treviño Morales, conocido por estar vinculado al grupo criminal Los Zetas, sostuvieron que su cliente no es el Z40, una figura clave dentro de esta organización en la región noreste de México. En su defensa, enfatizaron que la extradición a Treviño Morales a Estados Unidos sería considerada “traición a la patria” y una violación de sus derechos constitucionales.
Los defensores explicaron que, de concretarse la extradición, no se trataría simplemente de un traslado, sino de un “destierro” debido a las condiciones del caso y a la posible manipulación de pruebas en procesos estadounidenses.
Después de que se diera a conocer la supuesta carta de Genaro García Luna, los abogados de Treviño armaron la estrategia de defensa con los argumentos del destierro y que los fiscales estadounidenses podrían manipular pruebas en su contra.
Durante la conferencia, también criticaron al embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien en recientes declaraciones dijo que había líderes del crimen organizado que han sido protegidos para permanecer detenidos en México durante años sin que se haya llevado a cabo su extradición. Los abogados argumentaron que tales comentarios crean un contexto desfavorable para su cliente. Sin embargo, llegó a trascender que funcionarios de Relaciones Exteriores han pedido compensaciones económicas a los procesados por narcotráfico para evitar su extradición, entre éstos la del Z40.
Para fortalecer la defensa de Treviño, ahora los abogados también presentaron testimonios de testigos protegidos que contradicen la identidad del detenido, afirmando que las características físicas de Treviño Morales no coinciden con las del narcotraficante identificado con el alias Z40. No obstante, testimonios de personas privadas de libertad reconocen el liderazgo criminal de Treviño con ese alias, y consideran “muy peligroso” su entorno dentro y fuera de prisión.
Según los abogados, la Fiscalía General de la República (FGR), por su parte, como institución, emitió un documento oficial en el que ha admitido que la persona detenida no es el líder de Los Zetas, favoreciendo la acción de la defensa.
No obstante, un agente federal consultado por Los Ángeles Press quien al frente de las investigaciones por la masacre de San Fernando y otros crímenes en 2010, reiteraron que Miguel Ángel Treviño Morales estaba directamente relacionado con esa masacre y que sí es el Z40, y su hermano Óscar Omar Treviño Morales es el Z42, quien fue detenido en 2015 y cumple una condena de 15 años en México.
Tanto Miguel Ángel como Omar cuentan con acusaciones en cortes de Nueva York, Texas y el Distrito de Columbia en Washington, DC. La petición de la justicia estadounidense al gobierno mexicano para que extraditen al Z40 sigue pendiente, y no se ha ejecutado debido a los amparos promovidos por el propio exlíder criminal quien alega que de ser enviado a otro país se estarían “violando sus derechos humanos”: Juan Alberto Vázquez, periodista de Nueva York.
La estrategia de los abogados
Uno de los abogados de Treviño Morales subrayó que “La persona detenida en julio de 2013, que responde al nombre de Miguel Ángel Treviño Morales, no pertenece al cártel de Los Zetas, ni es líder de ninguna otra organización criminal”. A pesar de un documento judicial de Estados Unidos que lo señala como involucrado en actividades delictivas, los defensores insisten en que las acusaciones carecen de fundamento y responden a una confusión de identidades, “es un caso de homonimia”.
En Wikipedia, la enciclopedia en línea, incluso se hace alusión a los primeros años de criminalidad de Treviño Morales, su detención en Dallas, Texas, su relación con la masacre de San Fernando, y de cómo llegó a ser líder del Cártel de los Zetas.
El argumento de la defensa de Miguel Ángel Treviño Morales para sostener que su extradición a Estados Unidos sería un “destierro” se fundamenta en varios puntos:
Violación de derechos constitucionales: La defensa alega que extraditar a Treviño sería una traición a la patria y una violación de sus derechos constitucionales, sugiriendo que el proceso judicial en Estados Unidos podría no ofrecer las mismas garantías que en México.
Posible manipulación de pruebas: Los abogados expresan su preocupación sobre la posibilidad de que las pruebas en su contra sean manipuladas en el contexto de un juicio estadounidense. Esto implica que, desde su perspectiva, el debido proceso no estaría garantizado.
Confusión de identidades: La defensa sostiene que Treviño no es el Z40, el líder de Los Zetas, y presentan testimonios de testigos protegidos que corroboran su argumento. Esto es crucial para establecer que la extradición no solo sería injusta, sino también basada en una identificación errónea.
Condiciones del caso: La extradición no sería vista como un mero traslado, sino como un destierro, lo que implica que Treviño sería apartado de su país sin un juicio justo. Esto enfatiza la idea de que el proceso podría ser más político que judicial.
Contexto desfavorable: Los comentarios del embajador de Estados Unidos sobre la permanencia de líderes del crimen en México sin extradición refuerzan la percepción de que su cliente está siendo tratado injustamente en comparación con otros casos.
Los contraargumentos a la defensa
Pruebas documentales: De acuerdo con la información aportada a Los Ángeles Press, por un agente federal que estuvo al frente de las investigaciones de 2010 a 2013, las autoridades estadounidenses han presentado ya pruebas documentales que respaldan las acusaciones de actividades delictivas de Treviño, desde la integración del expediente delictivo hasta la acusación de la fiscalía por parte del Estado estadounidense. Además tienen las huellas dactilares desde su primera detención en Dallas por la venta de narcóticos.
Colaboración internacional: La extradición, dijo el agente federal, se justifica en el marco de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado que México ha aceptado con Estados Unidos. No hay ninguna falta ni violación al debido proceso ni a sus derechos humanos. Ha sido parte de los acuerdos.
Identificación del individuo: Pese a los testimonios de testigos protegidos de la defensa, las autoridades estadounidenses tienen pruebas que demuestran la identidad de Treviño como Z40, como registros de inteligencia o testimonios de otros miembros de la organización, y esto no es actual. Desde 2010, se trabajó con las autoridades de Estados Unidos para integrar este expediente, se especificó a Los Ángeles Press.
Respecto al debido proceso en Estados Unidos, se refirió que el sistema judicial estadounidense ofrece suficientes garantías para que se lleve conforme a derecho el debido proceso, incluyendo la posibilidad de apelaciones y defensa legal adecuada, lo que se puede demostrar con otras personas extraditadas a quienes se les ha respetado sus derechos.