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Al atacar como hace a los medios, sin ser preciso, López Obrador pone en peligro a los periodistas pues alienta la violencia contra ellos.

No todos los medios en México responden a las mismas lógicas, intereseses o incluso preferencias ideológicas y ello es más claro en el caso de la crítica a la violencia que vive México desde 2007. 

Cortesía/Los Ángeles Press

La culpa es de los medios. Eso es lo que quedó en claro en la actividad de este viernes 13 de septiembre en Palacio Nacional en la que el inquilino de ese monumento histórico, Andrés Manuel López Obrador, culpó a los medios, no a los grupos de criminales organizados, sino a los medios de informar sobre los hechos de violencia que afectan las vidas de millones de personas.

Sin importar la zozobra en la que viven habitantes de Sinaloa, Nayarit, Morelos, Baja California Sur, Chiapas y su natal Tabasco, López Obrador culpó a los medios, al tiempo que desestimaba el posible impacto del cierre de operaciones de una planta embotelladora de Coca Cola en el estado de Morelos, que se encuentra entre las entidades en las que ha aumentado el número de homicidios de 2023 a 2024, como se puede observar en la gráfica que aparece después de este párrafo, tomada de TResearch International de México.

Coca Cola, que embotella otros productos distintos a los refrescos, incluida leche, tomó esa decisión ante el constante acoso que enfrentan sus trabajadores y directivos en Morelos, un estado con fuerte presencia del Ejército y gobernado casi en su totalidad por la coalición que sostiene al gobierno de López Obrador a escala federal.

 
Gráfica elaborada por TResearch International de México a partir de los datos oficiales del gobierno de México.

Empeñado en minimizar la situación que se vive en poco más de un tercio del territorio nacional, López Obrador se fugó, como suele hacerlo, al futuro. En este sentido, prefirió hablar de las celebraciones del domingo 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, como lo hubiera podido ayer el maestro de ceremonias de un baile popular.

Dijo, por ejemplo, que “una hora antes del Grito, la Banda MS y luego del Grito, otra hora más con la Banda MS. O sea, que va a ser una muy buena celebración y hay muchos motivos para participar porque, en lo que corresponde a nosotros es el último grito; pero además es un momento excepcional en la vida pública del país, estamos viviendo un momento histórico.”

La fuga al futuro continuó con los elogios en boca propia por la aprobación, en un suspiro, de su reforma judicial, sin importar las advertencias y temores que provoca la manera en que procedió su gobierno, sin perder de vista que logró lo que logró gracias a la manera en que tres legisladores, originalmente electos por partidos distintos al suyo, traicionaron a sus electores.

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En ese sentido, López Obrador volvió a presentarse como víctima de una vasta conspiración porque circuló en redes sociales un mensaje en la red antes conocida como Twitter en la que una persona que se identifica como su hijo Andrés, celebra el que la familia Yunes se haya sumado a la reforma judicial de Morena y sus aliados en el Congreso.

López Obrador se presentó como víctima porque, según él, su hijo no tiene una cuenta en esa red social.

Quien quiera que opere esa cuenta ofreció, sin embargo, una versión completamente distinta a la que adujo López Obrador para presentarse como víctima.

El mensaje que publicó esa cuenta se puede ver después de este párrafo.

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