0 6 min 2 meses

En Escuinapa, las autoridades rescataron a 31 personas, de las cuales 22 son inmigrantes, quienes fueron privados de la libertad por un grupo armado

Cortesía: Río Doce.+

La privación ilegal de la libertad de 29 adultos y dos menores de edad, quienes fueron rescatados el pasado 2 de julio en un inmueble en Escuinapa, no es precisamente un hecho aislado, más bien se trata de acciones sistemáticas que grupos armados han realizado desde hace años.

El reporte de los migrantes originarios de Guatemala, Brasil, Honduras, El Salvador y China, además de nueve personas de nacionalidad mexicana, que se encontraban secuestrados y fueron rescatados de una casa en medio de un operativo que realizó la Fiscalía General de la República (FGR), Ejército Mexicano y Guardia Nacional, fue tema nacional.

El rescate en la supuesta casa de seguridad ubicada en la calle Francisco Pérez, en el municipio de Escuinapa, alertó a la población.

Posteriormente el hecho fue aclarado por el gobernador Rubén Rocha Moya, quien aseguró que los migrantes localizados en Escuinapa estaban protegidos y no privados de la libertad.

“Por cierto que ellos no estaban secuestrados, son migrantes y fueron de alguna manera protegidos, eran 31, no estaban secuestrados”, declaró a la prensa de Culiacán sin dar mayores detalles.

La versión del INM

El vicealmirante Guillermo Mejía George, titular de la oficina de representación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Sinaloa, informó el viernes que los migrantes fueron enviados Villahermosa, Tabasco porque en Mazatlán no hay un espacio donde alojarlos.

A bordo de un autobús, dijo, fueron enviados a ese estado, donde se envió la información a la Comisión Estatal de Víctimas para que los entreviste y sean nombrados víctimas y luego Migración les dé una tarjeta por razones humanitarias para permanecer en el país por un año.

Mejía George sostuvo que a él no le consta que las personas halladas en una casa de Escuinapa estuvieran privadas de su libertad.

“Eso a mí no me consta, a mí solamente me los entregó la Fiscalía (FGE) como extranjeros que no tienen autorización de estar en el país, así es lo único que dicen”, explicó.

GUILLERMO MEJÍA GEORGE. No hay constancia de la privación de la libertad.

El INM no participó en el operativo, acotó.

Con relación a las nueve personas mexicanas que se encontraban entre los 31 localizados, mencionó que al INM no se los pueden poner a disposición por su nacionalidad.

“No nos pueden poner a disposición a mexicanos a nosotros (…) había de diferentes nacionalidades, sí, chinos, un brasileño, etcétera, etcétera, pero todos atendidos por la Comisión Nacional de Víctimas”, explicó.

Al cuestionarle la condición física en la que fueron encontrados los migrantes y mexicanos, dijo, la FGR le entregó certificados médicos “sin novedad”.

El autobús con los 22 migrantes salió de Sinaloa el jueves 4 de julio, detalló, y ya están en Tabasco.

En otro caso, el pasado viernes, 66 personas de nacionalidad africana, entre hombres y mujeres fueron encontrados abandonados en las cercanías de un inmueble del campo El 10, perteneciente al municipio de Culiacán.

Los migrantes presuntamente fueron privados de la libertad y posteriormente abandonados.

Quienes no portaban documentos para acreditar su estancia en el país fueron trasladados a las instalaciones de la Vicefiscalía del Estado y posteriormente a la ciudad de Mazatlán para ser puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración.

Casos anteriores

En la primera semana de junio, en las inmediaciones de Mármol, cuatro personas de nacionalidad ecuatoriana fueron puestos en libertad en un operativo en el que apoyó personal militar.

El saldo fueron tres personas detenidas puestas a disposición de autoridades civiles.

Entre la última semana de junio y la primera de julio, fuerzas federales han sido notificadas de que los casos de extorsión a migrantes no ocurren solo en carretera a bordo de autobuses que los trasladan, sino también en las vías del tren.

Se trata de grupos armados que rondan las vías del tren cercanas a algunos asentamientos como la colonia Jesús García, donde los migrantes son bajados para quitarles dinero, y quienes no traen son retenidos.

Los testimonios recopilados por algunos federales apuntan a que los migrantes son bajados a punta de pistola del tren, y si no traen dinero, son obligados a contactar a sus familiares para que les envíen dinero para poder ser liberados y seguir con su trayecto a la frontera de Estados Unidos.

Artículo publicado el 7 de julio de 2024 en la edición 1119 del semanario Ríodoce.