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Detención de Ovidio Guzmán, aumento de homicidios, miedo a la violencia, trata de personas, secuestros y robos, ocasionan que en el Índice 2024, el estado haya caído del lugar 14 al 19

Cortesía/Río Doce.

Sinaloa se encuentra entre los estados que presentaron los mayores deterioros en materia paz durante el último año.

El Índice de Paz 2024, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, señala que el estado pasó de estar en el 2023 en el lugar 14 en la lista de estados más pacíficos, al lugar 19 en el 2024.

Señala que las mayores mejoras en materia de paz se produjeron en Zacatecas, Michoacán, Durango, Sonora y Tabasco, y en contraste, Morelos, Sinaloa, Quintana Roo, Chihuahua y Nayarit registraron los mayores deterioros.

Para elaborar el índice consideran como indicadores los homicidios, delitos cometidos con armas de fuego, miedo a la violencia, delitos con violencia y 12 subindicadores como la trata de personas, secuestro, violencia familiar y robo.

Señala que en los estados de Morelos, Sinaloa, Quintana Roo, Chihuahua y Nayarit la tasa general de crímenes de la delincuencia organizada aumentó un 27.6 por ciento, los delitos cometidos con armas de fuego 11.7 por ciento y los delitos con violencia subieron un 10.6 por ciento.

El deterioro de la paz en Sinaloa, detalla, coincidió “con el arresto en enero de 2023 de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín el Chapo Guzmán y figura clave del Cártel de Sinaloa. Tras la captura del joven Guzmán, hombres armados del cártel lanzaron una serie de ataques de represalia en Culiacán, la capital de Sinaloa, dirigidos al aeropuerto, las principales carreteras y los organismos encargados de hacer cumplir la ley”.

El municipio de Culiacán registró una tasa de homicidios de 31.2 muertes por cada 100 mil habitantes en 2023, superior a los 26.6 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2022, pero sustancialmente menor que el máximo de 69.2 asesinatos por cada 100 mil personas en 2017.

“En 2023, Sinaloa experimentó el segundo mayor deterioro de la paz en México. La calificación general del estado cayó un 10.9 por ciento, perdiendo cinco lugares hasta el 19. El estado experimentó deterioros en los cinco indicadores. El indicador de crímenes de la delincuencia organizada experimentó el mayor deterioro entre los indicadores en Sinaloa, con un aumento de la tasa general de un 27.4 por ciento, impulsada por deterioros en tres de los cuatro subindicadores”.

Menciona que el deterioro general fue impulsado por un aumento importante de los secuestros y la trata de personas, cuya tasa se multiplicó casi por siete, lo que marcó el mayor aumento del país.

“Con 26.8 casos por cada 100 mil habitantes, la tasa de secuestro y trata de personas en Sinaloa ha sido la más alta del país en los últimos seis años”, indica.

Además, las tasas de delitos de narcomenudeo y delitos graves aumentaron en un 80.9 por ciento y un 37.8 por ciento, respectivamente, mientras que la tasa de extorsión cayó en un 25.5 por ciento.

En 2023, el estado también tuvo su peor año registrado en delitos con violencia, impulsado por aumentos en robos, violencia familiar y la violencia sexual.

Explica que aunque los homicidios aumentaron en Sinaloa el año pasado, la proporción de homicidios cometidos con armas de fuego ha disminuido en los últimos años, con menos del 65 por ciento de todos los asesinatos donde se usaron armas de fuego en los últimos tres años, en comparación con el 82 por ciento en 2015.

A nivel nacional, señala, la paz en México mejoró un 1.4 por ciento en 2023, el cual fue el cuarto año consecutivo de mejora, después de cuatro años consecutivos de deterioro.

Colima se ubicó como el estado menos pacífico del país el año pasado, seguido de Baja California, Morelos, Guanajuato y Zacatecas y en contraste, Yucatán volvió a ser el estado más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Durango y Coahuila

La actividad de la delincuencia organizada sigue siendo el principal impulsor de los homicidios y la violencia con armas de fuego en México, y la violencia contra las fuerzas de seguridad ha ido en aumento en los últimos años.

“El panorama de la delincuencia organizada en México continúa reconfigurándose por la continua disminución del mercado de mariguana y heroína ilícitas en los Estados Unidos, y la creciente dependencia de los grupos delictivos en actividades como la extorsión y el narcomenudeo a nivel nacional, así como la fabricación y el tráfico del opioide sintético fentanilo. En este contexto, ha habido una mayor competencia por las rutas de tráfico y el control de las mafias locales entre grupos, especialmente los dos cárteles más poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Se estima que entre 2017 y 2022 unas 19 mil personas resultaron víctimas del conflicto entre estos dos grupos”, indica.

Detalla que entre 2013 y 2017, los enfrentamientos que involucraron al menos uno de los dos cárteles más grandes del país, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, representaron el 38 por ciento de todas las muertes en conflictos entre cárteles, pero entre 2018 y 2022 representaron el 64 por ciento de esas muertes.

“México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser político. Una medición global reciente determinó que el país tenía uno de los números más altos del mundo de asesinatos por motivos políticos. Además, los análisis dentro de México han mostrado que la violencia política ha aumentado sustancialmente en los últimos tres años, pasando de 51 asesinatos de figuras políticas y funcionarios gubernamentales en 2020 a 171 en 2023”, indica.

Artículo publicado el 23 de junio de 2024 en la edición 1117 del semanario Ríodoce.