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Cortesía Río Doce.- El gobierno americano eliminó de la lista de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), a otro de los Zambada, a Jesús Reynaldo –el Rey– aunque sigue preso en una cárcel de los Estados Unidos, pero quedó del lado de los colaboradores al declarar contra Joaquín Guzmán en el llamado juicio del siglo. Antes el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ya había quitado los nombres de Serafín Zambada Ortiz e Ismael Zambada Imperial el Mayito Gordo, quienes igualmente enfrentaron acusaciones y juicios.

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Según datos del Departamento del Tesoro, de todos los Zambada boletinados por la OFAC, sólo quedan activos Ismael el Mayo Zambada, su hijo Vicente Zambada Niebla y tres de sus hermanas, identificadas como Miriam, Modesta, Mónica del Rosario, todas ligadas a una empresa fichada como Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán.

Al emitir su lista, la OFAC congela todos los bienes y cuentas en Estados Unidos relacionadas con la persona o empresas que incluye, y obliga a otros países a dejar de hacer negocios con ellos.

Ismael Zambada Sicairos, el Mayito Flaco, quien cuenta con una orden de aprehensión en su contra y, según la DEA, es uno de los principales objetivos del gobierno de ese país, no se encuentra boletinado por la OFAC.

El Mayito Flaco junto a su padre, el Mayo Zambada, son los únicos del clan que nunca han sido prisioneros, pues mientras el Mayito Gordo, el Vicentillo, y el Rey Zambada, se encuentran presos en distintas cárceles Estados Unidos, ellos permanecen a salto de mata en algún lugar de Sinaloa.

Los Caro

Apenas tres semanas antes la misma OFAC había eliminado de su lista negra a al menos 30 empresas que estarían vinculadas con los hijos y esposa de Rafael Caro Quintero, quien es acusado por una corte federal de California de asesinar al agente encubierto de la DEA, Enrique Kiki Camarena.

A diferencia de los Zambada, que han estado enlistados por el Tesoro de Estados Unidos desde principios de este milenio, las empresas ligadas a la familia de Caro Quintero estaban en la lista de 2013, por lo que habría menos tiempo para remover.

“Aunque es un proceso difícil, el poder e integridad de las sanciones de la OFAC se deriva no solo de su capacidad para designar y agregar personas, sino también de su voluntad de eliminar personas de conformidad con la ley. El objetivo final de las sanciones no es castigar, sino provocar un cambio positivo en el comportamiento de cada individuo”, explica la OFAC en su sitio de Internet.

Los familiares de don Rafa que fueron eliminados de la lista son sus hijos Héctor Rafael Caro Elenes, Henoch Emilio Caro Elenes, Mario Yibrán Caro Elenes, Gibrán Caro y Roxana Elizabeth Caro Elenes. La OFAC también eliminó de la lista a la madre de todos ellos, María Elizabeth Elenes Lerma.

Mientras tanto, y más allá si es eliminado de la lista negra de la OFAC o no, el Vicentillo permanece preso en una cárcel de Michigan, donde sólo se tienen prisioneros a testigos protegidos y cuya cárcel es operada por los US Marshals.

Entra el ‘Chuy’ González

La OFAC, por su parte, continuó boletinando narcotraficantes sinaloenses la semana pasada; el último de ellos Jesús el Chuy González Peñuelas, viejo lugarteniente del cártel de los Beltrán Leyva.

Según el Tesoro de los Estados Unidos, el Chuy es líder de la organización criminal que la DEA identifica como Los González Peñuelas, a quienes acusa de ser los mayores compradores y distribuidores de heroína, y más recientemente, uno de los capos que más fentanilo envía a Estados Unidos.

No sólo eso, sino que de acuerdo al Departamento de Justicia de ese país (USDOJ), la organización del Chuy, ha crecido tanto que de mover sólo opiáceos, lograron diversificar su negocio, y hoy también mueven metanfetaminas, mariguana…

“El Tesoro está apuntando a líderes criminales como Jesús González Peñuelas y organizaciones que ayudan a alimentar la epidemia de opioides en nuestra nación”, dijo en un comunicado Andrea Gacki , directora de la OFAC.

Agregó: “La organización de tráfico de drogas González Peñuelas contrabandea diversos tipos de droga, incluyendo la heroína y fentanilo, para posteriormente distribuirlas en varias ciudades de Estados Unidos”.

Según la DEA, los González Peñuelas operan principalmente en Sinaloa y Sonora, y su red de tráfico y distribución de droga se mueve desde esos estados mexicanos hasta California, Texas, Colorado, Washington, Utah y Nevada.

Además del Chuy, la OFAC también agregó a otras seis personas de su organización, entre ellos los hermanos del capo, identificados como Ignacio y Wilfrido, a quienes acusa no sólo de tráfico de droga, sino también de ser parte de una red para el lavado de dinero.

El comunicado de la OFAC agrega que el cártel de los Beltrán Leyva, a donde los González Peñuelas pertenecían, llegó a contar con el respaldo del fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, condenado a 20 años de prisión en una Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.

Aún cuando los González Peñuelas son una organización independiente, el comunicado de la OFAC también menciona sus nexos con Rafael Caro Quintero, con quien aparentemente hacen negocios y quien es, quizás, el principal objetivo de la DEA.

Artículo publicado el 16 de mayo de 2021 en la edición 955 del semanario Ríodoce.