Río Doce/Alejandro Monjardín
De César Carrillo Leyva, el Cesarín, poco se sabía. El hijo menor de Amado Carrillo Fuentes, fuera de Navolato era desconocido, hasta que en marzo de 2018 se filtró información a los medios de comunicación sobre su presunta captura.
Elementos de la Secretaría de Marina supuestamente lo habían detenido la madrugada del domingo 18 en una zona de dunas en Altata.
Pero legalmente nunca estuvo detenido. Los agentes lo retuvieron por varias horas y tuvieron que liberarlo porque no tenía orden de aprehensión y tampoco portaba objetos o sustancias ilícitas.
En redes sociales y en medios de comunicación en esa ocasión circuló una fotografía de su rostro.
En las calles de Navolato lo señalaban como líder del Cártel de Juárez, fundado por su padre; y como socio de Los Dámaso, aunque legalmente nunca tuvo ninguna acusación ni fue incluido en la lista de los objetivos prioritarios del Gobierno Federal.
Desde entonces ya no se supo nada de él hasta el jueves pasado por la noche cuando fue asesinado a balazos.
Minutos después de las 21:00 horas fue atacado a balazos en una vivienda ubicada en la calle Virgo, de la colonia Alfonso G. Calderón, en Navolato. Su cuerpo quedó en la cochera de la residencia.
El lugar fue sitiado por elementos de las corporaciones locales y fuerzas federales.
El cadáver fue trasladado al Servicio Médico Forense donde permanecía hasta el mediodía del viernes, sin ser entregado a sus familiares.
Los hijos de Amado Carrillo se mantenían de bajo perfil hasta que fueron detenidos.
Vicente, hermano mayor de César, fue conocido cuando lo capturaron en 2009; y su medio hermano, Luis Fernando Carrillo Navarro, en 2019.
Durante una década, Vicente, conocido como el Ingeniero, lavó dinero para el Cártel de Juárez, liderado por su tío, Vicente Carrillo Fuentes, el Viceroy.
Carrillo Leyva fue sentenciado en agosto de 2016 a siete años seis meses por lavado de dinero y a tres años por uso de documento falso debido a que usaba una identificación de elector a nombre de Alejandro Peralta Álvarez.
También estuvo acusado de delincuencia organizada y acopio de armas, pero la entonces Procuraduría General de la República no pudo acreditar los delitos y fue absuelto.
En 2018 obtuvo su libertad tras cumplir su condena en el penal federal de Puente Grande.
Un año después se conoció a un medio hermano de los Carrillo Leyva: Luis Fernando Carrillo Navarro, de 23 años.
Fue detenido en Hermosillo, Sonora, por el feminicidio de una joven de 20 años de edad.
La víctima fue apuñalada, estrangulada y calcinada por Luis Fernando y otros dos hombres que también fueron detenidos y vinculados a proceso penal.
Los tres forman parte de una estirpe de narcos que creó el que fue el emporio de droga más grande del país.
En las últimas décadas la tragedia ha perseguido al clan Carrillo.
Uno de los hermanos de Amado, Cipriano Carrillo Fuentes, supuestamente se suicidó en 1989 en Sonora.
El Señor de los Cielos murió en 1997 después de someterse a una cirugía plástica.
En 2004 en el estacionamiento de la plaza Cinépolis, en Culiacán, asesinaron a Rodolfo, el Niño de Oro, junto con su esposa Giovanna Quevedo. El homicidio dejó al descubierto la protección de la Policía Judicial del Estado a los Carrillo, y obligó a renunciar el entonces director, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez, Chuytoño, quien falleció en meses pasados de Covid-19.
Cuatro años después la tragedia volvió a la familia, con el asesinato del menor de los hermanos, José Cruz.
Aurora Fuentes, madre de los Carrillo Fuentes, acusó públicamente al Ejército y al entonces subdirector de la policía de Navolato, Germán Ceniceros, de haber levantado a su hijo.
El cadáver fue localizado en el campo El Diez y luego robado de las instalaciones del Servicio Médico Forense.
Días después el jefe policial desapareció repentinamente de la corporación y luego fue conocido como el “Jaguar”, jefe de gatilleros de Los Dámaso.
La noche del jueves 22 de septiembre de 2011 asesinaron de más de 100 balazos a Francisco Vicente Castillo Carrillo, hijo de Luz Berthila, una de las hermanas de Amado.
El joven de 18 años quedó muerto en su camioneta que se incendió con los disparos, en la sindicatura de Villa Ángel Flores, La Palma.
En 2013, detuvieron a Alberto Carrillo Fuentes, alías Betty la Fea, en el municipio de Bucerías, en Nayarit.
Cinco años después, fue sentenciado a 13 años ocho meses de prisión por delitos contra la salud y posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo.
En 2014, en Torreón, Coahuila, detuvieron a otro de los hermanos Carrillo Fuentes, a Vicente.
El Viceroy enfrenta procesos penales por delincuencia organizada y tiene una orden de extradición a Estados Unidos.
Los hermanos Carrillo y sus padres, Aurora y Vicente, están sepultados en una cripta ubicada en la finca familiar de El Guamúchilito, donde también reposan los restos de Rodolfo y Amado Carrillo Fuentes.
Artículo publicado el 16 de agosto de 2020 en la edición 916 del semanario Ríodoce.