Evo Morales acusó a Estados Unidos de haber orquestado el golpe de Estado en su contra. No es la primera vez que líderes latinoamericanos denuncian la injerencia estadounidense en sus países. Sputnik recogió análisis internacionales que explican algunos posibles intereses de EEUU en impulsar un cambio de régimen en Bolivia.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las acusaciones de que Estados Unidos ha propiciado desestabilizaciones y cambios de gobiernos en América Latina y el Caribe se volvieron constantes. Provocación de conflictos internos, invasiones militares y múltiples golpes de Estado figuran en la lista de denuncias en contra de la nación yanqui en la región.
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El 14 de noviembre de 2019 se sumó una más. El expresidente boliviano Evo Morales denunció la injerencia estadounidense en su país; acusó a EEUU de haber conspirado política y económicamente para derrocarlo.
¿Qué intereses tiene EEUU en Bolivia?
Estados Unidos tiene diversos intereses en Bolivia. Según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), organización internacional que estudia fenómenos coyunturales en la región, los intereses estadounidenses más importantes se relacionan con la asistencia para el desarrollo y los recursos naturales que pueden ser extraídos de su territorio.
La asistencia económica y la famosa USAID
A partir del emblemático Plan Marshall (impulsado para la recuperación de Europa tras la Segunda Guerra Mundial), la asistencia económica entre países se convirtió en uno de los canales de influencia más utilizados por EEUU. Considerando que los recursos naturales disponibles en Latinoamérica son vitales para su propio desarrollo, se buscaría facilitar el acceso a materias primas estratégicas para sostener la economía estadounidense.
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Estados Unidos y Bolivia establecieron relaciones diplomáticas en 1849, tras la independencia del país latinoamericano de la Corona española, pero no fue hasta 1946 que empezó a entregar apoyo económico y militar. Desde entonces y hasta ahora dicha asistencia superó los 5.000 millones de dólares, de acuerdo al análisis de la socióloga brasileña Tamara Lajtman, especializada en relaciones internacionales con enfoque en la influencia de EEUU sobre América Latina, y del politólogo Axel Arias Jordán para Celag.
A partir del año 2000, la ayuda se incrementó exponencialmente; Bolivia ocupó el tercer y cuarto puesto entre los países de mayor asistencia en el continente americano, incluso después de la llegada de Morales a la Presidencia. Comenzó a descender después de expulsar a un embajador estadounidense y a la agencia antidrogas DEA en 2008; y aún más después de 2013, cuando Morales corrió a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) del país. Ese año Bolivia ocupó el puesto 22 como receptor regional, indica el informe de Celag.
Recursos naturales, la carencia de EEUU
Bolivia está entre los principales exportadores de antimonio, estaño, tungsteno y boro, de los cuales Estados Unidos posee una alta carencia, señalan los analistas de Celag.
Si bien en 2015 EEUU fue el principal destino de las exportaciones mineras de Bolivia, con una participación del 28%, en 2017 ocupó el quinto lugar (10,7%). A pesar del descenso, EEUU sigue siendo el principal comprador del estaño, tungsteno, hierro y antimonio boliviano, y es también un importante destino para las exportaciones de cobre, plata, oro y zinc.
La geopolítica con Rusia y China
Además, para Bolivia las relaciones bilaterales con Rusia y China son de vital importancia, señala el investigador brasileño Pedro Marin, fundador de la revista Opera.
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© REUTERS / LUISA GONZALEZ
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El 21% de sus importaciones provienen del país asiático (mientras que sólo el 7,5% proviene de EEUU). Entre 2000 y 2014, el comercio bilateral entre China y Bolivia creció de 75 millones de dólares a 2.250 millones de dólares. El país asiático también se ha convertido en el principal acreedor de los bolivianos, de acuerdo a Marin.
A comienzos de 2019, China y Bolivia suscribieron un acuerdo para industrializar las minas de los salares de Oruro y Potosí para explotar litio. En ambos departamentos se desató una ola de persecución y violencia contra seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS).
Las relaciones con Rusia, especialmente en el sector energético, también han estado creciendo. Las asociaciones incluyeron la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear en El Alto (que entrará en funcionamiento en 2021), la segunda ciudad más grande del país, que ha sido escenario de fuertes manifestaciones contra el golpe.
La sucia herencia de los golpes militares abre de nuevo las venas de Bolivia
Cabe suponer que, si Bolivia está controlada por un Gobierno afín a EEUU (como el Gobierno de facto que desde el 12 de noviembre encabeza la senadora opositora Jeanine Áñez), el país saldrá de la influencia rusa y china, y las importaciones, exportaciones e inversiones estadounidenses volverán a crecer.
Hay otro aspecto que no se puede obviar: Bolivia es un territorio clave en el continente, y el Gobierno del MAS no quiere que EEUU se inmiscuya en sus asuntos. Así lo aseguró el ministro de Gobierno del país andino, Juan Ramón Quintana, en julio de 2019, cuando dijo que Bolivia volvería a ser una nación aplastada si retoma plenas relaciones con Estados Unidos, publicó Hispan TV.
En ese sentido, Marin considera que Bolivia como aliado de EEUU sería “una base, un protectorado, un patio trasero donde maniobrar un conflicto global”.