Así como Morena llega a las elecciones de junio con candidatos ganadores en Baja California y Puebla, también es una realidad que Tamaulipas y Aguascalientes serán las entidades donde más difícil aparece el panorama. En la primera se vota el Congreso estatal y en la segunda se renuevan alcaldías.
En Tamaulipas, el proceso aparece enrarecido por por una serie de impugnaciones a la candidaturas que se desprenden de la confrontación entre aliados de Ricardo Monreal y el senador Américo Villarreal, ahora un aliado clave de la dirigente morena Yeidckol Polevnsky.
A esto se agrega que el gobierno estatal de Francisco Cabeza de Vaca opera con fuerza esas divisiones porque apuesta a retener su poder en el legislativo local. Hay que recordar que el gobernador panista fue uno de los pocos que logró resistir con dignidad el tsunami que generó la elección presidencial.
Otro foco de conflicto es el superdelegado José Ramón Gómez Leal, cuñado del gobernador, que en público asegura estar enfrentado con su familiar político pero dentro de Morena empieza a tomar forma la idea de una supuesta reconciliación en privado.
En Aguascalientes, Morena ya ha registrado sus candidatos para las alcaldías aunque la situación allí también luce difícil porque los sondeos encargados reflejan que el electorado no tiene una mala imagen del actual ejecutivo local a cargo del panista Martín Orozco Sandoval quien tiene la capacidad de conseguir acuerdos con el PRI estatal.
A esto se suma que también existe un gran desafío para movilizar el voto ya que se esperan muy altos márgenes de abstención en la entidad.