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Homicidios crecen sin cesar

La administración de Andrés Manuel López Obrador podría ser la más violenta en toda la historia del país, y los 12 mil 776 asesinatos registrados durante los primeros tres meses de su gobierno son sólo una muestra de lo que se anticipa en materia de seguridad, opinaron expertos en esa materia.

Alejandro Hope, analista de seguridad y director del proyecto “Menos crimen, menos castigo”, del Instituto Mexicano para la Competitividad, consideró que 2019 cerrará con más de 37 mil víctimas, según la cuenta del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

“Es un hecho ya inevitable: que va a haber más homicidios en el sexenio de López Obrador que en el de Calderón, y con muy mala suerte, es muy posible que haya más muertes con esta administración que con Peña Nieto”, consideró Hope, durante una entrevista telefónica.

De acuerdo a datos del gobierno federal, de enero a noviembre del 2018 se abrieron 31 mil 285 actas por homicidio en todo el país, la cifra más alta de la que haya registro, y esas cifras no incluían desapariciones forzadas.

En total, durante la administración de Enrique Peña Nieto se tuvo un registro de 125 mil 508 averiguaciones abiertas por el delito de homicidio, mientras que con Felipe Calderón se iniciaron 102 mil 859 averiguaciones, lo cual significó un incremento del 14 por ciento en la tasa de asesinatos, en comparación con el gobierno panista.

ALEJANDRO HOPE. Escalada de violencia.

Hope considera que los números hablan por sí solos, pero que lo peor no son los números, “que ya es un hecho muy grave de por sí”, sino que la llamada Cuarta Transformación no presenta un proceso institucional confiable con el que se vaya a reducir la violencia.

“Tampoco hay un proceso serio en procuración de justicia, ni de transformación en las policías estatales y municipales, y sigue la escalada de violencia y es grave que no exista ninguna señal de que se vaya revertir la inseguridad en México, ni a corto ni a mediano ni a largo plazo”, expuso.

Otro de los puntos, consideró Hope, fue la creación de la Guardia Nacional, que aunque en el papel sugiere una buena idea, en la práctica es un desastre, por la falta de presupuesto para atender esa tarea, pero además porque va a ser difícil juntar a los elementos que conformen una guardia nacional en todo el país.

“Está apostando todo a la guardia nacional, pero se van a quedar con un pasmo de narices, nunca van a tener los elementos que exige una guardia nacional, y no hay un presupuesto para la medida de este reto”, consideró el analista.

HUMBERTO VEGA. Hay retroceso.

Humberto Vega Villicaña, ex candidato independiente por el Estado de México, y quien se ha convertido en una de las voces más críticas de la llamada Cuarta Transformación, consideró por su parte que una guardia nacional será un retroceso para México porque los militares no están capacitados para atender labores policiacas.

“Vamos a tener más abusos, más violaciones a los derechos humanos, porque ni los marinos ni los soldados entienden protocolos civiles, y van a terminar lo que han hecho durante décadas: ejecutar a personas más que arrestarlas”, consideró Vega Villicaña.

Apenas el pasado viernes, López Obrador anunció que la Guardia Nacional será dirigida por un militar en activo, ignorando las distintas peticiones de nombrar un mando civil para el puesto.

“Están documentadas las masacres que han cometido: en Acteal, Tlatlaya, en Badiraguato en 2005, cuando un grupo de jóvenes no se detuvieron en un retén y fueron masacrados, porque los militares es lo único que saben, responder con las armas”, espetó el activista.

Respecto a este señalamiento, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos habría solicitado a López Obrador que no se nombraran a militares al mando de la guardia nacional, pero el llamado fue ignorado.

Foto: Rashide Frías.

López Obrador se excusó diciendo que era necesario tener un militar en ese puesto, “ante la necesidad que fuera alguien con experiencia, disciplina y rectitud”.

Mientras la inseguridad golpea de manera alarmante la Ciudad de México, según el Reporte 2018 sobre Incidencia delictiva en la Capital del País, donde se muestra un incremento en la tasa de homicidios, robo con violencia, violación y narcomenudeo.

“Se debe hacer algo de inmediato, pero el problema es que las autoridades no tienen un plan fehaciente para reducir la violencia que tarde o temprano va a rebasar al gobierno”, puntualizó Hope.