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Nota: Cuauhtémoc Villegas/Foto: tomada de Código Rojo

Aguascalientes, como si fuera otro país, tiene fronteras “blindadas” por decenas y a veces cientos de policías y militares que forman un doble filtro el cual pasaron unos delincuentes después de arrojar un cadáver a sólo 500 metros del retén militar cuyos integrantes ni cuenta se dieron como se burlaban en su cara los delincuentes que ingresaron de Jalisco.

No es la primera vez que sucede, ya se volvió una costumbre arrojar cadáveres a los pies de la Policía Estatal de Aguascalientes y el Ejército Mexicano.

Lo han hecho desde el 26 de diciembre de 2017 cuando arrojaron el cuerpo de un policía de Teocaltiche, Jalisco, involucrado en crimen organizado.