Todos pintan a Kike de la Torre como un genio de la comunicación cuando en realidad no tien idea del trato hacía los medios además de vengarse robandoles como ahora que se niega a pagar a Objetivo7 el trabajo de dos meses. Adem´s robarse ideas de Ciudad del Carmen, Quintana Roo, como las pintas poéticas y luego comprar premios internacionales: dichos plagios no lo hacen genio sino delincuente de la comunicación.
La maestría en Washingtong no le sirve para nada si se dedica a perjudicar a periodistas y medios de comunicación con tal saña de hacerlo en Navidad y de último momento -Todo se paga, hay un Dios-, finalmente Kike muestra su forma aldeana de hacer política con represalias y venganzas: que te aproveche maestro nuestro dinero.
De tratarme de maestro -lo que yo si soy y he sido no por un puto papel- a llamarme falsamente “amigo” poco a poco me fue denigrando y menospreciando hasta al grado de robarnos pensando que nos quedaremos calladitos y cruzados de manos: está pendejo este niño de la comunicación que se disfraza de payaso. Lo demandáremos a él y la cleptómana que se siente diosa y diva ante las instancias correspondientes y ahora si investigaremos sus corruptelas, su nepotismo, su preferencia ante sus compañeros de escuela, su trato con los sicarios de la prensa aldeana y servil y su relación -Familiar de Tere- con el narco R1, curiosamente jefe de plaza en esta ciudad.