“Acoso en línea a periodistas: cuando los trolls arremeten contra la prensa”, Reporteros Sin Fronteras alerta sobre esta amenaza para la libertad de prensa
Regeneración, 26 de julio del 2018. Reporteros sin Fronteras (RSF) muestra la magnitud de una nueva amenaza que se cierne sobre los periodistas: el ciberacoso efectuado de forma masiva por ejércitos de trolls; puede tratarse de individuos aislados o de mercenarios a sueldo de Estados autoritarios, señaló dicha organización.
¿Quiénes son los autores de los ataques?
Puede tratarse de simples haters, de individuos o grupos que se esconden tras la pantalla, pero también de mercenarios de la información en línea, de verdaderos “ejércitos de trolls” creados por regímenes autoritarios.
En ambos casos el objetivo es el mismo: hacer callar a los periodistas que difunden contenidos que les molestan y, para ello, están dispuestos a usar violentos métodos, puntualizó RSF.
RSF documentó durante varios meses este tipo de ataques en línea y analizó el modus operandi de los predadores de la libertad de prensa que han sabido utilizar las nuevas tecnologías para expandir su modelo represivo.
“El acoso en línea es un fenómeno que se propaga a escala mundial y que hoy en día constituye una de las peores amenazas para la libertad de prensa”, señaló Christophe Deloire, Secretario General de Reporteros sin Fronteras.
“Encontramos que además de las guerras de la información entre países a escala internacional, hay predadores del periodismo que han creado ejércitos de trolls para perseguir y debilitar a aquellos que buscan dar cuenta de los hechos de manera honesta.
Estos déspotas hacen que sus mercenarios agredan a los periodistas y les disparen en el mundo virtual de la misma manera en que otros lo hacen en las zonas de guerra”, añadió.
Lo que revela el informe de RSF :
Es difícil mostrar el nexo directo entre los gobiernos de los Estados y las bandas que agreden a los periodistas en línea.
RSF investigó y documentó casos de acoso en línea a periodistas en 32 países, que muestran las campañas de odio orquestadas por regímenes autoritarios o represivos, como los de China, Rusia, India, Turquía, Vietnam, Irán y Argelia, entre otros.
Estas violentas campañas de ciberacoso también son emprendidas por comunidades o grupos políticos en países que se dicen democráticos –como México–, incluso en países que ocupan los primeros puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, como Suecia o Finlandia.
RSF analiza y muestra el modus operandi de Estados predadores de la libertad de prensa que orquestan estos ataques en línea contra periodistas. Así, identificó tres etapas:
desinformación (el contenido periodístico es ahogado en las redes sociales por un torrente de noticias falsas y contenidos a favor del régimen);
amplificación (personas a sueldo de los Estados publican o difunden mensajes en las redes sociales para que parezca que ciertas noticias o comentarios son populares; para ello también se usan programas informáticos, los bots, que difunden de forma automática los contenidos);
intimidación (los periodistas son agredidos personalmente; los insultan para desacreditarlos y los amenazan de muerte para hacerlos callar).
En ocasiones las consecuencias de estos actos pueden ser dramáticas: al ser entrevistados por RSF, la mayoría de los periodistas que fueron víctimas de ciberacoso señalaron que se vieron obligados a autocensurarse frente a esa ola de violencia de una magnitud que no habían imaginado.
Las mujeres periodistas son las más afectadas por el ciberacoso. Dos tercios de las reporteras señala haber sido víctima de hostigamiento; 25% de ellas lo sufrió en Internet.
En India, la periodista Rana Ayyub se ha convertido en blanco de los partidarios del régimen: los yoddhas del primer ministro, quienes han agredido a la periodista por las investigaciones que ha realizado sobre el ascenso de Narendra Modi al poder. “Me trataron de prostituta, hicieron un fotomontaje de mi cara con un cuerpo desnudo, tomaron una foto de mi madre de mi cuenta de Instagram y la alteraron con Photoshop de todas las maneras posibles”, cuenta.
Los periodistas de investigación son otro de los principales blancos de los trolls. Es el caso de Alberto Escorcia, quien recibió amenazas de muerte por sus investigaciones sobre cómo se usan cuentas “durmientes” para influir en campañas electorales, como sucedió en las recientes elecciones presidenciales en México.
En Filipinas, la periodista Maria Ressa, directora de Rappler –portal informativo que de por sí enfrenta un encarnizamiento judicial– fue atacada por trolls. Desde que Rodrigo Duterte fue elegido presidente, en 2016, los periodistas filipinos que como ella realizan investigaciones independientes sobre el gobierno, son víctimas de este tipo de agresiones.
En Francia, a inicios de julio de 2018, dos personas fueron condenadas a seis meses de prisión condicional y a pagar una multa de 2.000 euros por haber amenazado en Internet a la periodista Nadia Daam. Una tercera persona que la amenazó de muerte cuando los otros ciberacosadores eran juzgados también fue condenada a seis meses de prisión condicional.
Empresas como Devumi, que venden cuentas de las redes sociales con perfiles falsos, tienen una responsabilidad social directa en el incremento de estas nuevas amenazas : acosar a un periodista con ataques masivos nunca había sido tan fácil y barato.
Ante esta situación, Reporteros sin Fronteras hace 25 recomendaciones a los Estados, la comunidad internacional, las plataformas, los medios de comunicación y los anunciantes, para enfrentar estas nuevas amenazas digitales. En su informe, RSF también incluye un tutorial para los reporteros: “Periodistas: cómo enfrentar los ejércitos de trolls”, en el que nuestra organización recuerda algunas buenas prácticas en materia de seguridad digital.