Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán
No conozco personalmente a Anaya, estoy censurado por el PAN Aguascalientes, cuyo cacique, Martín Orozco Sandoval, gobernador de Aguascalientes, tiene vetado a Objetivo7: no nos mandan sus boletines aún cuando es información generada con dinero público y por eso no le hemos tomado fotos para nuestro archivo. No somos bienvenidos y no vamos a donde no nos invitan aunque cuando reporteamos nos metemos hasta la cocina.
Anaya es despreciable por su aspecto nazi, por su pelo rapado sin necesidad: recuerda el militarismo y el genocidio del que forma parte junto con toda la camarilla de Martín Orozco, desde los censores “profesionales” Appendinni-del sicariato si lo son, ellos reparten el chayote millonario, la impunidad y el tráfico de influencias entre políticos y periodistas- hasta el “exitoso” Jorge López, tienen las manos llenas de sangre de los mexicanos por su obsesión por imponer a Calderón, a Peña y sus reformas del saqueo, de la cleptocracia, ellos sí, con militares y contra la voluntad de millones de mexicanos en el histórico año del 2006.
Desde que lo veía en la tele, Anaya me era desagradable, lo que no me era Fox aun cuando yo sabía que era de la misma clase: loco, saqueador, antidemocrático, ignorante, farsante, difamador, ladrón -una vez, como presidente se robó una Hummer que le confiscaron a un mexicano en la Aduana, aunque el dueño denunció el robo, Fox presume “su camioneta” en todo el mundo -le gusta que le tomen fotos en ella cuando se pasea por su rancho.
Pero Vicente se esperó a ser presidente para iniciar el saqueo y el robo vulgar, mientras que a Anaya le tocaron los beneficios y se avorazó robando en Queretaro y no se diga cuando se adueñó del PAN. Los queretanos lo conocen bien y no dan buenas referencias, de ratero no lo bajan.
Además, el hombre está loco, eso lo saben hasta los niños de primaria que analizan los debates y los candidatos como parte de sus tareas: “es un sociopata” dicen los niños, aunque los padres aferrados al PRIAN se enojan con estos ejercicios democráticos que inician a los niños en la civilidad y en la comprensión de sus derechos, los que nos han sido arrebatados a los mexicanos durante toda la historia excepto en la Reforma, en la primera elección de Porfirio Díaz y con Francisco I. Madero. Incluso, Lázaro Cárdenas permitió un fraude del PRI contra el general Almazán. A su hijo Cuauhtémoc le robó la elección Carlos Salinas de Gortari que desde entonces, es el dictador de México, tan terrible como cualquiera de los dictadores de América del Sur o del Caribe que han pasado a la historia, como un Pinochet o un Rafael Leonidas Trujillo. AMLO no negoció con él, sabe que por el bien del país debe llevarla tranquila con este hombre que es capaz de cualquier cosa desde matar gente por juego como lo hizo a sus cuatro años o hacer una guerra para imponer presidentes puñeteros como Fox, Calderón o Peña Nieto.
Todo parece indicar por la mirada de Anaya en el gol de México contra Alemania, que éste terminará en la cárcel o en un sanatorio mental…