Ajo Blanco/Cuauhtémoc Villegas Durán.
Al igual que Vicente Fox, El Bronco es un parásito del régimen neoliberal, genocida y cleptócrata que gobierna a México: sólo le interesa robar a México y hacer negocios personales, para su familia y sus amigos.
En el sistema político mexicano era imposible que un gobernador fuera presidente -sólo lo podían ser secretarios de Estado- hasta que el dictador Carlos Salinas decidió que Fox era un hombre viable y manejable para ser presidente de México.
Salinas soñó con un sistema igual al estadounidense con sólo dos partidos: El PAN y el PRI y así con estas banderas de extrema derecha ha podido sostenerse durante 30 años como dictador de México. También decidió meter a la competencia a los gobernadores como en Estados Unidos.
Vicente Fox –como ahora El Bronco- imitó y tomó el leguaje bravío y rancherón de Manuel Clouthier el Maquío, para presentarse como un beligerante, un supuesto opositor bravo y valiente, aunque en el fondo sólo buscaba robar a México como ya ha quedado demostrado por publicaciones y su misma falta de cordura y no se diga, de ética: de ese ranchero de botas, tejana y caballos llamado Fox vino la imposición del militarismo en México cuando entregó la bandera –como símbolo de poder- a un cadete del ejército en una coreografía de televisión y no, a un civil en acto republicano porque le era imposible pensar que López Obrador fuera presidente.
Fue Fox quien con ese acto hizo de México un país peor que Venezuela.
Diez días después de que Fox le entregará el poder al ejército, empezó la guerra que ha dejado cientos de miles de mexicanos muertos y una guerra que pretenden prolongar todos los candidatos del régimen que son El Bronco, Margarita, Anaya y Meade, así como el saqueo de la pensiones de los mexicanos para construir un aeropuerto que manejaran as empresas Carlos Salinas de Gortari y las de sus amigos entre ellos Fox y su réplica El Bronco. La guerra es la sólo para saquear y dominar a la población que exterminan sistemáticamente como en las peores dictaduras golpistas de Latinoamérica.
Recuerdo que una vez me contaron que el hijo del ahora poderoso senador priísta Arturo Zamora lo asesinaron porque cuando Arturo fue presidente, el junior se disfrazaba de policía para ir a reventar tiendas de droga del narco que no le daban su moche -En Zapopan desde siempre el hijo del presidente recibe el diez por ciento de moche de todo negocio que se haga con al ayuntamiento- y terminaron matándolo. El narco ejecutó al hijo del presidente de Zapopan. Hasta la fecha una estela de sangre, millones y poder es la vida del senador Zamora.
No sé por qué mataron al hijo del Bronco, supongo que por una acción parecida. Entonces El Bronco era un simple alcalde venido a millonario en un trienio. Aprovechó la muerte de su hijo para promocionarse como un luchador contra el narco aunque nunca ha podido con el estado de Nuevo León, todo ese estado así como sus cárceles están dominadas por carteles del narcotráfico que luchan y desangran Nuevo León que es paso a Estados Unidos y de regreso de drogas, armas, personas, dinero ilegal y más, por lo que es una de los estado más disputados históricamente.
El Bronco no es un santo. Vino a Jalisco a apoyar a un candidato independiente a gobernador de Aguascalientes. Llegó en un helicóptero que nos dijo el candidato Gabriel Arellano, era propiedad de los tequileros de Jalisco. Nada más falso, el gobernador electo de Nuevo León habría arribado en un Bell 407, matrícula XA-JYP, propiedad de la empresa J&P Corporate Flights, que opera como taxi aéreo y tiene su base en Guadalajara. En la columna Templo Mayor del diario Reforma se publicó al respecto:
“ESE helicóptero tiene historia, ya que en mayo del 2012, Josefina Vázquez Mota, entonces candidata del PAN a la Presidencia, lo utilizó durante una gira realizada por Jalisco.
OBVIAMENTE la pregunta que todos quisieran hacerle a “El Bronco” es ¿quién pompó?” se preguntaba el columnista.
En la fiesta, al bajar del helicóptero, uno de los reporteros especializados en narcotráfico y amigo de varios capos le inquirió sobre el costo y el origen de sus caballos pura sangre y el Bronco sólo dijo que no eran de esa raza. Ante la insistencia sobre su involucramiento con el narco, El Bronco dio por terminada la rueda de prensa y mandó 5 mil pesos de chayote al reportero para que no le molestara más. ¿Es narco? le pregunte al reportero, “claro que sí” me contestó mientras nos tomábamos unos tequilas y comíamos la peor comida en la llamada fiesta de Los Árcangeles porque los de Monterrey, “somos muy codos” como bien aclaró el candidato charro.