La violencia social que se manifiesta de mil y un formas en todo el país sacude también al corazón de México. La capital mexicana vive su peor momento y por lo menos en lo que resta de este año, la situación pudiera empeorar, ante el crecimiento exagerado de los delitos asociados con el narcomenudeo.
Las 16 delegaciones que conforman esta urbe de casi 9 millones de habitantes presentan serios problemas de compra-venta y suministro de drogas, pero el corredor Gustavo A. Madero-Cuauhtémoc-Ixtapalapa ha desbordado la inseguridad y ha puesto en jaque a la autoridad de la Ciudad de México (CDMX) a tal grado que los capitalinos y residentes perciben que los asaltos, extorsiones, homicidios, robos, prostitución y venta de drogas (narcomenudeo) se salió de control para el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Las “tienditas” proliferan por toda la ciudad y la venta de drogas lo mismo se consigue en las vecindades de los barrios y colonias más populosas cercanas al Zócalo y Palacio Nacional, o en los restaurantes y bares de las colonias de clase media y alta que rodean y dan vida a la zona exclusiva y el distrito financiero más importante de América Latina.
Pero la mayor preocupación y presión que genera el narcomenudeo a la autoridad es la presencia de distribuidores y vendedores ambulantes de droga que han penetrado a los recintos educativos de las universidades públicas y privadas de la capital mexicana, a espacios deportivos y recreativos, a través de WhatsApp y hasta en los sitios arqueológicos y atrios de parroquias, incluida la catedral metropolitana, donde la droga se ofrece como vender “palanquetas”, comenta el sacristán de una parroquia del Centro Histórico.
En las colonias y barrios populares del Corredor Gustavo A. Madero-Cuauhtémoc-Ixtapalapa, la droga se consigue las 24 horas, protegidos por la autoridad policiaca, que en la mayoría de los casos brindan protección y operan en contubernio con los vendedores.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la Ciudad de México dio a conocer un informe oficial donde revela que en 2015 se habían detectado 13 mil “narcotienditas” por toda la ciudad y para enero pasado la cifra creció a 20 mil. El mismo estudio revela que en cada una de las 16 delegaciones operan un promedio de mil 600 puntos de venta de droga al menudeo.
Sin embargo, en un foro-debate sobre drogas organizado en Ciudad Universitaria se habló de que esta cifra la concentran solamente las tres delegaciones más conflictivas, donde la droga no solo se encuentra en las vecindades de barrios y colonias, sino hasta en las calles donde narcomenudistas disfrazados de indigentes, boleros, vendedores de tamales y hasta repartidores de comida distribuyen y venden grapas de cocaína, mariguana, piedra, metanfetaminas y otros.
El reto: detener a narcomenudistas
Casi dos años atrás, el entonces delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, hizo pública —a manera de reto al Jefe de Gobierno de la Ciudad, Miguel Ángel Mancera— la afirmación de que en la Ciudad de México sí existe delincuencia organizada y está protegida por la autoridad policiaca.
“Tengo el temor de que se me señale que estoy fuera de la línea oficial. Hay reglas de que lo que se discute adentro no puede salir”. Pero en aquella plática que Monreal Ávila sostuvo públicamente con académicos e invitados al Seminario Violencia y Paz que organizó el Colegio de México, cuestionó fuertemente la actuación de Mancera Espinoza, quien, dijo, se resiste a aceptar la presencia de cárteles, y a hacer frente a la delincuencia en la Delegación a su cargo, situación que consideró desde entonces “una bomba de tiempo”.
El exdelegado por la Cuauhtémoc dio datos sobre robos por colonias y por delitos en su demarcación.
“No solo tenemos eso, tengo descrito bandas, nombres, cruceros, tengo la información de inteligencia que se requiere. Tenemos detectados los nombres de las plazas donde tenemos problemas, quiénes son los delincuentes, cómo operan, cómo lo hacen, las fichas curriculares donde se les puede detener o investigar; formas de operar, dónde se paran; en qué cruceros; dónde se meten; a qué horas llegan y a qué horas delinquen, cómo operan con la policía. Estamos en la posibilidad de armar un plan integral para combatir el narcomenudeo, desde repartidores y otros eslabones asociados como el sexo servicio, la trata de mujeres y otros”, señaló.
Pero tras una espera prolongada de reencontrarse con el Secretario de Seguridad Pública, el Procurador Capitalino y el Jefe de Gobierno, nunca hubo respuesta, y justificó que los delegados aun cuando saben dónde están los “focos rojos” en sus demarcaciones, tampoco pueden hacer nada porque en la CDMX se tiene una policía centralizada y uno solo no se mueve si no es con autorización del Secretario de Seguridad Pública o el Jefe de Gobierno.
Y eso, es muy desesperante. Se descuidó mucho la delegación, asienta.
Niegan presencia de cárteles en la capital
Desde el inicio de su mandato en diciembre de 2012, Miguel Ángel Mancera negó la presencia de cárteles en la Ciudad de México. A escasos días de dejar la Jefatura de Gobierno para postularse como candidato a Senador por el Frente PAN-PRD-MC, admitió que existen problemas de narcomenudeo solamente en Gustavo A. Madero; Ixtapalapa, Álvaro Obregón; Tlalpan; Tláhuac; Xochimilco y de la Cuauhtémoc solamente el barrio de Tepito.
En conferencia de prensa donde abordó el tema en febrero pasado, reconoce que el narcomenudeo es una actividad que deja a la capital ganancias millonarias, pero aclara que eso no significa que la Ciudad de México sea un punto de operaciones y producción de los cárteles de la droga, porque los mismos capos capturados declaran que “operativamente no les resulta compatible”.
Pero la detención constante de estos operadores clave de los cárteles y la aparición de narcomensajes, desdice las afirmaciones y revive en la capital el tema sobre la presencia de capos el narcotráfico.
Entre estos detenidos se encuentra Víctor Manuel Félix Beltrán (el Vic) —presunto operador financiero de Joaquín el Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa—, detenido en el exclusivo complejo Residencial Be Grand del elegante suburbio de Santa Fe, el pasado 26 de octubre de 2017.
En la comunidad La Conchita Zapotitlán en la Delegación Tláhuac, muere abatido por un operativo militar el pasado 20 de julio, Felipe de Jesús, el Ojos, presunto líder del Cártel de Tláhuac.
En mayo de ese mismo año, en la exclusiva zona de Anzures cercana a Polanco —Delegación Miguel Hidalgo—, capturan a Dámaso López, el Licenciado, a quien se le identifica como presunto orquestador de la fuga del Chapo Guzmán en Puente Grande Jalisco y a quien le disputaba el liderazgo del Cártel.
En la céntrica colonia San Rafael de la Delegación Cuauhtémoc, la Procuraduría General de la República (PGR) detuvo en febrero del año pasado a Héctor Saucedo, el Gordo, presunto integrante del Cártel de Juárez; En el centro histórico, elementos de la Interpol detienen en julio de 2016 a Heriberto Zazueta, el Capi Beto, presunto operador del Mayo Zambada.
En una de las zonas más lujosas y exclusivas de la ciudad de México, Bosques de Las Lomas, es detenido en enero del 2011 José Jorge Balderas, el JJ, a quien se le vincula como colaborador de Edgar Valdez Villarreal, la Barbie.
En este mismo suburbio residencial de la Delegación Miguel Hidalgo fue detenido Vicente Carrillo Leyva, el Ingeniero, hijo de Amado Carrillo Fuentes, llamado el Señor de los Cielos. Según se informó, el Ingeniero fue detenido cuando hacía ejercicio en uno de los parques de la zona.
En la Delegación Tlalpan, en Lomas del Pedregal al sur de la ciudad de México, es detenido el hijo del Mayo Zambada, Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo en 2009, y en 2010 es extraditado a Estados Unidos.
En octubre de 2008 detuvieron, también en Ciudad de México, a Jesús Zambada García, el Rey, quien controlaba el tráfico de drogas a través del Aeropuerto Internacional. Fue extraditado en 2012. Es hermano del Mayo Zambada.
Artículo publicado el 1 de abril de 2018 en la edición 792 del semanario Ríodoce.