LAP.- Hablan de libertad, democracia o derechos humanos, pero se llenan los bolsillos con dinero que sale de la venta indiscriminada de armamento, la cual ha cobrado decenas de miles de vidas en Estados Unidos, sobre todo niños
La mafia que desde el Congreso de EE.UU. sostiene una campaña de desestabilización contra Cuba, formada por personajes como Ileana Ros-Lethinen, Carlos Curbelo, Mario Dïaz-Balart o el senador Marco Rubio, lleva años recibiendo dinero de la Asociación Nacional del Rifle, y se ha opuesto a la regulación de las armas y, con ello, a evitar masacres como la ocurrida en Florida el 14 de febrero donde un muchacho asesinó a más de 17 personas e hirió a una veintena más.
Díaz-Balart, por ejemplo, ha recibido más de 27 mil dólares en contribuciones a sus campañas, según documenta Washington Post. Según la cadena NBC, Marco Rubio recbiió la tercera más grande tanda de dinero de un total de 1 millón de dólares otorgados por la Asociación Nacional del Rifle a campañas políticas en las elecciones federales del 2016. De hecho, el senador por la Florida ha recibido más de 3.3 millones de dólares a lo largo de su carrera política por parte de la NRA.
Esto explica por qué Díaz -Balart y Marco Rubio se opusieron a la iniciativa presentada por Barack Obama en la cual se obligaba a las armerías a no vender a quienes tuvieran antecedentes penales. Aún más, han apoyado leyes que quitan los candados a la venta de armas como la ley que asegura el comercio de armamento en cualquier Estado de EE.UU.
No será de extrañarse que igualmente apoyen la iniciativa de Donald Trump para hacer que los maestros porten armas en las escuelas, si se considera que Dïaz-Balart ha apoyado el 93.8 por ciento de las impopulares medidas presentadas por el presidente.
Y sin un atisbo de culpa, Mario Dïaz-Balart y Carlos Curbelo pretenden reelegirse como representantes en el Capitolio, financiando sus campañas con dinero de la Asociación Nacional del RIfle, justo por el Estado que ha puesto más muertes por armas de fuego: Florida.
Lo que más repulsión me causa es que son estos personajes los que se llenan la boca hablando de derechos humanos en países de Latinoamérica cuando engrosan sus carteras con la sangre inocente de niños estadounidenses, derramada con las armas que ellos ayudaron a vender. Se ensañan con Cuba, por ejemplo. Aprueban millones, dicen, para operar la libertad del pueblo cubano ¿Y esa es su clase de libertad? Hipócritas.
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Acerca de Luis Alberto Rodriguez