Ciudad de México | Desinformémonos. De las 64.5 millones de hectáreas de bosques y selvas en México, 22.56 por ciento está concesionado a empresas mineras, las cuales incrementaron su presencia en áreas forestales de uso común y de aprovechamiento maderable, áreas naturales protegidas y áreas que reciben pago por servicios ambientales, reveló un análisis espacial de las concesiones y asignaciones mineras vigentes a diciembre de 2015 realizado por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
El informe asegura que las actividades mineras no sólo representan una amenaza para el medio ambiente, sino también para las comunidades y ejidos forestales y sus medios de vida, pues sus actividades económicas se ven afectadas al igual que la conformación del tejido social.
“Si de por sí, la intervención gubernamental errática y contradictoria en las regiones forestales ha debilitado las iniciativas comunitarias de manejo sostenible de los recursos naturales, la minería como actividad preferente desestima y complica las estrategias de vida en las regiones”, dijo Sergio Madrid, director del CCMSS.
Madrid explicó que las concesiones mineras otorgadas a las empresas nacionales e internacionales se empalman con al menos 42 por ciento de los núcleos agrarios forestales que hay en México, y agregó que las autoridades que conceden los permisos a las mineras atentan contra los derechos de los legítimos propietarios de la tierra.
De acuerdo con los resultados del análisis, Jalisco, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango son las entidades con mayor superficie forestal concesionada. En los casos de Jalisco y Sinaloa, más del 50 por ciento de los territorios de propiedad social cubiertos por bosques están concesionados a empresas mineras, a pesar de que los derechos de los pueblos y comunidades en el territorio se ven vulnerados ante la presencia de los proyectos.
“En México hay 12.6 millones de hectáreas bajo aprovechamiento forestal, sin embargo, cerca de 3 millones de hectáreas, es decir, 23 por ciento, se empalman con concesiones mineras”, agregó Madrid.
Por otra parte, Baja California, Coahuila, Baja California Sur, Jalisco y Chihuahua son los estados con mayor afectación tras las concesiones mineras. A pesar de las múltiples consecuencias negativas para las comunidades y el ambiente, las autoridades continúan con la entrega de permisos a la empresas para instalar proyectos no sólo mineros, sino también hidroeléctricos, eólicos, entre otros.