La inseguridad pública persiste en la zona serrana del sur de Sinaloa, donde las ejecuciones continúan cobrando vidas humanas, las más recientes perpetradas con armas AR15.
El pasado 20 de septiembre, cuatro hombres integrantes de una familia, fueron asesinados durante las primeras horas del día; entre las víctimas se encontraban dos menores de edad.
Según las primeras versiones, el ataque es atribuido a un presunto conflicto familiar en el poblado Buena Vista, de El Rosario, con el que se dio muerte al jefe de familia.
Feliciano “N”, de 42 años, José Arturo “N”, de 21 años, Óscar Damián “N”, de 17 años; y Nevarez “N”, de 14 años.
El supuesto altercado entre la familia habría sido en el contexto de consumo de alcohol, que ameritó que sacaran las armas conocidas como “cuernos de chivo” para acabar con el pleito.
Un mes antes, el 24 agosto, tres hermanos fueron ejecutados en la sindicatura de La Rastra, poblado asentado también en la sierra de El Rosario.
Identificados como Pedro “N”, Felipe “N” y Jesús “N”, cuyos cuerpos quedaron en las inmediaciones del panteón local, se sumaron a las estadísticas oficiales, esas a las que el ejército ha dado por llamar “brotes aislados”.
El pasado 13 de septiembre, el comandante de la Tercera Región Militar, general Juan Ernesto Bernal Reyes fue cuestionado por la prensa respecto a los hechos violentos ocurridos en Concordia, donde un día antes de la entrevista, un grupo armado privó de la libertad a un hombre para después asesinarlo, además de saquear una tienda y quemar casas y vehículos.
“Son brotes aislados (…) que se multiplican justamente por la percepción que se proyecta en los medios”, respondió.
Al comandante le han atacado en dos ocasiones las bases militares que manda en comisión a la sierra de Concordia, agresiones que ya cobraron la vida de un cabo, pero por encima de ello, sostuvo que son aislados los hechos de alto impacto ocurridos en esa zona.
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Los brotes del sur
En un hecho que también se dijo había sido por cuestiones familiares, el pasado 28 de agosto, cinco personas fueron asesinadas en la sindicatura Isla del Bosque, Escuinapa, dos de ellos adolescentes de 16 y 17 años de edad.
Originarios de La Mesa, Durango, Pedro “N”, de 23 años; Jorge “N”, de 19; Jacinto “N”, de 28 años; Marcos “N”, de 16 y Jaime “N” de 17 años de edad, fueron asesinados mientras dormían. Los perpetradores fueron hombres con el rostro cubierto, llegaron a bordo de una motocicleta.
La escalada de brotes continuó el 21 de septiembre con la persecución y balacera ocurrida en La Cruz de Elota entre militares y policías contra un grupo delictivo.
El saldo fueron tres personas heridas con arma de fuego, que además fueron detenidas y hubo aseguramiento de armas.
Este mismo mes, pero de nuevo en la sierra de Concordia, la presunta tranquilidad fue alterada de nuevo a causa de un grupo armado, que saqueó una tienda Diconsa en Santa Lucía, además de otros domicilios, en donde un grupo delictivo ingresó a los hogares.
En total impunidad, durante dos horas, se dieron a la tarea de saquear y permanecer en la vía pública sin el temor de ser molestados.
Los lugareños denunciaron que las autoridades no llegan, sino hasta después de horas de ocurridos los asaltos.
A partir de ese momento, en unas 12 horas, fueron alrededor de 16 familias que decidieron dejar Santa Lucía. Según relataron a este semanario, las primeras 10 salieron el mismo jueves y otras seis lo hicieron el viernes.
Se ha vuelto común observar cómo las familias van sacando poco a poco sus pertenencias de los hogares, organizando una mudanza forzada.
Las personas mayores estiman que en Santa Lucía habitaban poco más de 200 familias, pero a partir del incendio de viviendas y vehículos, la mitad salió del pueblo.
Con este segundo ataque —a la tienda Diconsa— se dio otra “desbandada”. En el transcurso del viernes ya estaban saliendo las últimas familias y si acaso quedarían unos tres o cuatro.
Durante el fin de semana se esperaba que el desplazamiento de familias continuara, pues ni la llegada de personal militar ha sido efectiva, como lo ha ostentado el gobierno del estado y la Tercera Región Militar.
El 22 de agosto el gobierno estatal que encabeza Quirino Ordaz Coppel anunció que el ejército reforzaría su presencia en la sierra de Sinaloa y Durango.
El Grupo de Coordinación Seguridad estuvo en el Centro de Adiestramiento Regional de la Tercera Región Militar, donde se les hizo una demostración con acciones de combate ofensivo, un ejercicio de ataque que no se ve reflejado en la sierra del sur de Sinaloa, donde los brotes son cada vez menos aislados y los desplazados por la violencia, los vulnerables que se resisten a seguir poniendo los muertos.