Francisco I beatifica a sacerdotes colombianos Jesús Emilio Jaramillo Monsalve y Pedro María Ramírez Ramos martirizados en distinto hechos. Monsalve, obispo de Arauca, fue asesinado por la guerrilla del ELN el 2 de octubre de 1989, cuando se encontraba en una zona rural de Arauquita.
Ramírez, el llamado ‘mártir de Armero’, murió asesinado en esa ciudad el 10 de abril de 1948.
El sacerdote falleció durante la revuelta que siguió al asesinato del cacique local Jorge Eliecer Gaitán.
En la iglesia Católica, la declaración del “martirio” es decisiva para la beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro.