>Después de 32 años la justicia mexicana no ha concluido el juicio por el homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y el piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Alvear.
Alejandro Monjardín/Río Doce.- La semana pasada, un Juez sentenció a 37 años de prisión al ex líder del Cártel de Jalisco, Miguel Félix Gallardo, tras 28 años de proceso penal.
Los otros involucrados, Ernesto Fonseca Carillo, alias don Neto, y Rafael Caro Quintero, fueron sentenciados a 40 años en 2015.
Don Neto purga la condena en prisión domiciliaria desde el año pasado y Caro Quintero está prófugo con orden de reaprehensión, después de haber obtenido su libertad con un amparo que luego fue revocado.
El Consejo de la Judicatura Federal informó que el considerado Jefe de Jefes del narcotráfico fue encontrado penalmente responsable del delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja, y absuelto por el delito contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína con fines de comercializarla mediante su venta.
El Juez además impuso un multa de 20 millones 810 mil pesos, que será pagada de forma mancomunada con Don Neto y Caro Quintero.
La reparación integral del daño será pagada a las víctimas indirectas de Camarena Salazar y Zavala Alvear.
Félix Gallardo ya tenía una condena de 40 años por los delitos contra la salud, acopio de armas y cohecho.
El capo, actualmente de 71 años de edad, fue detenido en 1987 en una de sus propiedades en Guadalajara.
El homicidio del agente de la DEA y el piloto mexicano, ocurrió en 1985. Ambos fueron privados de su libertad el 7 de febrero y localizados asesinados el 5 de marzo en la comunidad La Angostura, en Michoacán.
Por su avanzada edad y precario estado de salud, el Jefe de Jefes ya no es considerado un reo de alta peligrosidad por las autoridades penitenciarias.
En mayo pasado fue trasladado a la Comisaría de Sentenciados del penal de Puente Grande, tras obtener un amparo para que le prestaran atención médica especializada.
Los documentos judiciales señalan que el narcotraficante no escucha, tienen problemas de visión, padece trastornos ansiosos y siquiátricos-sicológicos y enfermedades vasculares.
El año pasado, los abogados del capo solicitaron que se le concediera la prisión domiciliaria, pero un Tribunal Unitario rechazó la petición.
En la década de los 70, Félix Gallardo pasó de ser un pequeño comerciante de mariguana al narcotraficante más poderoso.
El también conocido como el Padrino, fue elemento de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa y escolta de los hijos del gobernador Leopoldo Sánchez Celis.
En la declaración que rindió el 9 de abril de 1989, dijo que en el año de 1975 se dio cuenta que realizando actividades fuera de la ley había más posibilidades de obtener mayores utilidades, por lo que empezó a trabajar en la compra y venta de mariguana en cantidades menores.
Posteriormente amplió su mercado dedicándose a comprar grandes cantidades y venderlas a clientes que la llevaban a Estados Unidos y después empezó a sembrarla y enviarla directamente.
Según su testimonial, en 1976 empezó a tener problemas con la Operación Cóndor que le complicó la siembra y trasiego de enervantes.
La embestida del gobierno federal contra el narcotráfico le ocasionó mermas importantes, por lo que un año después se trasladó a Guadalajara.
En esa entidad, junto con Rafael Caro Quintero, el Capo de Capos; y Ernesto Carillo Fonseca fundó el Cártel de Guadalajara.
La organización criminal controló la siembra y trasiego de mariguana y amapola de México a Estados Unidos y estableció sociedad con cárteles colombianos.
El Cártel de Guadalajara empezó a derrumbarse con la detención de sus líderes, luego de ordenar el secuestro y asesinato de Camarena Salazar y Zavala Alvear.
Rafael Caro Quintero fue el primero en ser detenido, cuando se encontraba en Costa Rica, en abril de 1985.
El mismo mes fue capturado Ernesto Carillo Fonseca, en Puerto Vallarta, Jalisco.
Los dos narcotraficantes fueron encontraros penalmente responsables en 2009 y a Caro Quintero le correspondían 150 años de cárcel y 199 a Don Neto.
El Juez impuso una condena de 40 años de cárcel debido a que esa era la pena máxima que establecía la ley vigente cuando cometieron los delitos.
Tras 28 años de permanecer preso, en agosto 2013 un Tribunal Unitario ordenó la inmediata liberación de Caro Quintero, por errores en los procesos penales.
Dos meses después, el Gobierno de Estados Unidos anunció una recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve a su captura.
En 2015, un Tribunal Unitario sentenció a Caro Quintero a 40 años de cárcel por el asesinato de Camarena Salazar y Zavala Alvear y ordenó su inmediata reaprehensión, pero hasta la fecha sigue prófugo.
Al capo le falta por compurgar 11 años y siete meses de cárcel.
El Tribunal además ratificó que Caro Quintero está absuelto de los delitos de homicidio calificado, en agravio de dos personas; privación ilegal de la libertad de los campesinos que laboraban en los ranchos “El Búfalo”, “Los Juncos” y “Montesco” ubicados en Chihuahua; delitos contra la salud y asociación delictuosa.
En la misma sentencia se ratificó la condena de 40 años a Don Neto y ordenó absolverlo por los delitos de asociación delictuosa, introducción clandestina al territorio nacional, acopio y portación de armas de fuego de uso exclusivo y contra la salud, en las modalidades de posesión de marihuana con la finalidad de suministro, y suministro para uso personal e inmediato de su destinatario.
En junio del año pasado, Don Neto fue trasladado a una residencia en el Estado de México donde terminará de cumplir su condena, luego de que un Juez le concedió la prisión domiciliaria por su senilidad y deteriorado estado de salud.
Caro Quintero sigue prófugo de las autoridades, pero en julio de 2016 concedió una entrevista a la revista Proceso, en la que negó haber asesinado al agente de la DEA y al piloto mexicano.
En la edición del domingo 20 de agosto de este año, Ríodoce publicó que elementos de la Marina implementaron operativos de búsqueda del capo en Badiraguato, el 27 de julio pasado.
En esa edición, el portavoz de la DEA en Washington, Melvin Petterson, dijo que la agencia antidrogas está decidida a atrapar a Caro Quintero.